Sunday, June 06, 2010

LA HISTORIA DE JUANCITO




Es tan pequeñito que su cuerpito cabe en el brazo de una persona, tiene la cara arrugadita como si fuera un viejito, ella está ante la presencia de un niño recién nacido.

Viene desde muy lejos con su mamá, sus ojitos vivaces alumbran esperanza.

Desea sostenerlo en sus brazos, lo acuna hasta que el bebé se queda dormido.

Imagina que un chiquitito que despierta a la vida sueña con ángeles que lo protejan.

Ruega a su madre vaya a tomar un té que abrigue sus entrañas vacías.

La familia se ha desmembrado temporalmente hasta que el pequeñito reciba un transplante de corazón.

Los días pasan sin grandes novedades, visita al niño cuando los propios están en el colegio.

El Hospital Regional, es austero, preparado para llevar a cabo el milagro de extender la vida de cualquier niño en condiciones de salud no deseadas.

Por la tarde le llevará a la mujer el celular de su hija, así podrá comunicarse con el resto de la familia que los espera rezando junto a los descendientes de la comunidad de Los Canoeros, valientes que atraviesan ríos torrentosos para buscar sustento para sus familias.

Juancito se ha convertido en el hijo de todos.

Llega la pediatra, parece un ángel enfundada en su guardapolvo blanco.

No sonríe como siempre, hablará con la mamá del niño.

Es doloroso comunicarle a una madre que su hijo tiene solo seis meses de sobrevida.

La ciencia lo conectará a un corazón artificial, pero necesitan otro para que el niño siga viviendo. Juancito en su cuna conectado a un aparato más grande que su cuerpecito se aferra a la vida.

En todas las casas del lugar hay velas encendidas.

Noche oscura, no brillan las estrellas, la luna ha escondido sus destellos detrás de las nubes que trajo el viento helado.

Tormenta de nieve, los copos apenas llegan a derretirse en la pista.

Aterriza un avión sanitario, presurosos los médicos en una heladera traen el tesoro largamente esperado.

Horas de incertidumbre.

A media mañana la cirujana comunica que la operación ha sido exitosa, solo resta esperar.

Qué importan las esperas cuando se ha esperado que la vida no se extinga.

Cronos y la ciencia atemperan las dificultades.

Hoy celebramos el primer cumpleaños de Juancito, un niño simpático, regala sonrisas.

Globos y guirnaldas de colores alegran el humilde salón, tazas de chocolate y dulces.

Allá en lo alto de la cordillera otro angelito sonríe elevándose hacia las puertas del cielo, su corazón ha servido para salvar a otro niño.


http://www.youtube.com/watch?v=zZLDJXwiyms&feature=related

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