INTRUSOS

Aún cuando llueva luego de dejar a mis pequeños en sus actividades me gusta pasear a la orilla del mar.
Adquiero energías indescriptibles.
El viento ha desaparecido imagino que fue a buscar un refugio celestial para descansar, entiendo que estaba cansado de quedarse con las bufandas de los caminantes, de elevar la altura de las olas, la espuma de las crestas no tenía el color inmaculado que tienen siempre, antes de morir en la playa.
Revolucionado las enturbiaba, un gozo para quienes se dedican a coleccionar caracoles.
Caminé un buen rato, fotografié los fiordos que sumergían sus pies en las profundidades del océano, la neblina se tornaba más densa a medida que me acercaba a ver la magnificencia de un espectáculo natural pocas veces visto en otros lugares del planeta.
Suaves los colores del arco iris aparecían, el sol ayudaba a la reflección de la luz.
Antes de emprender el regreso observé una sombra bastante oscura, de lejos escuchaba el gemido extraño de una mujer a la que no podía verle el rostro.
Respiré profundo, quería saber quién era ese ser casi amorfo con ropajes negros.
Pensé en un turista perdido, escondiendo su rostro debajo de una capucha.
Atravesó mi mente la figura de un verdugo de siglos pasados, verdugos que no querían los vieran antes de ejecutar a sus víctimas, verdugos que cumplían su trabajo más allá de saber las razones que habían llevado al ejecutado al cadalso.
Una voz interior me pidió que avanzara, previamente había tomado imágenes de la escena.
En cuclillas este verdugo moderno estaba aterido, sus ropajes mojados.
Tomé una rama que la fuerza del agua había depositado en la arena, no creas que quería dañarlo, la soledad de los otros me conmueve, dibujé en la playa flores, cualquier figura.
Reaccionó cuando vio que hacía círculos, la voz era poco audible hasta que un grito desgarrador nacido en su pecho, le arrancó las primeras lágrimas.
La confianza que habíamos establecido sirvió para que me contara algo de su historia.
Sus ojos eran dos cuencos vacíos, había llorado tanto que no tenía más fuerzas.
Supe por su voz monótona que su existencia databa de muchos siglos, tantos que no podía especificar cuántos.
Desde su presencia en la tierra su misión era ser intruso, no importaba de que, si de las letras o bien de la vida de otros terrenales.
La tarde caía lentamente, los matices rosados y púrpuras del cielo le otorgaban al mar un color plateado intenso.
El intruso que no tenía, edad, nombre ni género pedía ayuda, quería incorporarse a la vida de los terráqueos dejando atrás la pesada mochila que cargaba.
No sabía que con sus actitudes provocaba daños a terceros, quería salir de esa vida miserable, encontrar aun cuando fuera por solo un instante, un poco de paz a su existencia.
Caminamos sin medir el tiempo, no le pedí promesas que no pudiera cumplir, no hubo plazos ni exigencias.
El intruso quiere cambiar, estoy dispuesta a ayudarlo, quiero que disfrute de la salida o puesta del sol, necesita saberse reconocido en esta nueva etapa, desechar el lastre en que ha convertido su pasar por la vida terrena.
La tarea es ardua, hoy comienza la apertura de otros caminos.


http://www.youtube.com/watch?v=TismjQkaZ…

MÁGICAS CAVERNAS

En una semana debo viajar a Jamaica, la intención es realizar un aporte a la revista mensual que alguna vez dirigí.

Tengo libertad para realizar la editorial, solo me piden que tenga en cuenta la proximidad de la primavera.

Días antes renové el pasaporte, mientras conversaba con el empleado que me atendía noté que jamás había visitado esa isla.

En cuarenta y ocho horas lo tendría en mi casa, la noticia me quitó una mochila pesada, temía no llegar con los tiempos, no me dejé estar, ignoraba un viaje tan próximo

Fue tarea fácil armar la maleta, ropa liviana para disfrutar unos días de magia y encanto.

Llegué al aeropuerto con la mejor predisposición, no me importaba sufrir la cancelación de algún vuelo, de Ezeiza saldría al día siguiente.

Me sentí rara al ver que todo funcionaba como un mecanismo bien aceitado, las demoras eran un fantasma que no acechaba, buen indicio para proseguir con el viaje.

En el bolso de mano llevaría los grabadores, cámaras y filmadoras, la aventura comenzaba.

El arribo al aeropuerto jamaiquino fue auspicioso, nos recibieron con coronas de flores y la música de los tambores, la suave melodía de los kabosys, de las cuerdas ligeras surgía música angelada.

La posada era perfecta, la habitación tenía todas las comodidades imaginadas, la vista al mar parecía salida de un cuento.

Desayuné frutos del Caribe, un pocillo de café generoso completaba la ingesta.

Aldo me esperaba en la puerta, en el asiento del acompañante había un ramo de flores de la zona, perfecto,colorido.

Recorrimos los lugares turísticos, me  contó que en dos días celebraría su cumpleaños, en un lugar al que solo se puede acceder si se mantienen vivos los sueños, estarían sus amigos de la infancia.

