Monday, January 27, 2014

TRANSFORMACIÓN



En la estación de servicio mientras carga combustible pregunta respecto a la seguridad de la nueva ruta.
Sabe que por allí ahorra cien kilómetros que le permitirán reunirse más rápido con quienes no saben de su llegada.
Consulta el reloj mientras proceden a dejarle el parabrisas inmaculado.
Con suerte arribará antes que la noche despida al crepúsculo.
Traba las puertas, el aire acondicionado le permitirá viajar cómoda.
Ajusta el cinturón de seguridad.
Reconoce que no le agrada viajar sola por caminos que no conoce, sin embargo quiere sorprender a los invitados.
Hace más de un año que no se ven, se mantuvieron comunicados por distintos medios, no es lo mismo que sentir la tibieza del abrazo de los amigos.
Ha visto los avances de Luciana la primera hija de su amiga, más que amiga Astrid es una hermana.
Puede afirmar que ambas se conocen más que si mismas, solo basta una mirada para comprenderse.
Se dispensan el afecto perfecto desde la más tierna infancia.
Los avatares de la vida las separaron físicamente, el amor fraternal nunca se disolvió, podría decirse que la distancia lo acrecentó.
Se siente plena colmada de felicidad ante la proximidad del reencuentro.
Sobre el asiento del conductor lleva el dinero para abonar el peaje.
El empleado le dice que encontrará otro en la bajada, le pide que tenga precaución ya que por la ruta suelen cruzarse animales de distintas especies.
Junto con el vuelto le entrega una promoción de una gomería.
Aún puede escuchar el rumor del mar.
La cinta asfáltica al no ser transitada por vehículos pesados está intacta.
No necesita aumentar la velocidad, el tiempo acompaña, ni una sola nube adorna el firmamento.
Observa a los costados campos de girasoles, esbeltos con su rubia cabeza buscan los últimos rayos de sol.
Sonríe al evocar otros girasoles, girasoles en los que se inspiró su pintor favorito.
Más adelante encontrará una tupida zona boscosa.
Apaga el aire, desea sentir la fragancia de los árboles inundando con su característico aroma  la camioneta.
Un escalofrío recorre el cuerpo de la viajera, no desea detenerse para buscar un abrigo liviano que descansa en los asientos posteriores
Llama su atención que ningún auto atraviese el camino en sentido contrario.
El balance del auto indica que ha pinchado un  neumático, no hay carteles que señalen la existencia de ningún taller.
Deberá proceder al cambio de aquel.
No le demandará más que unos minutos, estaciona con cuidado sobre la banquina.
Busca la caja de herramientas en el baúl.
La sensación de temor lejos de irse va aumentado, lo atribuye a la soledad del lugar.
Trata de no pensar, intenta relajarse sin lograrlo.
En el instante que va a subir al auto observa un pequeño cachorro de puma.
Tomará la decisión de devolverlo al bosque, mientras lo porta en sus brazos queda encandilada con la belleza del pumita.
No tardará en aparecer la madre del cachorro, un ejemplar adulto de gran porte.
El miedo se transforma en terror, lentamente se arrojará al suelo, quedará quieta para no ser lastimada.
Jamás pensó pasar por semejante situación tiene la cara cubierta de perlas de transpiración, las lágrimas brotan como si fuera un manantial.
Desea controlar el ritmo alocado de su corazón.
Horrorizada piensa que el animal la puede atacar.
Inmóvil siente los gruñidos demasiado cerca, dejará que sientan su olor.
El tiempo parece haberse detenido en el peor instante de su vida.
Siente las garras sobre una de sus botas.
Al recobrar el conocimiento está instalada en una cabaña.
Ema es dueña de la reserva que se encuentra a pocos pasos del ingreso al bosque.
Mientras la visitante se repone, le cuenta que hace años está instalada en el lugar, la tranquiliza diciéndole que los pumas no atacan ya que han nacido en ese espacio.
Monitorea el desplazamiento de los animales con cámaras de seguridad, ofrecerá a la joven hablar por radio con quienes la están esperando.
No lo hará dado que desea sorprenderlos.
Ema la acompañará hasta la ruta insistirá para que se quede.
Es noche cerrada.
Las estrellas titilan en el universo.
No repuesta del momento que vivió decide seguir su camino.
Quiere borrar de su memoria la mirada del felino.
El camino indica una curva cerrada.
Aterrada pierde el dominio del auto, caerá desde un barranco de respetable altura que culmina en un río correntoso.
Un automovilista avisa del accidente, varias patrullas concurren al lugar del siniestro.
Han pasado varias semanas, el río fue recorrido en ambas márgenes, no hay vestigios ni del vehículo ni de la conductora.
Se dan por finalizadas las tareas.
El alarido de un puma sobresalta a los hombres destinados a la búsqueda de la mujer.
En la reserva Ema cura las heridas de una hembra de puma que desde hace días encontró su nuevo hábitat.


http://www.youtube.com/watch?v=ejbWlc0FJ6o

No comments: