Wednesday, July 31, 2013

AL OESTE DE ORIÓN



Después de muchas nevadas nocturnas la noche decidió salir.
Noche límpida, transparente y negra como los abismos del pensamiento.
En el mar oscuro se destacaba la danza de las olas, olas alucinantes coronadas con la blancura de su cresta espumosa.
¿Sabrían ellas que su destino era morir en la playa para volver a renacer?
El haz de luz del faro no se inmutaba, señalaba las millas que aún debían recorrer los navíos para amarrar en el puerto solitario.
Solo esperaban en la dársena las mujeres de los pescadores.
Aquí la noche es eterna en invierno compensando la duración de la luz durante el estío.
El chirrido de unos neumáticos sobre el pavimento no fue capaz de abstraer mis pensamientos.
Noche mágica donde las estrellas se multiplicaban sin pedir permiso, destellos de pálidos colores que lograban no se extrañara la cara de la luna, blanca, redonda, hermosa como jamás he visto en otros sitios que he tenido la suerte de vivir.
Noche de contemplación.
Atizo los leños que entibian mi hogar.
La intuición me dice que tengo que salir al balcón de la planta alta.
A mi paso entornaré los cristales del ventanal, quiero mirar una vez el cielo que siempre me depara sorpresas.
Música de fondo para disfrutar de un espectáculo fuera de lo común.
En las grandes ciudades el smog impide observar las estrellas en su exacta dimensión, se visualizan más pequeñas, más opacas, menos esplendorosas.
En los espacios abiertos podemos mirarlas tal cual como son.
Busco abrigo, la brisa hace que sienta más frío, coloco un CD con la música que siempre me acompaña.
Cubro con un protector las flores de las violetas de los Alpes, no tengo más que esos pétalos rizados para disfrutar, año a año me regalan multiplicidad de flores.
Finalizada esa tarea dedico mi tiempo a contemplar la belleza del Universo.
Al oeste de Orión veo una constelación de estrellas, perfectamente definida.
Constelación en la que a simple vista en estos cielos amados del sur se puede observar la figura de un barco, tres mástiles sostienen las velas desplegadas, no estoy soñando.
Bajo el bauprés como mascarón de proa es fácil identificar la silueta de una mujer.
Una mujer, se adivina bella, el cabello desordenado por efecto de las brisas estelares.
Belleza inalcanzable, belleza perfectamente definida, salida de las brumas del cosmos..
Consulto el reloj, aún tengo tiempo para investigar.
En la red no hay información sobre esa constelación de estrellas que se encuentra al oeste de Orión,, comparto imágenes con mis seres queridos.
Esa noche el sueño fue interrumpido por ese espectáculo difícil de olvidar.
Me sorprenden las luces del alba, camino hacia la casa de un viejecito que conoce los misterios del mar y del Universo.
Vive a mitad de camino de un cerro, aislado, como único compañero tiene un telescopio y los recuerdos de una vida dedicada a la investigación.
Apenas comienzo el relato sonríe.
Mientras compartimos un rico café me cuenta que esa constelación no ha sido descubierta por astrónomos u otros estudiosos.
Sabe que es Raquel, una mujer que vivió hace miles de años, una mujer que ha ascendido a los cielos en búsqueda de su hijo perdido, una mujer que intuye que allá en el Universo lo podrá acunar entre sus brazos.
La historia es conmovedora, trato de disimular el llanto que produce la emoción.
Esta noche si el tiempo lo permite visualizaré nuevamente a esa madre que ha viajado hasta el cielo para encontrar el tesoro más anhelado.
Regreso caminado, muchos niños se dirigen al jardín, van tomados de la mano de sus mamás, mamás protectoras con sus chiquitos.
Esta noche espero ver nuevamente a Raquel en su nave surcando el Cosmos, esta noche le diré que aquí en la tierra hay muchas madres que buscan a sus hijos.
Quiera Dios que allá en el cielo como aquí en la tierra los puedan encontrar, quiera el destino que los únicos acordes que se escuchen en todos lados sean canciones de cuna.
Quiera ese Ser Superior en el que creas que nunca más los niños sean apartados del ser que les dio la vida.