Sería la invitada especial al evento, me sentí halagada.

La noche anterior la ansiedad logró que el sueño se interrumpiera varias veces.

Por la mañana cargué en el bolso mi material de trabajo, prolijamente envueltas en celofán una caja de habanos seria el regalo a mi guía.

La última parte del trayecto caminamos a la vera de un mar azul, en los negocios de la costanera las mariposas aleteaban su vida efímera.

Las flores estallaban en sinfonía perfecta de fragancia y colorido, el sol radiante, prolijo dibujaba nuestras sombras en la arena.

En pocos minutos ingresaríamos a una caverna natural.

Lejanos llegaban los acordes de los instrumentos, acordes celestes capaces de transportarnos a otros tiempos.

Aldo estaba feliz, el abrazo de los amigos no tardaría en llegar.

Reunidos alrededor de una mesa de piedra nos contó de su infancia, en ese sitio que ocupábamos, se reunía con otros niños, exploraban cada grieta, cada formación de las rocas, jugaban hasta la aparición de las primeras estrellas.

El cielo violeta pronto se transformaría en azul casi negro para darle paso a los destellos de la luna inquieta.

Es imposible describir con palabras el tiempo pasado, con sus manos fuertes corrió una de las rocas, el sitio estaba iluminado por los sueños, era guardián de secretos de la infancia, imaginar los juegos de varios chicos en esa belleza natural avasalla al más sereno.

Grabé y filmé tanta hermosura.

En un momento Aldo sacó un papel del bolsillo de su camisa, me pidió que escribiera un sueño, le comenté que no hacía falta escribir el gozo que sentía, el eco de mi voz llegaría a las entrañas de las rocas, allí quedarían guardadas para siempre.

Pedí por todos los seres que me rodean, por todos los que se ganaron mi cariño, no olvidé recordar a los otros que no están por circunstancias que reservo en mi alma.

La roca fue devuelta al lugar original.

Emprendimos el regreso, lágrimas y silencio sellaron el recorrido.

No dudes en aferrarte a tus sueños, los míos se están cumpliendo, nunca te aferres a la intolerancia si tu idea es construir un mundo de entendimiento.

http://www.youtube.com/watch?v=4cmffLlkwxc

RECREAR PALABRAS

“Simplemente vida” es la que decidí ofrecer al hombre que elegí para que me acompañe a construir el camino soñado.
El flechazo fue mutuo hace un par de años, ninguno de los dos pensaba otorgar “Tiempo para evocar” vivíamos demasiado rápido , tanto que nos impedía pensar en un futuro compartido en un lugar alejado, alejado en kilómetros, distancias que supimos acortar con la tibieza de los afectos.
La primera vez que nos encontramos lucía “Flores en el cabello”, era la única manera de sujetar los rulos que la brisa inquieta se preocupaba en deshacer sin escrúpulos y sin pensar que recibiría el gesto adusto de las autoridades de mi último año de escuela secundaria, gesto que antecedía al reto por no mantener las normas impuestas en el colegio.
Mientras mis manos trataban de componer y anudar el pelo pensé si la preceptora alguna vez había conocido o gozado del “Amor en otro plano”, no porque quisiera verla lejos sino porque la mueca adusta afeaba un rostro cincelado el que trataba de ocultar detrás de grandes gafas, sentí que no las necesitaba, cualquier mortal se hubiera sentido turbado por esos ojos iguales a dos codiciadas esmeraldas.
El rictus amargo y solitario me llevó a concluir que los “Pájaros silenciosos” que surcaban el cielo de la celadora temían a sus reacciones, en perfecta escuadra adornaban la esfera celeste, parecía que en cualquier momento su vuelo plácido se dirigiría al sol que entibiaba cada mañana.
¿Sabía esta mujer que los “Opuestos” se atraen, que en la diversidad se pueden encontrar puntos de coincidencia en todos los órdenes de la vida?
Todas las alumnas temíamos a sus “Miradas”, gélidas, sin un solo rasgo que denotara que tenía corazón.
Inmutable indicó que entráramos al salón, en unos instantes llegaría el profesor de dibujo.
Un adulto con espíritu de niño, cómplice de nuestras travesuras.
Con voz monocorde tomó lista, preguntó por las ausencias, del viejo portafolio sacó una lámina al ver desplegado en el pizarrón “Racimos de uva” sentí ganas de huir, siempre he sido mala para el dibujo, me llevo mejor con las letras.
Con la paciencia y sabiduría que otorgan los años nos ayudó a todas, siempre nos decía que teníamos que estar en “Búsqueda de los sueños, nos ayudaría a concretarlos siendo generoso con las notas, solo nos pedía que no fuéramos tan bulliciosas pese a que disfrutaba de la clase.
Las demás materias pasaron sin complicaciones, el grupo era ruidoso ello no significaba que no le dedicáramos tiempo al estudio, todas sabíamos que la única manera de trascender en la vida, de ser alguien era adquiriendo conocimientos.
Consulté el reloj en pocos minutos estaríamos fuera de la escuela.
Soñaba con encontrarme con el hombre de mis sueños de esa forma comenzaríamos a edificar nuestros destinos “Eternamente juntos”


http://www.youtube.com/watch?v=STlv1EpMi…

ETERNAMENTE JUNTOS

Las luces del convento encendidas diluyeron las sombras, creí que esa fuente de iluminación llegaría a tranquilizarme.
Sabía que el monasterio no era habitado desde hacía décadas.
Traté de relajarme, no podría lograrlo si no calmaba mi ansiedad, intenté controlar la respiración, mi corazón parecía a punto de estallar.
No podía emitir una sola palabra, tenía muchas preguntas que sabía con antelación no tendrían respuesta.
Devoré las golosinas que había comprado en la estación de servicio, dicen que los dulces calman, en mi produjeron el efecto contrario.
Al dolor físico por estar en una posición incomoda agregaba los dolores del alma.
La presencia de mi amor de toda la vida no era suficiente, intenté dormir, tenía terror a bajar del auto, allí me sentía contenida.
Con la manta que descansaba en la butaca del acompañante cubrí mi cuerpo, antes había reclinado el asiento.
Consulté el reloj, faltaba poco para que el alba tiñera de rosados el cielo.
Pensé que el monasterio tendría un cuidador que lo mantenía en condiciones óptimas.
En estado de vigilia escuché el canto de una calandria, hubiera querido ser como ella, libre para volar sin destino cierto.
Como en una película pasaban momentos compartidos con el hombre que más había amado en la vida.
Fui una tonta al reclamarle me dejara en total orfandad.
En ese pequeño espacio estaba casi inmovilizada.
El celular seguía sin señal.
No sé cuanto tiempo pasó, el visor del móvil se había encendido, no supe cómo había entrado el mensaje.
El número del emisor era el de mi esposo.
¿Una burla del destino?
Decía “Sal del auto, ingresa al convento”
Aterrorizada bajé del auto, la puerta del monasterio no tenía cerrojos.
Caminé sin rumbo cierto, tuve tiempo de admirar los jardines antes que la claridad dijera: estoy presente.
Las gotas de rocío languidecían en los pétalos de las rosas, eran iguales a las lágrimas que brotaban de mis ojos a los que creí cuencos secos después de la partida de mi amado esposo.
La puerta de madera se abrió sin dificultad, los goznes no chirriaban pese a la falta de uso.
Recorrí pasillos solitarios.
Sentí fragancias nuevas, en un momento que no podría cuantificar desaparecieron mis miedos.
Los pisos de lustrosa madera reflejaban mi figura.
No estaba cansada, deseaba saber el final de esta noche vertiginosa.
En cuestión de minutos me transformé en la calandria nocturna.
Mi voz era canto.
Desplegué mis alas de plumaje suave, lo abracé con la locura de siempre.
No estaba sola, sentí el abrazo tibio de mi amor, en ese instante entendí que juntos ascenderíamos el camino al cielo.
Allá en lo alto no necesitaré mecánicos que arreglen los desperfectos de mi automovil.
Para la vida terrena estaba muerta, comenzaba a transitar el camino hacia la eternidad acompañada del mi hombre, único e irrepetible.
Nos amaremos más allá de los indicadores del tiempo.

http://www.youtube.com/watch?v=xStuakbGx…

EN BÚSQUEDA DE LOS SUEÑOS

Emily es una niña adolescente dotada de una gran belleza a la que suma inteligencia.
A la edad que las chicas de su edad jugaban o estudiaban, ella ayudaba a su familia.
A su belleza innata se agregaba el deseo de perfeccionarse.
La hermana del medio siempre está dispuesta a colaborar con sus hermanos.
No lo tomaba como una obligación, todos sus actos eran reflejo del amor que se tenían sus padres y supieron inculcar en los hijos.
Una pareja a la que jamás le había importado la diferencia de edad, siempre prevaleció el amor al que se habían consagrado.
Junto a la jubilación de marino de su papá hizo su aparición la enfermedad de su mamá, mujer joven y encantadora de la que Emily había heredado inmensos ojos verdes como las esmeraldas, el mismo color de cabello rojizo, sedoso.
No dudó en interrumpir los estudios, la vida le daría tiempo para retomarlos, la prioridad eran su madre y hermanos, sabía que trabajando ayudaría a la delgada economía de la casa.
Vivienda construida en lo alto de una colina, a la que se accedía a través de una escalera formada con piedras, la tierra generosa auspiciaba el crecimiento de árboles y flores, más una pequeña huerta en el fondo de la casa.
Emily consiguió trabajo, se sumaría al ejército de doncellas que preservaban la mansión solitaria construida en el otro lado del valle.
Rápidamente fue reconocida por su labor, ello la llevó a planificar las tareas de todos los trabajadores.
Ocasionalmente los dueños visitaban la propiedad, el cambio se notaba, ese instante sería aprovechado por la joven para presentar la planificación que le había demandado tiempo que le había robado al sueño.
El plan era perfecto, no se desperdiciaba un solo minuto, no solo era planificación sino que se permitía trabajar en forma ordenada y así gozar de horas libres que podrían ser invertidas en la recreación.
A la muchachita le gustaba el diseño, tenía buen gusto, de un vestido antiguo lograba otro distinto acorde con la época.
La mejoría de su mamá era lenta y sostenida.
Emily recibió al cumplir los quince años un broche de esmeraldas, una tradición que se transmitía desde hacía tiempo entre las mujeres de la familia, no era tiempo de agasajos en un hogar humilde.
Guardó la joya, el primer tesoro que tenía.
Al cumplir diez y ocho la muchacha abrió su propio taller en un pueblo cercano, totalmente repuesta su mamá lo dirigiría.
A Emily le sobraba voluntad, no le importaba si tenía que cubrir el trayecto caminando para llegar a destino, gozaba de la naturaleza, el canto de los pájaros, los matices que adquiría el cielo a medida que el sol lo poseía.
No tardaría en aumentar la clientela, sus diseños eran codiciados.
Han pasado muchos años, de aquella niña solo queda la mirada color esperanza.
Formó su propia familia, el viejo taller es utilizado como depósito de telas, la fortuna y el destino diseñado por ella propiciaron el nacimiento de nuevos locales, sus diseños son reconocidos en el mundo.
Mañana en las oficinas centrales transferirá el imperio que supo construir a manos de su nieta.
Liz continuará la obra iniciada por su abuela, el negocio seguirá prosperando, Emily aprendió que en la vida solo hay que correr cuando se trata de concretar los sueños.


http://www.youtube.com/watch?feature=pla…

RACIMOS DE UVA

Nací en una de las provincias más bonitas de mi país, lugar donde se encuentra el cerro más alto de la región.
En este sitio el clima en cualquier época del año es admirable, tenemos de todo y para todos los gustos.
Cumbres altísimas que con sus picos nevados acarician el cielo, los intrépidos y quienes hacen deportes de riesgo suelen escalarlo en verano.
Ríos cristalinos de aguas frías que proceden de hielos inalcanzables.
No temas no te voy a dar una clase de geografía solo quiero que me conozcas.
Soy un racimo de uvas, tengo una familia numerosa, los tratamientos a que nos someten logran uno de los mejores vinos del mundo en cualquiera de sus versiones.
Nos preparan durante mucho tiempo con el propósito de mejorar nuestra especie.
En invierno nos cuidan de las heladas para que el producto sea perfecto.
Febo radiante ayuda a que maduremos, nos viste de verde, bordó o un color tan oscuro que de lejos parecería negro.
En mi caso soy un racimo de uva verdes, el mismo color que tiene la esperanza de aquellos que nunca han perdido la capacidad de soñar.
Nos cuidan para que no padezcamos sufrimientos innecesarios, el premio al esfuerzo de los viticultores será la cosecha.
No creas que todo es tan plácido y perfecto, muchas veces vi llorar a aquellos cuando nos perdían por causas exógenas.
Caían en la desazón que produce quedarse sin nada esperando mejores tiempos.
Nunca bajaron los brazos ante las adversidades, a corto o largo plazo sabríamos sorprenderlos, haciéndoles saber que valía la pena el tiempo invertido más allá de las consecuencias.
De todas las provincias hermanas vienen a cortarnos, nos ubican en prolijas canastas hasta llegar a las bodegas.
Nuestra propias lágrimas dan nacimiento al vino que bebes para acompañar una comida o bien para brindar por algún acontecimiento.
Nos cuesta separarnos de los viñedos, mitiga la ausencia de estar en libertad absoluta, acariciadas por la brisa tibia que nos hace crecer, el solo hecho de estar a tu lado cuando desees celebrar.
Nos gusta ser reconocidas, temblamos ante la presencia de un enólogo, sabemos que nuestra fragancia nos ubicará en diferentes espacios.
Tememos el encierro que produce estar contenidas en botellas, somos infinitamente felices cuando estamos dentro del cristal transparente de una copa.
Hemos sido testigos de diferentes circunstancias.
Cautelosas, expectantes cuando una pareja brindaba por el encuentro, en ese instante nos transformamos en el vehículo que sabe encender las almas de quienes se aman con amor del bueno.
Circunspectas en el momento que se cerraba un negocio que traería bienestar a muchos.
Solemnes cuando el sacerdote bebía el vino de la misa.
Nuestra diversidad nos permite estar presentes en multiplicidad de eventos, en el brindis con champaña que cierra los festejos o en el que tu nos convoques.
Ya te conté bastante de mi vida, soy dulce cuando la situación lo amerita, tengo sabor a hiel cuando no puedes controlar los sentimientos que te acobardan y no te permiten disfrutar de la vida.
Tengo la suerte de acercarme a tus labios y transformarme en beso, beso codiciado o esperado.
No soy amiga de dar consejos, solo te pido que disfrutes de mi esencia en forma moderada.
No me tomes para paliar el dolor que te produce una pena, las consecuencias podrían ser letales.
Somos adultos, quiero lo mejor en tu paso por la vida terrena, te acompañaré siempre y cuando tu lo desees.

