Thursday, May 29, 2014

ALUCINACIONES



La casa que habita está erigida en un lugar soñado.
Duda que el mejor paisajista de todos los tiempos hubiera podido plasmar en la tela tanta belleza.
La naturaleza ha desbordado hermosura en ese sitio tan alejado de las grandes urbes.
Ríos cristalinos le cantan a las piedras.
Lagos quietos cual espejos silentes permiten que los picos más altos se reflejen en el agua.
Garzas y flamencos en la orilla obsequian al caminante la esbeltez de sus figuras.
Flores silvestres asoman en el verdor de las hierbas.
Detrás comienza un camino serpenteante que lleva al bosque casi inexplorado.
Entrar en estado de contemplación.
Árboles frondosos abrazados siempre gracias a sus hojas perennes que impiden se filtre la luz del sol.
En los huecos de las especies más añosas, las ardillas conforman un concierto.
Sonidos suficientes para convocar a los ruiseñores quienes no dudarán en entonar graciosas melodías.
Un mundo ideal en el que conviven  hadas y duendes.
Un sitio donde se puede escuchar la caída de una gota de lluvia, el crujir de las hojas desprendiéndose de las ramas.
Caerán  a la tierra, en su vuelo formarán figuras casi imperceptibles para quienes no se atreven a proceder a la apertura del alma.
La brisa acompasada propicia una danza tenue.
Siente frío, es hora de regresar.
Agitada asciende el camino que la llevará a las puertas de su hogar.
Bello espacio , en su interior alberga las emociones de su propietaria.
Está sola.
Enciende los leños del hogar.
El crepitar del fuego la lleva a recordar episodios de un pasado reciente.
Espera que el calor de aquel torne la casa en el mejor receptáculo.
En esta ocasión no beberá café, no desea perturbar el sueño.
Elegirá el sillón de siempre.
Afuera el cielo tiñe con colores púrpuras y magentas el cielo límpido otorgándole el escenario perfecto a la aparición fulgurante de la luna.
Elegirá ropa cómoda antes de entregarse a la lectura.
Instalada en su sitio favorito dedicará el tiempo a recorrer las letras del autor qqe sabe cautivarla desde hace un par de años.
Tranquila,  confortable no advierte que la brisa del bosque comienza a transformarse en viento furioso que ruge haciendo vibrar los cristales de las ventanas.
Es el instante preciso de bajar las persianas.
Seguirá leyendo sumida en una paz  profunda.
No tardará en quedarse dormida.
El silencio domina la escena.
Duerme tranquila, acompasados los latidos del corazón acompañan.
El libro reposa sobre la falda.
No siente el temblor de su propio cuerpo.
No la despiertan las lágrimas que ruedan por las mejillas, ni siquiera las gotas de frío gélido producto de la traspiración que recorre su figura.
No advierte que tiembla como una hoja presa de la furia del viento.
Los espasmos son recurrentes.
Imágenes claras pueden compararse con fotografías recién reveladas.
Sin notarlo cierra los puños, las uñas lastimarán las palmas de sus manos.
La congoja lejos de despertarla la lleva al abismo de los sueños imperfectos.
Lucha contra la miseria de los terrenos que en estado conciente interfirieron en su vida.
Siente el cuerpo atado al sillón elegido para disfrutar de una jornada de pacífica lectura.
Las correas se multiplican amarrando el cuerpo etéreo.
Quiere despertar, no lo logra.
La pesadilla se apodera del alma noble, sin querer ha descendido a sitios donde la oscuridad es reina.
Pasados unos días los vecinos ante la ausencia de la moradora formulan la denuncia.
Las autoridades deberán violentar el acceso a la casa para ingresar en ella.
Nada hace pensar en un episodio de violencia, todo está ordenado.
Al inspeccionar el salón encontrará cenizas de aquello que fuera fuego.
En el sillón un libro que se presume la moradora estaba leyendo.
Un río de sangre orienta a los investigadores hacia un asesinato.
Todas las teorías son prontamente descartadas, no hay signos de violencia en ninguna parte.
El misterio no se resolverá hasta que algún detective pueda descifrar las páginas del libro “Alucinaciones y los miserables”


1 comment:

Devendra said...

Me parece increíble que aun sigas por aquí. Siempre es un placer leerte, tenia tiempo sin pasar por aquí, y ahora que lo hago no parece a ver mucho cambio. Me sigue encantando todo lo que escribes.

Un besos