http://www.youtube.com/watch?v=xTZgMQ7TV…

Monday, July 29, 2013

ISLA DE LOS PÁJAROS




Revisé la camioneta, necesitaba distenderme, poner la mente en blanco no para olvidar nada sino con la intención de ubicar cada cosa en su lgar, lugar que está dentro de mi alma.
Lugar que tiene rejas para dejar allí los recuerdos que dañan y por ahora es imposible dejarlos en libertad.
Los más pequeños tenían todo el día dedicado a las actividades propias de los escolares que visitan un campamento.
El viento se había cansado de convertir en jirones las nubes, ello ayudó a que me decidiera a pasar unas horas en libertad con la sola compañía de mi conciencia.
La noche anterior había nevado como si fuera la última vez.
Nevada que podía ver en los techos a dos aguas de la zona, nevada que impedía el ingreso normal alas viviendas.
Por estar frente al mar la nieve se disipa rápidamente, no es necesario solicitar ayuda a una simple pala para salir.
Tímido el sol asomaba detrás de los cerros, no puedo darme el lujo de llamarlos montañas porque no tienen suficiente altura.
Shaki sería mi compañera de aventuras.
Su historia es dramática, decidió migrar a nuestro país después de haber perdido casi todo en un tsunami en su país de origen.
Tierra del sol naciente, tierra que compone el cinturón de fuego del Pacífico, tierra donde el crisantemo es la flor nacional.
Por suerte estaba en una zona donde las aguas no llegaban.
Intuyó que era el último aviso que le daba la naturaleza.
Veía autos y seres humanos flotar como corchos sin destino que los albergara.
En tierras lejanas con su marido eran floricultores.
Amantes de la vida decidieron migrar hacia un destino más tranquilo, su familia estaba a salvo, otros seres queridos habían sido arrastrados por la fuerza del agua que no perdona.
Apenas llegó no tardé en descubrir en su mirada lánguida el horror por el que había pasado.
Dentro de la desgracia tuvo suerte, su amor de toda la vida y sus hijos estaban con ella.
Me contó que le decisión fue rápida, tan rápida como la fuerza del agua que destruyó todo, incluyendo los recuerdos.
Aquí encontró contención, nunca quisimos suplantar el dolor con otros cariños.
Por hoy no te cuento más de su historia, es necesario que ella restañe las heridas que minaron su alma.
Juntas ajustamos las cadenas a las cubiertas, juntas nos preparamos para la aventura.
Reímos al unísono al saber que la isla que visitaremos tiene una homónima en el norte de la Patagonia.
El camino de ripio canta ausencias y presencias, el sol con sus rayos entibia el receptáculo de la camioneta.
Es un día óptimo.
Las hierbas al costado del camino muestran esplendor y belleza.
Nos preguntamos como pueden resistir las flores silvestres en un ambiente gélido.
Quitamos las cadenas, las cubiertas agradecidas ante semejante liberación.
El parador en el que decidimos almorzar nos ofrece exquisiteces, saboreamos los platos de comida, el dueño no sabe que queremos establecer contacto con la naturaleza.
Con la mirada nos entendemos.
Desplegaremos alas imaginarias para confundirnos con las especies, sé que Shaki aprovechará su vuelo para contactarse con los seres que ya no están
Mi vuelo será más corto aprenderé de la Isla de los Pájaros que soy capaz de cantar su canto de libertad.
El sol comienza a hundirse en las aguas del océano, es hora de emprender el regreso.
No nos decimos nada, solo contemplamos las escaras que la crueldad del tiempo produjo en la luna que vemos.
Nuestras lágrimas se mezclan con la cresta de las olas que mueren en la playa.
El abrazo nos hermana.
El regreso es acompañado por centenas de luciérnagas, hábiles nos indican el camino correcto.
Un ruiseñor perdido canta una melodía.
Mañana será otro día en el que seguramente renovaremos los lazos de amistad que no conocen distancias.
El crisantemo de Shaki se fundirá con los rizados pétalos de una violeta de los Alpes.


