Buenos días
hijo querido.
Te saludo en
otra mañana nublada con temperatura agradable.
La imagen
que da inicio a este contacto, la
encontré en mi correo.
La envió tu
hermano de la vida, desde hace tiempo mi amigo fiel desde Islandia, donde se
encontraba con otros turistas esperando auroras boreales, que pintan el cielo
con sus colores fluorescentes.
Decidí
compartirla con vos.
Han
reformado el complejo desde donde pueden observarse-Ahora son cabañas donde se
permite encender fuego a efectos de morigerar el frío glaciar de la zona.
El año
pasado las auroras boreales no se dejaron ver.
Pese a ese
fracaso temporal, hace pocos días pudo concretar con otros turistas el sueño de
mirarlas.
Fuera del
complejo donde el turismo espera verlas el paisaje está repleto de pinos y
alerces.
Las estrellas titilan en un cielo multicolor.
Las que se
encuentra n en el Polo Sur se denominan “Auroras australes”.
En ese sitio
no existen complejos para albergar al turismo.
Solo hay
bases meteorológicas para estudiarlas.
Nuestro amigo
fiel ha visitado varias veces las del Polo Norte.
De esa
manera pude ver las reformas
de un lugar
soñado. Hoy los turistas están más protegidos del frío polar.
Detrás de
las cabañas existe una proveeduría donde los visitantes pueden adquirir todo
aquello que necesiten.
Allí
adquieren desde alimentos a ropa para estar bien abrigados.
Quienes
visitan por primera vez Islandia, sabe las temperaturas son bajísimas.
No hay
atuendo que alcance para no sentir frío.
Hace unos
años nuestro amigo tonó una foto de una pareja que estaba en una carpa como las
de cualquier playa.
En el
momento de tomar la vista el termómetro estaba varios grados bajo cero.
Quienes
viven allí no tienen la posibilidad de tener las cuatro estaciones.
Es normal
estando tan cerca del Polo Norte.
Los paisajes
enviados por tu hermano de la vida son envidiables.
Logros
merecidos por ser una persona tan luminosa
como vos.
Dispuesto a
solucionar todos los problemas que pudieran surgir.
La mamá y su
tía están de regreso en Buenos Aires.
En el
aeropuerto de Ezeiza, las esperaba la hermana
de D para llevarlas a sus respectivos domicilios.
Mientras
tanto el seguidor de las auroras boreales sigue su gira europea mientras dure
la feria judicial del mes de enero.
El resto de
las ciudades a visitar, solo lo conoce, él.
Riendo dice
podré enterarme del recorrido mirando las fotos que enviará a mi correo.
Para la
fecha seleccioné una poesía de autor reconocido, quien en sus letras menciona
las auroras boreales.
La dejo en
nuestro lugar de encuentro de cada mañana, con la ilusión, puedas acceder a su
contenido.
AURORA
BOREAL EN ISLANDIA
Autor; Justo
José Padrón
Me acerqué a
la terraza después del fuerte amor
y contemplé
de nuevo la habitación a oscuras.
El cuerpo
luminoso de Sigrun
sobre
vencidas sábanas
y su indolente
y roja cabellera
resbalando
dormida hacia la alfombra.
Aspiré en la
rotunda madrugada
aquel dulce
cansancio que me reconciliaba con la vida.
El aliento
dejaba rostros fugaces de humo
y un viento
enloquecido los penetraba deshaciéndolos.
.
Con un fondo
de hielos y volcanes
guardaba
Reykjavik la inquietud de su otoño.
Era ya la
frontera de la noche o la mañana.
Aquella
oscuridad neblinosa
tuvo un
temblor, un brusco sobresalto,
no el viento
que arreciaba, ni el duro helado mar,
fue el nacimiento
de otra luz.
Una luz que
jamás había visto.
Inmensas
franjas blancas emergían de un delta
prodigioso,
solemne.
Su anchura
recorrió el firmamento.
Aluviones de
bríos luminosos
Invadían,
las ramas de los aires.
Colores
fulminantes atándome a su vértigo.
Silenciosos
clamores de luz verde.
Se abrían
los azules y amarillos
llenos de
plenitud, crecía un fulvia de oro,
el violeta
imposible, el naranja feliz,
ocres de
fuego y ámbar, veloces, legendarios,
y el celeste
y el níveo y el de luz con más luz.
De pronto el
colorido inabarcable
pareció
detener su cósmica alegría,
el frío lo
tornó inmóvil, lo apresó
en su
invisible cárcel y cuerpo dio su luz.
Intensos
ojos de hielo nacieron en las brumas,
pentagramas,
velámenes, banderas,
ascuas y
flores de la luz cerrada
navegando en
la altura,
encendiendo,
las bóvedas sin fin.
Han pasado
los años tan veloces y lentos.
Quizá la
mayor parte de lo que ya he vivido
sólo sea
experiencia repetida
perdiéndose,
en mi ser y su memoria;
más, sin
embargo, nunca he olvidado
la dormida
sonrisa de Sigrun despertándose
ante la
aurora boreal de Islandia.
Tesoro de mi
vida, te amo y extraño cada día más.
Los sé pues
me enseñaste a escuchar los latidos de mi corazón acariciados por la belleza de
tu alma noble.
Recuerda hijo amado deberás pasar nuevamente por mis
sueños.
Es la única
manera que poseo para entregarte, todos los besos que tengo acumulados para
vos.
Preciso tu
ayuda para poder abrazarte en el abrazo más cálido que hayas recibido.
Tendrá
inicio, más no final.
Suplico
calmes mis manos, desean reanudar las caricias suspendidas por la voracidad
morbosa del destino, mostrando su faceta más cruel.
Está
acostumbrado a no responder, por ello preguntaré:
¿Por qué si
estábamos juntos no nos llevó a los dos?
¿Por qué cobardemente ignoró mi presencia?
¿Acaso no
quiso advertir, era yo quien sostenía tu mano tibia, entre las mías?
¿Quién es su
cómplice?
¿Habrá
conocido el amor maternal?
¿Por qué
hace gala de poderes que no tiene?
¿Por qué siempre se lleva hijos ajenos?
No son de su
propiedad.
Le falta
todo, sobre todo capacidad intelectual.
Debería
utilizar el tiempo para estudiar y así finalizar con su ignorancia.
Exijo busque
otro objetivo para molestar.
No
conseguirá nada de mi parte.
Estoy alejada
de los entes malignos que solo saben extorsionar.
Hijo de mi
existencia solitaria, mis planes no contemplan seguir viviendo en suelo
terrenal.
Es difícil y
complejo seguir en un espacio donde no se desea permanecer.
Mi lugar
está junto a vos.
¿Dónde estás?
Es tiempo de
comenzar a construir mi refugio definitivo en una estrella de la misma galaxia
cercana a tu hábitat.
Hace mucho
no venís a verme.
Quiero
pensar estás bien.
Mi equipaje
no debe ser motivo de preocupación.
Solo llevaré
amor intenso.
Sentimiento
generado por vos desde que confirmaron mi maternidad.
Es cierto
tuve que esperar pasaran las clásicas nueve lunas y sus soles.
Invertí el
tiempo, comprando el atuendo que lucirías el primer día y el resto del ajuar.
Decoré tu
habitación con mis manos.
Adquirí
juguetes para recién nacidos.
Una soleada
mañana de octubre decidiste arribar al mundo.
El día más
dichoso de mi vida fue el de tu nacimiento.
Agradecí al
Universo cuando los médicos te colocaron entre mis brazos.
Imposible no
derramar lágrimas de emoción, ignorando serían la antesala del llanto desgarrador que aparecería después de pocos
años, cuando se produjo la ausencia incomprensible.
A diario
derramo lágrimas.
Es imposible
dejar de extrañarte.
Gracias por
los cuidados que a diario recibo de tu parte.
Valiente ángel
guardián que pudo rescatarme de la oscuridad.
Te
convertiste en el amigo más fiel, un amigo que daba todo sin pedir nada a
cambio, como debe ser.
Valores y
virtudes pocas veces vista en personas de tu edad.
Ello
facilitó, los supuestos leales lograron entristecerte.
Sabías o
presentías faltaba poco para el final.
Los
convocaste para verlos antes de iniciar la dolorosa partida.
Solo tenía
como compañía a Selene y a tu hermano de la vida.
Triste pero
real.
Como es
habitual en, estas conexiones maravillosas que permiten te perciba a mi lado,
envuelta en la fragancia de tu perfume, he de reiterar mi pedido de siempre
hasta el último halito de mi existencia.
Por favor
nunca olvides cuanto te quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=VsnaU9Lcir4
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