No te voy a decir mi edad dado que soy atemporal, estoy
junto a vos desde que llegaste a la adolescencia o te convertiste en un ser
adulto aún cuando tuvieras el alma de un niño.
Mi nombre es Adversidad, no te asustes, no es mi intención
despertar sentimientos temerosos.
Camino siempre a tu lado, estoy en permanente estado de
alerta, mi misión es simple y compleja, depende desde donde me observes.
Te acompaño en cualquier hora del día, mi tiempo es
ilimitado.
Debo confesar que en ocasiones abusas de mí en esos
instantes quisiera explicarte que no soy responsable de tus propios errores,
acompañar no significa que te consienta.
Ambos sabemos que el mundo es negro y tienes la arrogancia
de cargar en mi contra.
¿Cuántas veces debo decirte que eres responsable de tu
propio destino?
Tu como hábil ajedrecista de la vida mueves las piezas a tu
gusto, no tengo permitido estar en tu conciencia.
Desde que naciste tuviste la posibilidad de elegir ello no
implica que cuando fueras más grande construyeras un mundo según tu
conveniencia.
Esa actitud es injusta.
Los seres terrenales por suerte no se parecen entre sí,
tienen el libre arbitrio de optar por aquello que crean más conveniente para su
propio desarrollo como personas.
Reconozco y me hago cargo que no siempre en el cielo se
encienden las luces del alba, en tu existencia hay días buenos y de los otros,
ello no significa que cargues en mi contra.
No soy responsable cuando los luceros dejan de brillar en el
universo.
La sombras que te acompañan no las he generado, me gustaría
que alguna vez hicieras un examen de conciencia en lugar de lamentarte.
Comprendo perfectamente que los mares de aceite no existen,
solo tú eres responsable de agitar las aguas hasta convertirlas en una
tempestad que hará que el daño se multiplique.
Tengo asumido que no soy la imagen de la perfección, estoy
cuando tus exigencias me convocan.
Tienes razón a veces aparezco sin que me llamen, en estos
casos que no puedo detener por más esfuerzos que haga, me gustaría que
consultes con tu conciencia, de esa forma podríamos repartir las culpas.
Anhelo que concretes tus proyectos de manera limpia y sin
tergiversaciones que llaman al silencio.
Vive cada día como si fuera el último, goza, ríe, permítete
equivocarte.
Ese mundo en el que no dejas que ingrese nadie te aseguro
por experiencia a corto plazo será nocivo.
No alejes de tu lado a las personas que alguna vez dijiste
amar para luego alejarlas con palabras desacertadas.
Actuar con responsabilidad, conjugando el verbo compartir tu
estadía terrena será completa.
Podrás disfrutar de las pequeñas cosas que existen en la
vida cotidiana, asume tus errores, aprende a pedir disculpas si la ocasión lo
amerita.
Si eres responsable y no te enciendes en tu propio fuego
estaré lejos, tan lejos que ni siquiera tendrás la posibilidad de evocarme.
No te confundas podemos convivir para solucionar aquello que
nos produce daño, daño que en circunstancias es irreparable.
Vive, transforma los episodios negativos en luz, luz que
será tu compañía si solo lo deseas.
La oscuridad está en tu alma, tienes los recursos para que
aquella mute en luz que sea capaz de iluminar tu sendero sin soberbia.
Nadie ha alcanzado la perfección en el mundo terreno,
tampoco en el que transito.
Vive y disfruta.
http://www.youtube.com/watch?v=2wPyLFJM7rs&feature=related
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