http://www.youtube.com/watch?v=QYk3RmCSE…

MIRADAS

A veces sufro porque no nos me tienes en cuenta, sin nosotros tu vida sería gris, velada, triste, plana.
Somos parte de tu rostro, la genética nos otorga diferentes colores, gris como el color de las nubes que lentamente se desplazan por el universo, más claras u oscuras todo dependerá de tu estado de ánimo.
Marrones o castaños idénticos a los granos de los cafetales que puedes encontrar en climas cálidos.
De color azabache como el que portan los caballeros templarios.
Parecidos a la miel que dejan las abejas en los panales.
Azules o celestes según hacia donde dirijas tu mirada, podemos parecernos a las profundidades del océano o en su defecto a un cielo diáfano.
Verdes como la esperanza que debería estar en el alma de todos los seres humanos que quieren ser, más que trascender.
A esta altura te habrás dado cuenta que somos tus Ojos.
Ojos que parecen rojizos cuando la ira te toma como prisionero.
Rojos cuando lloras por los episodios que no has pedido vivir, rojos cuando las lágrimas que nos nutren son consecuencia de las emociones.
Recibimos ordenes directas del cerebro, sin él no seríamos absolutamente nada.
A través de nosotros puedes atesorar en tu alma paisajes, no importa sin son fríos o cálidos, sabemos que estás dispuesto a asombrarte en cualquier circunstancia.
Nos alegramos cuando nos proteges de las inclemencias del tiempo utilizando gafas.
El viento o cualquier partícula que aquel trajera en su silbido, podría dañarnos.
Las muchachas jóvenes y las que no lo son tanto con maquillaje nos resaltan.
En nuestros párpados deslizan con sus dedos los colores del alba, las más osadas invocan al crepúsculo o a la noche.
Otras nos vestirán de colores plateados robados a los destellos de la luna.
La gama de colores es infinita, tan infinitas como las lágrimas que derramas.
Aprendimos a sonreír cuando tu lo haces, nos convertimos en mirada gélida cuando algo te desagrada.
Nos movemos mientras duermes, no lo notas, solo aparece la actividad en algunos estudios.
Con dolor e impotencia a veces venimos al mundo nublados, a esos seres especiales le enseñamos a mirar con el corazón, los sentimientos más puros van más allá de una mirada vívida.
No estamos aquí para pedirte ningún esfuerzo sobrehumano, tus pestañas nos protegen de cualquier daño.
No podemos reparar aquellos que dejan cicatrices en el alma.
Ningún científico ha podido reparar hasta la fecha esas lastimaduras que te acompañarán siempre.
Te pedimos que nos cuides, de esa forma podrás gozar de la lectura, escritura, pintura o simplemente observar la naturaleza.
Otórganos minutos de descanso.
No nos pidas más de de aquello que podemos darte.
No necesitamos cuidados especiales para acompañarte,
De ti depende vivir en la luz o transitar el camino de las tinieblas.

http://www.youtube.com/watch?v=BeJI9weVx…

OPUESTOS

Desde que renunciara a la dirección de una prestigiosa revista, Mar se ha dedicado a viajar.

A veces extraña el sonido del despertador, las corridas para llegar a tiempo al trabajo, el apuro para entregar la editorial que iniciaría la revista.

Conserva su departamento con vista al mar cercano al edificio para el que prestaba servicios.

Desde el ventanal observa el movimiento constante del agua, pese a que ha viajado mucho nada le fascina más que esa danza continua que inevitablemente morirá en la playa adornando la arena dorada con ondas de blanca espuma.

Su espíritu inquieto la llevó a retirarse cuando había alcanzado el reconocimiento mundial.

Tenía como único derrotero vivir más allá de cualquier pretensión material que obnubila a los seres humanos.

En el aspecto personal, el amor le había sido esquivo, pocos hombres toleraban que la mujer fuera una estrella reconocida por sus propios meritos.

Amó intensamente, fue correspondida, jamás aceptaría límites que le impusieran abandonar su vocación.

De sus amores recuerda lo bueno, lo otro no lo guardó en el baúl del olvido, simplemente lo dejó en un compás de espera, el olvido en el sentido literal de la palabra no existe, siempre aparecerá una frase, una imagen que le recuerde a quienes compartieron etapas de su vida.

Ernesto el dueño de la editorial suele pedirle colaboraciones para fechas especiales.

Siempre es convocada para brindar charlas relacionadas con su antiguo trabajo.

Ama el clima cálido pese a haber elegido un lugar frío para establecerse.

Después de un día de playa en una isla lejana ocupa una mesa de la terraza del hotel, desde allí puede observar a los surfistas, hombres valerosos que no le temen a la altura de las olas.

Mientras hidrata el rostro  bronceado sonríe, sin exponerse demasiado ha logrado un color que es admirado, tanto como su figura de diosa pagana oculta debajo de un colorido pareo.

No tardarán en traer a su mesa un jugo, la espera la utiliza para fotografiar un paisaje salido de un cuento.

El celular la saca del estado de ensoñación, Ernesto le pide que viaje a un sitio lejano, le recuerda que en pocos días se cumplirá otro aniversario de la revista.

No puede negarse, deberá interrumpir el descanso para viajar a un sitio remoto, es la única manera de obtener una nota que cautive a todos escrita con la sencillez que la caracteriza.

Descarga la memoria de la videograbadora, igual procedimiento para los celulares.

Tiene todo listo para partir al alba.

Como destacada profesional no duda en sacarse fotos con aquellos que la reconocen en la estación aérea, en pocas horas estará en su nuevo destino.

El lugar la impacta, está en los Jardines de Getsemaní, se siente pequeña ante tamaño paisaje, fotografía todo.

En la ladera sur del Monte de los Olivos dos seres con apariencia de mujer hablan, los atuendos que lucen si bien son etéreos son opuestos, una viste con colores oscuros que destacan la palidez de su rostro, la otra está cubierta de flores frescas multicolores, enciende el grabador.

Mar está escuchando a Vida y Muerte, no hay reproches, solo diferencias de concepción.

Una le dice a la otra que es su continuación, Vida no acepta fundamentos, esgrime su luz, cuenta a Muerte de las alegrías que significan estar vivos sin importar los avatares que eso conlleve.

Muerte y Vida no reparan en la presencia de Mar quien las ha retratado, cada una en su estilo opuesto tiene singular belleza.

Una pequeña piedra hará que Mar caiga desde muchos metros, Muerte sonríe como si fuera a obtener un trofeo.

Vida sabe que no tiene tiempo, sus brazos se convierten en alas, alas que sostienen a Mar para que regrese.

Nadie se declara ganadora, no era el instante para que Mar tripulara otro viaje.

http://www.youtube.com/watch?v=8iebndRX_FA

PÁJAROS SILENCIOSOS

La vida de Emma no es fácil, tan solo tiene catorce años, una adolescente de belleza singular, en su rostro de alabastro se destacan sus ojos color verde esmeralda.
Es la única hija mujer de una familia muy humilde, viven en una casa simple en medio de un paisaje montañoso.
Las necesidades de la familia la obligan a dejar la escuela y trabajar con el único propósito de tener una mejor calidad de vida.
Como una luz la figura de Emma recorre la vivienda que habita, reprende a sus hermanos cuando dejan algo fuera de lugar.
La madre pese a ser muy joven está aquejada de una enfermedad extraña, el padre un hombre rudo con los dos hijos varones se conmueve al ver a la joven.
Delgada se prepara con la ropa que va heredando como ayudante de cocina en una casa a la que no le falta nada.
Parece una princesa con sus vestidos a los que titubea en emparchar.
Se levanta al alba, es necesario que el menor concurra a la escuela, quiere otro destino para su hermano.
Si crees que te contaré la historia de una Cenicienta moderna temo decirte que estás en un error.
La vida de Emma parece sacrificada así ella tome obligaciones que no le competen a su edad lo hace con perspectivas de un futuro mejor.
Es feliz trabajando, sabe que todo suma, no le importa tener que recorrer el bosque para llegar a la vivienda de sus empleadores, encuentra belleza en el sonido de la escarcha que se quiebra a su paso, se embriaga con las fragancias de las especies arbóreas que pueblan el sitio.
Liz su mamá le ha hablado de un lugar que se parece mucho al balcón desde donde se puede observar la inmensidad del mundo.
El gorjeo de los pájaros le indica que deberá posponer la visita a ese sitio encantado.
Cumple con el trabajo que le encomiendan, no se amedrenta si tiene que suplantar a otra empleada, sabe que trabajando alcanzará la meta soñada.
Iris la cocinera le regala las revistas y libros que nadie lee, para Emma significan una fortuna en el camino del aprendizaje.
De regreso se hará cargo de las tareas propias de una casa, alimentará a su mamá, peinará los sedosos cabellos, acomodará las almohadas.
Escuchará una y otra vez la historia de ese lugar desconocido al que su madre refiere con lujo de detalles.
En el siguiente franco cumplirá sus anhelos, accederá al lugar en que sus padres se amaron por primera vez y para siempre.
Deberá subir una pronunciada pendiente para llegar a ese espacio majestuoso.
Pese al frío reinante hay profusión de flores, en silencio puede oír el trino de los pájaros.
Pasará bastante tiempo sentada en una roca, su mamá tiene razón está observando la naturaleza en todo su esplendor desde el balcón del mundo.
Paisajes majestuosos, hilos de agua transparente brincan sin cesar entre las rocas, música para acompañar sus sueños.
Un ruiseñor se balancea en las ramas vestidas de verde, no entiende por qué la melodía es tan débil.
Con las alas desplegadas cientos de pájaros silenciosos cruzan el cielo, ni el más excelso pintor podría haber plasmado semejante perfección.
Emma siente la angustia del regreso, ha conocido el espacio donde sus padres se entregaron al amor.
Corre desesperada, el lazo de terciopelo que sujetaba sus cabellos rojos se pierde, cabellos que se asemejan a una llama encendida.
Corre sorteando todos los obstáculos.
En esta ocasión no utilizará la puerta grande para balancearse.
Agitada sube las escaleras que llevan al cuarto de su madre.
Bella, reposa en la cama, la mano débil se extiende, aprieta entre las suyas las manos laxas de su madre, ha llegado a tiempo para despedirla, por ella será una mujer fuerte.

http://www.youtube.com/watch?v=G-kJVmEWW…

AMOR EN OTRO PLANO

Soy Selene quiero contarles que el ascenso para reencontrarme con mi esposo no tuvo mayores dificultades.
No puedo explicar como quedaron en el sillón ubicado cerca del hogar el libro y mis lentes.
Una fuerza superior logró que atravesara la puerta sin necesidad de abrirla
Las hamacas de mi nietos sostenidas entre los árboles habían desaparecido, en su lugar había instalada una escalera de cristal, pude observarla con nitidez ya que las luces del alba clareaban el cielo antes oscuro.
El silbido del viento había desaparecido, una tenue brisa movía las gasas etéreas de mi nuevo atuendo, reparé que tenía los colores de la luna cuando brilla en el cielo, inmediatamente supe que el amor de mi vida tenía que ver con el cambio, su Selene se elevaba para encontrarlo.
El aroma a rosas embriagaba mi alma.
Un tímido rayo de sol iluminaba mi camino.
Percibí que no estaba muerta, los latidos del corazón así lo indicaban.
No tuve miedo, sentimientos de paz y esperanza me embargaban otorgándome libertad para concluir mi tarea.
No sé cuanto demoré en ascender, la fragancia de las flores fueron compañía constante.
Más allá de las nubes no visualizaba nada, en ese instante los ángeles fueron apareciendo, visión maravillosa, difícil de explicar con palabras.
Sentí caricias aladas.
Por mi rostro rodaron las primeras lágrimas, lágrimas que no significaban tristeza, eran expresión de emoción al saber que volvería a estar junto a mi amor eterno.
Me refugié en sus brazos, mis dedos recorrían cada rasgo de su rostro amado, me detuve un instante en su boca, respondí como antaño el beso apasionado.
En este espacio atemporal se esfuman las líneas que señalan el tiempo, tatuajes que parecerían eternos.
Volvimos a ser cual dos enamorados adolescentes, seres atemporales que tenían todo el tiempo del mundo celestial para hablar de aquello que había quedado pendiente en la tierra.
Nuestro refugio compartido serían las estrellas.
Les cuento que ser atemporal tiene sus ventajas, no se mide el tiempo que a los terrenales acorrala, se disfruta estar con el ser elegido, sin prisas, sin pausas.
No fue necesario que le contara mis experiencias en la vida terrena, siempre me había cuidado y lo siguió haciendo desde otro plano, cuidados que se extendieron a la familia que habíamos formado.
Mi sol estuvo y está pendiente de mí en esta nueva etapa, los dos adquirimos experiencia.
Sabemos que en la tierra atribuyen mi desaparición a causas sobrenaturales, el caso fue cerrado, instancia que nos permite seguir amándonos proyectando la luz con la que hemos sido dotados para iluminar el camino de los que jamás perdieron o perderán la capacidad de soñar.
Concluye la historia de Selene, junto al amor de su vida.
Resguardaremos los futuros eventos que se produzcan, somos dos seres que aprendieron a amarse en la tierna y anhelan continuar el idilio eterno en cualquier punto del Universo.

http://www.youtube.com/watch?v=6Q9fBU5IC…

FLORES EN EL CABELLO

En este juego de palabras cuyos protagonistas serán un hombre y una mujer, los actores no tendrán nombres.

No creas que estoy resguardando identidades, nada de eso, han trascendido tanto los sentimientos que no tiene razón de ser bautizarlos.

Puede ser tu historia, la de otros, la mía o simplemente realidad o ficción.

La casualidad los cruzó una noche de letras en intercambios.

La red es generosa cuando se utiliza con fines transparentes de lo contrario se transforma en una pesadilla que no merece ser contada.

Kilómetros de distancia separaban a la pareja.

En principio las conversaciones vía Internet fueron como cualquier otra, solo que en este caso especial signaría la vida de dos personas.

Conversaban vía chat de cualquier tema, a medida que pasaba el tiempo fueron contándose sus propias vivencias.

El le contaba de la belleza del un océano, más frío que el que ella conocía, iguales y majestuosos, idénticos color azul en un punto hasta donde solo llega la mirada, las aguas se confundían con el cielo diáfano.

Cada día que pasaba era mayor la necesidad de conectarse, el amor triunfal había llegado.

Como todo en la vida terrenal surgieron las dudas, no es lo mismo la vida real que la virtual.

Este caso fue una excepción.

¿Quieres saber si se sintieron acosados por los temores?

La respuesta es una afirmación.

Pudorosos intercambiaron las primeras fotos, paisajes que ayudaban a que ese amor naciente se fuera concretando.

Ninguno de los dos tenía apuro por concretar los sueños aún cuando reconocían en la intimidad de la red que las almas se habían encontrado.

No pasaron muchos meses hasta que él decidió dar el primer paso, un hito en el que consolidarían la vida en común.

Te dije que los protagonistas de esta historia pueden vivir en cualquier parte del orbe.

Cuando conocí los episodios que había logrado tener una vida compartida pensé en los milagros.

Mucho se critica a los amores virtuales, otros muchos no entienden que se puede amar aún cuando la distancia separe en la realidad.

Distancia que no alcanza a desligar el latir de dos corazones que se aman.

Hace tiempo que despiertan cada día juntos.

La pasión coronó el encuentro hace un tiempo, no importa cuanto.

Tienen los mismos sueños, se cuidan amorosamente, comparten segundos, minutos, horas al enfrentar un nuevo día.

¿Te preguntas si es un amor idealista?

¿Te preguntas si nunca han discutido?

Claro que discuten como cualquier pareja, el tema principal es dejar que prevalezcan los sentimientos.

Sentimientos que honran cada día, cada noche cuando el fuego se enciende.

El amor los acunó, ayer, hoy, siempre.

De nada vale que te cuente más detalles.

Cuando dos almas comulgan no tiene sentido pensar en aquellos.

La primera flor que ella lució en el cabello cuando se encontraron descansa en las hojas de un libro, sin modificaciones, está fresca, observando con atención, se pueden ver las gotas de rocío, muy parecidas a las lágrimas de emoción que produjo el encuentro.

http://www.youtube.com/watch?v=UjCw7qulzkQ

TIEMPO PARA EVOCAR

Selene pasea por los jardines de la amplia mansión que habita, en el parque poblado de árboles muestran su desnudez al universo.

Un gorrión tímidamente gorjea, es tan pequeño que teme por una eventual caída, pese a lo diminuto el ave muestra su destreza saltando de una rama a otra.

A un costado cerca de los canteros se ubican los juegos de sus nietos, en ese instante los recuerdos aparecen, nítidamente observa la figura de los niños en la calesita, los más grandecitos ríen en el sube y baja, ve las manitas de los que se mecen en las hamacas.

Imposible no derramar las primeras lágrimas los pequeños hace tiempo residen en el exterior.

Los ve todos los días a través del monitor de la computadora, escucha sus voces, los te quiero metálicos no alcanzan para paliar la tristeza que la aprisiona al no poder abrazarlos, besarlos.

Los hijos insisten con la venta de la propiedad, con ellos se sentiría más acompañada, dejarían de ser una familia desmembrada.

Ante el requerimiento de aquellos les dice que jamás abandonará esa casa, allí vivió con el amor de su vida, cumplió el sueño de formar una familia, fue madre, ese es su lugar, no lo dejará hasta que parta.

La brisa mueve los pétalos de los ciclamen, puede afirmar que nunca había visto los colores del crepúsculo tan hermosos, siente frío, la suave brisa se ha transformado en viento.

Es hora de ingresar a la vivienda, pese a que la zona es tranquila asegura puertas y ventanas.

No tiene apetito, beberá un jugo, no le agrada cocinar para ella sola, tampoco siente deseos de usar el microondas para calentar la comida preparada con antelación.

Las gotas de café caen en el recipiente cristalino de la cafetera, más tarde se servirá un pocillo, sin azúcar tal cual se acostumbró a beberlo con el único hombre que le otorgó sentido a su vida, hoy no está más que en los recuerdos.

El fuego encendido no es suficiente, agregará unos leños, el crepitar de los nuevos forma chispas, inmediatamente tomarán el color rojizo, rojizo, encendido como aquellas pasiones compartidas.

Cierra las cortinas, ya no le atrae la llegada de la noche solitaria, solitaria como su espíritu.

El sillón está cerca de la chimenea, leerá hasta que pueda entregarse al sueño.

Siente cansancio en la vista, por un momento deja el libro en su falda.

Cierra los ojos quiere evocar a sus amores, temprano lo escuchó vía Internet.

El reloj de péndulo marca el tiempo, cada hora es un sonido que no la distrae.

Aparentemente ha entrado en un sueño profundo.

Doris la asistente, apura el paso, no quiere llegar tarde después de dos días de descanso.

Revisa el bolso, no encuentra las llaves, llama a la puerta reiteradamente,

La inquietud la invade, solo silencio.

No puede observar nada por las ventanas, algunas tienen las persianas bajas, otras las cortinas corridas.

Las autoridades ingresan a la casa, no ha vestigios de la dueña.

Piden refuerzos, metro a metro la casa es revisada, no ha quedado un solo lugar sin inspeccionar, en la cocina la cafetera silba, el café está derramado fuera del recipiente, no hay ningún signo que indique que la casa fue violentada.

Los leños están apagados, en el sillón descansa el libro que leía su dueña, sobre las páginas los lentes.

Han pasado varios días, nadie ha sido capaz de dar con el paradero de la moradora de la mansión, otra vez el péndulo del reloj emite su sonido, pareciera un pedido de auxilio.

Los meses transcurren el enigma de la mujer solitaria aún no ha sido resuelto.

http://www.youtube.com/watch?v=zcGdP1LidDs