Monday, November 23, 2009

LA TELARAÑA



Hace un año le contaba a su hombre que entre la bugambilia de color rosa intenso y el rosal que abrazaba el muro una telaraña unía ambas plantas.
Los destellos de sol hacían brillar la prolija red, según ella manifestaba la observaba trabajar incansable.
Curioso su esposo se acercó a las flores para comprobar que no había nada que pudiera representar un peligro.
Cuando el atardecer cubría el cielo con sus tonos púrpuras y morados ella miraba el espacio que separaba la enredadera del rosal, preocupado le decía que la supuesta red estaba en su mente, un sofisma como tanto otros, juntos se acercaron al cantero, elevaron las manos unidas como si fueran caricias, recorrieron el espacio desierto.
Preocupado supo que esta vez no se trataba de tonterías nacidas en la imaginación de su esposa.
Decidió que era necesario visitar un médico con el firme propósito que les dijera verdades por crueles que fueran.
La derivación a un especialista fue inmediata, dos exámenes de alta complejidad trajeron la solución.
Nada grave ocurriría si la protagonista de este cuento tenía constancia, unas gotas agregarían lágrimas artificiales a sus grandes ojos de mirada y color profundo como el océano.
Han pasado varios meses, la enfermedad silenciosa que produce la ceguera ha sido controlada.
Pronto festejarán cuarenta años de matrimonio, lo harán en un paisaje lejano donde la bruma y la llovizna intentan ocultar la belleza del follaje y las manos de los fiordos extendiendo sus brazos se internan en el mar hasta desaparecer en el baile armonioso de las olas.
Vestidos de ayer seguirán tejiendo sueños, las redes de la telaraña se ocultaron para siempre.

No comments: