Wednesday, April 17, 2013

LETRAS DISPERSAS



Buscaba que nadie me reconociera, necesitaba entrar a los corazones de todos los seres humanos que no han perdido la capacidad de soñar.
Todos no es mucho si considero que quienes sueñan son cada vez menos.
Tengo por costumbre buscar en los elementos de a naturaleza o en la vida misma, el atuendo que deseo vestir en determinadas circunstancias.
Esta vez no me alcanzan los elementos.
He sido viento, silbé hasta el cansancio, al principio en forma leve para levantar esa flor que yacía en el suelo y deseaba se prendiera de tu cabellera.
Nunca quise emular a la tempestad produciendo desmanes irreparables.
No niego haber jugado con la brisa, lo hice en forma tenue, un poco más arriesgada para jugar con la bufanda que lucías mientras bajabas de la montaña nevada.
También adopté la forma de la nieve, nieve blanca que perdura en la cúspide de los cerros.
Permití que fotografiaran mi belleza prístina desde todos los ángulos.
Sabía que muchos me admiraban, me regocijé con tus risas, di la voz de alerta para que no siguieras un ascenso que podría ser peligroso, solo quería tu risa cantarina, deseché las lágrimas que pudiera ocasionar tu osadía.
He sido volcán vestido de piedra, roca desnuda que muchos temían o despreciaban.
Muchos le temen a un gigante de roca no ofrece atractivos para el turista que viene de otras latitudes.
Descarté me ignoraran, en ese instante el dolor que producía la indiferencia logró que los gritos desgarradores salieran de mis entrañas, gritos de dolor por estar tan solo.
Preso de la locura me transformé en fiordo, sabía que te gustaba mi ropaje verde.
Dejé que avanzaras para observar donde apoyaba mis pies, con la promesa de devolverte a tierra firme, deje que te sumergieras en las profundidades del océano.
Alegres compartimos la vista de bancos de coral, te dije donde podías encontrar sirenas, previamente me había asegurado que no le inferirías daño alguno.
Te expliqué que las gotas que veías en mi ladera no se debían al efecto del rocío que viste de nácar los pétalos de las flores, supiste que eran mis lágrimas ante el desconcierto.
Osé escribir como si fuera la muerte en primera persona, fui condenada por ese evento.
Me han tomado prisionera, por semejante desafío, entendí que no se juega ni con la vida menos con el fin de aquella.
Temporalmente resido en la torre de un castillo lujoso, puedo utilizar hasta que cumpla la condena de los humanos solo una hoja de papel y la pluma una vez por día.
La sentencia ha sido injusta me condenaron al ostracismo
He pasado días con sus noches pensando la forma de fugarme.
Una pequeña ventana me permite adivinar la hora del día, el resplandor dice que afuera nace la luz del alba con todo lo que ello significa.
Los crepúsculos tiñen el trozo de cielo que alcanzo a mirar de colores púrpuras y magentas.
El encendido de la primera estrella en el azul profundo del universo desencadena mi llanto.
Necesito tu ayuda para salir de esta prisión, prisión que algunos festejan, prisión que los amantes de las letras consideramos injusta.
No quiero confeccionar un vestido de letras metálicas, sin vida, quiero que mis alas imaginarias vuelvan a desplegarse con el único objetivo de perseguir mis sueños.
No puedo hacerlo sola, para ser nuevamente, necesito de tu compañía.
No tengo mucho para ofrecerte a cambio, solo la pasión que cada día enciende a todos los que decidimos expresarnos a través de las letras.
No me abandones.

http://www.youtube.com/watch?v=0MXuMHR7X…

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