Buenos días
hijo querido.
Te saludo en
una mañana extraña.
Comenzó
lloviznando. Ahora está despejado.
No recuerdo
haber visto otras jornadas similares.
El tiempo se
comporta de una forma muy rara y nos sorprende,
con sus
cambios.
Buscando en
el archivo de fotos, encontré la imagen
que da inicio a esta conexión.
La tomamos
desde la ventana del hotel donde nos alojábamos en Río de Janeiro en la
República Federativa de Brasil.
Desde la
ventana se veía la Luna iluminando las palmeras ubicadas sobre el mar.
Apagamos las
luces interiores del departamento para ver brillar a Selene rodeada de
estrellas.
Recuerdo en
un momento desapareciste.
Te encontré
durmiendo en tu habitación, debido al
cansancio producido por la práctica de deportes náuticos durante la mañana y
antes del crepúsculo.
Solo
descansabas en las horas de la tarde, cuando no es recomendable ir a la playa
por la intensidad de las temperaturas.
En aquel
entonces me costaba mucho no dejarte salir por ese motivo.
Amabas el
mar.
Si de vos
hubiera dependido, nunca hubieses salido del agua.
Por suerte
tus enojos eran pasajeros.
Con la más
bella de las sonrisas los dabas por finalizados.
Siempre
trato de elegir vistas que sé, serán de tu agrado, pese a la distancia temporal
que nos separa.
En este
preciso instante me gustaría estar a tu lado, en el Universo donde pienso,
estás.
El
territorio de Poseidón, se había constituido en tu mejor amigo.
Gozabas de
esos lugares donde aprendiste todo aquello que conocías sobre natación.
Para ello
contratábamos instructores.
Mi alegría
era verte pletórico de felicidad realizando todo aquello que te gustaba en tu
vida deportiva.
Un
adolescente feliz.
Sabías
transmitir tus estados de ánimo a todos los seres que te querían de verdad con
amor sincero,
Jamás oí te
quejaras por una traición.
Era
perceptible en tu mirada vidriosa.
No te
preguntaba qué había pasado. Dado solo bastaba mirarte a los ojos.
Demasiado
joven para percibir tanto sufrimiento, carente de sentido.
Leal, los
querías sin máscaras.
Siempre
respondías con uno de tus axiomas.
“Nada dura
para siempre, ma”.
De esa forma
cerrabas la conversación que producía heridas en tu corazón.
Pese a tu
ausencia temprana fuiste feliz.
Aquello que
te producía heridas en tu alma, lo guardabas para vos.
Después de
un tiempo solías comentármelo.
Evitaba
realizar comentarios sobre esos temas, tan tremendos para aquellos que dan su
cariño sin pedir nada a cambio, como debe ser.
Tu
comportamiento era impecable.
Para la
fecha elegí frases y citas de autores reconocidos, quienes en sus letras
refieren a la Luna y las estrellas.
Las dejo en
nuestro lugar de encuentro de cada mañana, con la intención puedas acceder a su
contenido.
“Apaga la
luz, eleva la mirada y asómate al universo en una noche estrellada.
(Alberto
Corral)
Alzar la
vista hacia el cielo en un lugar donde todavía se pueda apreciar su oscuridad.
La danza de las estrellas a través de la noche brilla en nuestros ojos haciendo
que nos perdamos en la inmensidad de lo verdaderamente profundo.
(Ángela
Cortes Hurtado)
La danza de
las estrellas a través de la noche brilla en nuestros ojos haciendo que nos
perdamos en la inmensidad de lo verdaderamente profundo, haciendo que queramos
capturar el momento y aprenderlo hasta el punto de poder reconocerlo la noche
siguiente.
(Ángela
Cortes Hurtado)
La Luna es
un enorme cenicero de plata repleto de los restos que esparcen los puros de los
dioses del Olimpo. Si los dioses del Olimpo no usaran nuestra Luna nevaría
ceniza sobre la Tierra.
(Antonio
Noya Peña)
Infancia con
luciérnagas en muros y veredas que conducían hacia arcanos rincones donde la
vista era excitante experiencia de brillo sobre el tapiz oscuro del tejido del
universo infinito. La Vía Láctea deslumbraba... Ya no hay luciérnagas, ni Vía
Láctea.
(Antonio
Noya Peña)
No abráis la
tapa agujereada de la caja de los gusanos de seda? No les privéis de sus
particulares estrellas.
(Antonio
Noya Peña)
¡Abajo las
luces! ¡Arriba las estrellas!
(Carlos
Herranz)
és quan és
fosc que hi veig clar!
(Carme
Busquet Vila)
Esas noches
cuando me asomo a contemplar las estrellas y veo todos los luceros de la Osa
Menor, me doy cuenta de lo afortunada que soy al contemplar un cielo oscuro,
sin contaminación lumínica. Ojala fuera posible desde cualquier geografía.
(COSMOFISICA)
Sólo bajo el
brillo de las estrellas el hombre se da cuenta de su pequeñez y puede
reconciliarse con la naturaleza
(David Núñez
Urbieta)
Desde aquí
no te veo, pero se que estas. Volveremos a encontranos. Entonces, pintarás el
cielo acariciando árboles y montañas. Quisiera verte, pero hay otras luces que
te apagan. No te veo, Vía Láctea, pero se que estas.
(Francisco
Rodríguez)
¡Solo en la
oscuridad brilla la luz!
(Idoia
Ordorika)
No se puede
escuchar música sin silencio, no se pueden ver las estrellas sin oscuridad.
Silenciemos las luces para escuchar la música de las estrellas
(Iratxe
Etxebarria)
Tesoro de mi
vida solitaria, te amo y extraño cada
día más.
Lo sé por
haber aprendido a escuchar los latidos de mi corazón acariciados por la nobleza
de tu alma bella.
Recuerda mi
querido deberás pasar nuevamente por mis sueños, es la única manera que poseo
para entregarte todos los besos que guardo para vos.
Preciso tu
ayuda para poder estrecharte en un abrazo muy cálido.
Tendrá
inicio carecerá de final.
Te ruego
calma para mis manos, exigen y con razón reanudar las caricias suspendidas por
la voracidad morbosa del destino, mostrando su cara más cruel.
Un gran
extorsionador de quien hoy no diré nada más, pues mis lectores saben aquello
que pienso de su supuesta fama.
Hijo de mi
vida solitaria, en mis planes no está la remota posibilidad de seguir viviendo
en suelo terrenal.
Es muy
difícil y complicado continuar en un espacio donde no se desea permanecer.
Mi lugar
está junto a vos.
Es hora de
dar comienzo a la construcción de mi refugio definitivo en una estrella de la
misma galaxia, cercana a tu hábitat.
¿Cuándo
vendrás en mi búsqueda?
Te espero
con ansiedad.
En mi
equipaje solo llevaré amor, sentimiento inspirado por vos desde el momento que
confirmaron mi maternidad.
Sentí
orgullo por cumplir el sueño de toda mujer, ser madre por primera vez.
Debí esperar
el tránsito de las esperadas nueve lunas y sus soles.
Llegaste a
mi vida una soleada mañana de octubre.
Agradecí al
Universo
haberme
regalado la jornada más dichosa de mi existencia, el día de tu nacimiento fue
el más dichoso de mi existencia.
Tenerte
entre mis brazos trajo todas las emociones que hicieron derramara lágrimas de
felicidad.
Jamás pensé
tu paso por la tierra sería tan corto.
Imposible
acostumbrarme a no tenerte.
Desearía
verte ahora para contarte de la grandeza del amor que te profeso.
Agradecerte
todo lo que realizás por mí.
Preguntarte
si has recibido las muestras de amor que envío al Universo.
No alcanzará
la vida para agradecer tu valentía en el momento de quitar los escombros que me
cubrían luego de tu partida y rescatarme de la profundidad oscura de los
abismos
cenagosos.
Como es
usual en estos contactos maravillosos que permiten te perciba a mi lado, he de
reiterar mi pedido de siempre, hasta el último segundo de mi vida.
Por favor
nunca olvides cuanto te quiere,
Mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=ydKwY0tqAXQ
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