Monday, March 11, 2013

EL NIÑO SOLO




Estuve recorriendo la Basílica de Santa Sofía en Estambul, una belleza del arte bizantino, conmueven las imágenes de todos los tiempos, tiempos pasados que bien podrían trasladarse al futuro.
Trevor es un niño que no supera los ocho años, sus ojos verdes están apagados como el agua de un lago rodeada de robles.
Va de la mano de sus padres, me llama la atención que a tan corta edad maneje un celular de última generación, captura todo aquello que le agrada a los grandes, se detiene mucho en las estatuas, una y otra vez la pequeña cámara se dispara sobre una en especial.
Trataré de describirla, es un ángel diferente, entre los brazos podría contener a un chico de la edad de Trevor.
El padre es un hombre de la zona, de eso no tengo dudas, no solo por el idioma sino por el color de su piel, moreno poseedor de ojos negros como el azabache pareciera que está buscando entre las sombras, cuál es aquella que lo sigue.
La madre no tengo dudas es una mujer occidental, ataviada con la ropa que se usa en ese sitio.
El burka no puede evitar que me detenga en la mirada, idéntica a la de su hijo a quien no le soltará la mano en ningún momento, velada por la aparición de lágrimas que anuncian una despedida próxima, despedida que solo puede percibir el instinto materno.
Algo me atrae de esa familia, no podría explicar con palabras de qué se trata.
Juntos saldremos de la Catedral de Santa Sofía, el próximo destino de la excursión es el mercado de ilusiones de Estambul.
Recorrí todos los puestos, adquirí souvenir para mis familiares y amigos.
Regreso al hotel con el propósito de cambiarme para la cena de recepción que me ofrecerán mis amigos de Oriente.
Asisto con un atuendo sencillo, Abdul mi amigo de toda la vida me pregunta cuál es el motivo de la preocupación que evidentemente no puedo disimular.
Le cuento del episodio ocurrido en Santa Sofía.
No puedo continuar con el relato el estruendo de una bomba nos estremece a todos.
Por esos designios de la vida hemos salido ilesos.
Siento y necesito encontrar a Trevor, el instinto me dice que está solo.
Recorreremos el mercado de las ilusiones, solo han quedado escombros.
La Catedral se yergue majestuosa entre la destrucción, puedo asegurar que las flores no están vestidas con gotas de rocío sino con lágrimas.
Cambio el pasaje, hasta que no halle al niño de la triste mirada no saldré de Estambul.
Ha pasado una semana, continuo la búsqueda en soledad.
La tarde fría no me amedrenta, seguiré con mi objetivo.
El viento helado convoca al llanto, me dirijo al patio de las estatuas de Santa Sofía, el cuidador me dice que a esa hora no hay nadie, insisto hasta que por fin abre el portón de entrada.
Trevor ocupa el lugar que dejan los brazos de una figura de mármol, es como si descansara en ellos, semejantes al abrazo de su madre muerta.
Decido realizar los trámites para llevarlo a mi patria, ese niño solo está absolutamente desprotegido.
Por fin obtengo los papeles que me otorgan la guarda de Trevor.
Todos estos días lo he visto vendiendo estampas de distintos paisajes de Estambul.
Mis deseos de arrancarle una sonrisa se diluirán en el tiempo.
En el momento de acercarme al pequeño, una luz indescriptible ilumina el sendero.
Trevor de la mano de un ángel, protegido por sus alas se pierde entre las luces de la imagen, transitarán un camino infinito.
La conmoción se apodera de mi ser, entiendo que no debo interrumpir el viaje del niño, finalmente se encontrará con sus padres.

http://www.youtube.com/watch?v=G-kJVmEWW…

No comments: