IMÁGENES

Las alas de la imaginación me permitieron volar alto, tanto que pude desde el Universo lejano observar la esfera perfecta que forma la Tierra, perfección que alberga las imperfecciones propias de los seres humanos tratando de modificarla a su libre arbitrio sin pensar en los daños que pudieran causar.

No deseo hacer disquisiciones filosóficas sobre conductas que a veces aterran a la propia especie, quiero contarles algo de lo que observé en un viaje, viaje para el que no necesité tickets de avión, barcos o alquilar un automóvil.

Solo necesité cerrar los ojos y acudir a los recuerdos, recuerdos que me encontraron caminando a orillas de un lago de aguas límpidas, azules como el cielo, profundas como los sentimientos verdaderos.

Dejé mi casa cómoda, abrigada en cualquier estación del año, abrigo que otorga el amor de los seres que me rodean.

Un pájaro multicolor se hamacaba apoyado en los brotes de una rama, hacía caso omiso a los estruendos que provocaba el volcán,, años, muchos años había estado en silencio.

Los alaridos que anteceden al derrame de la roja lava podía escucharse desde cualquier punto.

El río rojo, ardiente no se detenía, imposible imaginar su derrotero.

Lejos el bosque se mantenía alejado de semejante explosión de la naturaleza, tranquilo esperaba no ser perturbado.

Tenues los rayos de sol se filtraban, majestuoso paisaje con profusión de dorados, ocres y rojizos.

Decidí trasladarme más lejos, a un sitio donde las nevadas y el rigor del clima invernal vistiera con el blanco de la nieve los brazos de los árboles, un caballo brioso desafiaba el clima, corría para encontrarse con las flores de la primavera.

No reparó en la presencia de dos pequeños corderitos jugando, en su actividad lúdica entendí que representaban el amor de los hermanos, no solo loos consanguíneos sino también a los otros que nos regala la vida sabiendo ganarse nuestro afecto.

El tiempo corría sin respetar el almanaque, las flores exuberantes de un paraíso señalaban que había llegado la primavera.

En todas las casas bajas de un pintoresco pueblo había un ejemplar, no podía elegir uno solo, todos eran sumamente bellos.

Alejado de todo, se erigía la humilde cabaña de un pastor, atento cuidaba el rebaño.

La sonrisa que me regalo estaba impregnada de sabiduría, escuché cada uno de sus consejos despidiéndome con un abrazo.

Pese a las lágrimas pude deleitarme con una mariposa ocupada en libar el néctar de una de las flores más bonitas que había visto en mi vida.

Más allá de la humilde vivienda un campo de tulipanes de color naranja elevaron la imaginación a otros niveles de ensoñación.

Un sonido seco me trajo a la realidad.

La tarde caía tiñendo con sus colores el cielo.

Cerré las ventanas no sin antes admirar el jardín poblado de flores, variedad de plantas se amalgamaban, entre todas conformaban un alquimia de exquisitas fragancias.

Te dejo una sugerencia, cuando creas que los avatares de la vida diaria te acosan, cuando pienses que no encuentras solución a situaciones complejas, cierres los ojos,, acude a la imaginación y los recuerdos, comprobarás que en la vida terrena todo es posible si tenemos ganas de cambiar el día a día.

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