MIRADA DE CIELO

Hija de mi alma, eres la más pequeñita, cuando esperaba con amor a tu hermano siempre le rogaba a la vírgen de la Candelaria que su mirada tuviera los colores del cielo idénticos a los ojos mansos de tu abuelo, no fue así tu hermano tiene el color que tienen las piedras de ámbar.
Niña mía una madre nunca sabe cuando será coronada la felicidad con la llegada de otro hijo.
Tu tienes los ojitos color de cielo, transparentes como el firmamento.
En ellos puedo adivinar tus travesuras, contentas nos reímos con cada paso que das por la vida.
Sin que tu hermano y vos lo supieran llegó la hermanita del corazón para regalarnos su dulzura.
Con tu papá tuvimos miedo al rechazo nada de eso ocurrió.
Incorporaron a sus vidas a esa niña que los demás ven diferentes.
Ustedes mis amores saben que es un ángel y sus papás están dichosos de compartir todos y cada uno de los momentos que nos regala la vida.
Sé que aún eres pequeña y no sabes leer, pero estas letras te servirán cuando seas grande.
Como mujercita te pido que tomes mi lugar si algún día el destino quiere que falte.
Cuida a tu hermana del corazón, en ella encontrarás abrazos tiernos para cuando te hagan falta.
La simbiosis quiso que ella llevara nuestra misma sangre.
Nena, no la dejes sola bajo ninguna circunstancia, con tu hermano serán los pilares de su crecimiento.
No tomo el tiempo como una medida, pero te pido que si algún día el destino decide separarnos no te olvides que tu hermana del corazón supo irradiar con su presencia los rayos de sol que a veces nos faltan.
Mi pequeña, con papá trataremos de estar presentes, pero si el destino decide separarnos quiero que sepas que desde cualquier lugar estaremos para ayudarlos.