Monday, June 10, 2013

ESCOMBROS



El micro lo deja en la terminal, desciende con pasos cansinos.
Durante el trayecto se preguntará una y mil veces para qué volvió.
De la antigua estación de ómnibus solo queda una garita donde se compraban los boletos, hoy es utilizada por personal de seguridad con moderno equipamiento.
Espera le entreguen la vieja maleta, mientras tanto observa sin mirar.
Pedirá un vaso de agua, el analgésico morigerará los dolores físico, no hay medicamento que pueda brindar un poco de paz a los escombros que laceran el alma.
Han pasado treinta años de la última vez.
Recorrerá el barrio que lo viera nacer.
Aturdido mira casas que ya no están, los nuevos edificios tienen una altura imponente.
Lentamente dobla la esquina, el horror se pinta en su rostro, la casa vieja, la que compartiera con sus padres es un montón de escombros, han sobrevivido las enredaderas, un bugambilia color carmesí y la glicina, ambas resisten morir, permanecen abrazadas al resto de las columnas que en poco tiempo la topadora derribará, el resto es destrucción.
Por su cuerpo ha pasado una topadora imaginaria, una topadora que dejo cicatrices imposibles de sanar.
Recuerda la noche de junio de mil novecientos setenta y nueve, eran épocas difíciles para los que llevaban una vida noctámbula.
Buscaba la manera de divertirse con sus amigos, botellas de licor y el perfume barato de una ocasional mujer.
El mazo de cartas gastadas hablaban del tiempo, cartas que habían sido divertimento para otros que como él escapaban a la soledad.
Por los dados también había pasado el tiempo feroz, el cubilete que alguna vez fue de cuero brillante estaba ajado, los parches tapaban el trabajo de repujado.
Muchas veces soñó que el caballo labrado en el cuero tomaría vida, vida que lo transformaría en un Pegaso capaz de trasladarlo a espacios de paz.
Regresaba a su casa con bastante sobriedad, al día siguiente había que atender el hasta entonces fructífero negocio familiar.
La vida no le ofreció la oportunidad de conformar un hogar.
Mujeres tuvo las que quiso, era un hombre encantador, no solo por fuera, sobresalía su rico interior.
Lector incansable, hombre de mundo no tuvo la posibilidad de anclar en un puerto seguro, puerto despojado del interés material.
Su romance con la hija del gobernador fue el más comentado, dos personas que se amaron hasta el infinito sin pensar que ella lo haría objeto de la traición.
Lloró el desamor en silencio, se prometió jamás amar con la misma intensidad, asumiría la pérdida con dignidad.
Una noche regresando a casa de sus viejos advirtió que un auto lo seguía, el corazón brincaba en su pecho preso del temor.
Los ocupantes del vehículo bajaron, les rogó, imploró que no entraran a la casa de sus padres, a cambio iría con ellos.
Solo pidió entrar unos segundos a buscar un poco de ropa.
La habitación de sus papás estaba iluminada por la tenue luz de una vela contenida en un vasito.
Dormían abrazados como la primera vez, moría por darles un beso, no los despertaría, no quería asustarlos, sus ojos llorosos les regalaron una mirada interminable, la caricia que no pudo ser.
Nunca supo que comenzaría el horror, tampoco por qué era sometido a torturas.
Torturas que dejaría huellas en todo el cuerpo, las peores en la memoria, no entendía por qué le pedían que declarara en contra de vecinos respetables.
No comprendía las bajezas a las que era sometido cuando no tenía nada para decir.
Soportó abusos, degradaciones incomprensibles.
Una noche decidió escapar, la suerte lo acompañaría, corrió sin rumbo durante horas, quería alejarse, no mirar hacia atrás.
El amanecer lo encontró en un sitio rural, un hombre al verlo desfalleciente lo cargó en un viejo tractor.
Le dio ropa para que se cambiara, limpio, rasurado parecía otra persona, le contó su historia mientras su salvador curaba las heridas..
Conmovido, su interlocutor le ofreció albergue hasta que todo se tranquilizara.
Aprendió a labrar la tierra, trabajaba con ahínco, Juan era el hermano que no tuvo.
Rezaba por sus padres, abrigaba la esperanza de volverlos a ver, jamás se había comunicado con ellos.
Hoy al mirar los escombros, las lágrimas brotan sin cesar, tuvo la sensación de morir por segunda vez, la segunda muerte en absoluta libertad.

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http://www.youtube.com/watch?v=2zibStCNQ…

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