http://www.youtube.com/watch?v=Es0W8gYDC

Friday, July 26, 2013

ATARDECER EN EL BOSQUE





Mi vida es efímera, suelo habitar lugares húmedos donde los árboles sin temor se abrazan formando un techo de hojas perennes en el sendero que los atraviesa.
Necesitaba que cayera la tarde para que me pudieran observar.
Mis amigos los habitantes de este sitio mágico estaban ensayando un concierto para recibirme.
No me dejé ver.
Como toda mujer soy curiosa, la sorpresa  se anticipaba.
Cualquiera que no me conociera no se daría cuenta quien soy.
Mi apariencia  no encandila a nadie a la vista  diurna, semejante a otras especies que moran en los lugares boscosos, lugares donde no es necesario que haga calor aún cuando mi esencia los prefiera ya que alargan mi corta vida..
¡Qué distraída soy!
Olvidé contarte que soy una Luciérnaga, algunos suelen llamarme bichito de luz.
Exhausta por el viaje decidí posarme en una hoja, suave la brisa lograba ejecutara una danza indescriptible.
Mientras esperaba sujeta al mullido verdor de quien me sostenía, observaba que la ardilla mayor en sus manos blandía la batuta.
La orquesta debía sonar con acordes melodiosos, tan melodiosos que fueron capaces que los pimpollos se convirtieran en pocos segundos en flores impresionantes.
Creí que algunas lloraban, me di cuenta que las esferas circulares del rocío agregaban más belleza a la innata.
Estuve presente en el momento que guardaron los instrumentos.
El ensayo anticipaba un festejo memorable.
No estaba conforme con mi aspecto, demacrada, vestida de gris, debía estar acorde al festejo con el que me recibirían.
Opté por vestirme de luz.
Luz que me indicó el camino correcto.
Pedí ayuda a las otras luciérnagas, estaban gozando de un descanso reparador.
No les importó interrumpirlo, todas concurrieron en mi ayuda para que en el final de mi corta vida fuera inolvidable.
Me veía bien, el tiempo no sobraba, tenía que buscar que mi vestido de luces fuera capaz de abrir el corazón de los incrédulos.
La mesa estaba tendida, las velas encendidas no opacarían mi luz.
Todos trabajaron para que nada faltara.
Entre la muchedumbre de duendes y hadas advertí t presencia, debo reconocer que al principio no pude contener el temor que hacía que mis alas tuvieran un movimiento difícil de controlar.
Tu sombra lejos de arredrarme me brindó energía desconocida.
Sería una torpeza de mi parte decir que no se me escapó una lágrima de compasión, compasión al notar que te olvidaste de compartir todos tus momentos como antes.
No te juzgaré, para ello existe un ser superior.
Tengo muy claro que las luces del alba decretarán mi fin, no o hasta el final.
Esperaré con la sapiencia que dicta el deber cumplido que puedas abrir tu corazón con el único objetivo que sepas valorar cada detalle que la vida te regala.
Mi tiempo expira, lamento que no hayas podido observar la pequeña luz que de mil formas quise llegara a tu.
No dejes que tu corazón  se convierta en un músculo lleno de callos, esas cicatrices son imposibles de eliminar.
Debo partir, no quiero que nadie vea las lágrimas que derramé.
Seguramente esta Luciérnaga no regresará como ayer, serán mis descendientes quienes intenten limar las asperezas de tu corazón.
Apagada o encendida mi lucha la seguirá los de mi especie, la idea siempre será compartir más allá de una palabra tergiversada.
La fiesta en mi honor termina, debo partir.

http://www.youtube.com/watch?v=GVgS-WPdmdo

Tuesday, July 16, 2013

AYER, HOY,QUIZÁS MAÑANA





Cumplo siete años de participación en el sitio.
Los conocedores de numerología adjudican a aquel magia y misterio.
Tarde de invierno, julio de dos mil seis, el viento comienza a rugir con más fuerza, el silbido asusta, vibran los cristales de los ventanales, es el momento de asegurarlos, también las puertas.
En su despiadado andar ha convertido las nubes en jirones, jirones que dejan asomar la timidez de la luna.
Luna plateada que aparece en horario inusual en las noches largas de esta región donde la oscuridad baila a deshoras y las mañanas gritan la falta de tiempo iluminado por Febo.
Luna brillante que muestra sin prurito las lastimaduras de su cara, pareciera que la crueldad del tiempo ha dejado en el rostro que conocemos, laceraciones que se observan a simple vista.
Otro día noche que no podré realizar mis habituales caminatas junto al mar.
Mar que observo desde mi ventana, las olas no obedecen a nadie, cada vez son más altas, en lugar de dejar su corona espumosa en la arena prefieren llevarse las partículas doradas al fondo del océano.
Atizo los leños con el objetivo que mis seres amados encentren calidez al regreso.
Creo tener todo bajo control.
Mientras espero busco un sitio que distienda a mis musas.
Después de recorrer varias páginas lo encuentro.
Es fácil, solo necesito registrarme.
Sin pensarlo aparece la primera dificultad, debo utilizar un apodo, en ese preciso instante reconozco que mi creatividad se acerca mucho al cero.
No quería participar con mi nombre que todos conocen. el que porto en la vida real, por ello elegí un apodo positivo pensando que todo puede ser mejor en la vida según nuestra actitud.
Hoy, reconozco el tiempo de participación me ayudó a crecer, a tener amigos virtuales, son los hermanos que me regaló la vida.
No crean que todo fue un lecho de rosas o un mar de aceite, hubo escollos que debí sortear.
Muchos de aquellos produjeron en mi alma heridas, lejos de dejarlas anquilosar y pasaran a ser una condena decidí transformarlas en aprendizaje.
Hasta le fecha nada se ha inventado para protegerse de ciertas actitudes y está bien que así sea, todo ayuda en el camino del crecimiento.
Es como la eterna margarita que deshojan los enamorados, según el pétalo que te quede será más o menos atractivo el destino.
Hoy no quito pétalos, preparo el ascenso al cerro que tengo frente a mi vista.
El día se muestra diáfano, el sol brilla en lo alto.
Voy bien equipada, en la mochila llevo abrigo y como nos dijo el instructor de esquí nunca debe faltar el oxígeno.
Los castores que han invadido el lago nadan sin nada les importe, ignoran que se han convertido en una plaga, fuera del agua producen estragos.
La caminata es lenta, tan lenta como fueron estos siete años, comparo las flores silvestres con cada una de las estrellas que he obtenido en este tiempo.
Fulgurantes se transformaron en caricias, hubo tempestades que no permití las arrancaran de la hierba florecida.
Ante la impotencia lloré sin disimulo, dejé los agravios de lado.
Transformé negativo en positivo, lo demás pasó a revistar en la categoría de anécdotas.
He llegado a la cima del cerro Castor, el paisaje es maravilloso.
Las viviendas parecen salidas de un cuento, los binoculares me permiten avistar la que habito desde hace años.
En pocos lugares del mundo se conjugan el mar, la montaña y el bosque.
Es hora de descender,
Mañana recorreré el bosque, sitio en el que moran criaturas fantásticas y misteriosas.
La fragancia a lavanda subyuga, un ruiseñor regala su melodía.
Faltan pocos metros para que llegue a la capilla a cielo abierto.
Escenario difícil de describir con palabras, sentada en un banco de madera rendiré mi oración al Cristo erguido al frente.
Solo Él con su sabiduría indicará si estoy transitando por el camino correcto.
Dejo que mis alas imaginarias se desplieguen, intento no seguir el camino en soledad.
Para concluir te pido que me acompañes en este recordatorio, siete años de compartir los puntos o estrellas que vemos en el Universo.
Estoy en tus manos para seguir bordando letras.

http://www.youtube.com/watch?v=aZmFmcy2S…

Wednesday, July 10, 2013

MIRADA DESTRUCTIVA





Junto a una pareja amiga decidimos pasar una temporada de vacaciones fuera de Argentina, necesitábamos oxigenarnos de los problemas que acosan a todos.
Elegimos una playa paradisíaca, el haber convivido durante tantos años al lado del mar nos impedía elegir otro sitio que no fueran playas.
Necesitábamos sumergirnos en  aguas no solo límpidas, también tibias.
Paisajes marítimos que permitieran otorgarle color a nuestra piel, conseguir un bronceado de película.
Dos matrimonios que viajaban llevando en sus maletas sueños a cumplir.
Desde el principio supimos que alquilaríamos propiedades contiguas frente al mar, la intención era alejarnos de los horarios que imponen los establecimientos hoteleros, la idea era dedicarnos a disfrutar.
Las casas no podían ser más bellas, con las mismas comodidades, habitaciones por donde el sol filtraba sus rayos.
Cocinas espectaculares dotadas de todo el confort necesario.
También se podían contratar asistentes que nos ayudaran en la preparación de las comidas y mantener las casas en orden.
Los más chicos sabían que debían mantener sus cuartos habitables para ello contarían con nuestra ayuda, era la única imposición que tuvieron antes de emprender un viaje soñado.
En los subsuelos de las dos propiedades había instalada una bodega también un  cuarto amplio con literas, faroles con gas envasado, una pequeña cocina y heladera provista de todo lo necesario en caso que se presentara imprevistamente la llegada de un huracán.
Tratábamos de no penar en esa visita impredecible.
Disfrutamos las horas compartidas, los más pequeños hicieron amigos rápidamente, el tiempo se escurría como la arena blanca que tomábamos con los puños y dejábamos se deslizara por las manos.
La noche anterior a la tragedia la luna brillaba en el cielo azul profundo, parecía un globo plateado con escoriaciones en la piel producidas por la crueldad del tiempo.
Los noticieros interrumpían la programación, el huracán Betina estaba aproximándose.
Los dueños de las casas acostumbrados a tales eventos tapiaron puertas y ventanas, decidimos pasar juntos la inclemencia del tiempo.
Entre los jirones de las nubes se podía observar un trozo de cielo azul.
Perturbaba mirarlo parecía el ojo de una mujer despiadada.
El viento comenzó a rugir cada vez con más fuerza, las olas se elevaban a una altura difícil de medir.
El mar se alejaba dejando huecos en la playa no sin antes haber arrasado con todo aquello que encontraba en ese sendero endemoniado.
La copa de los árboles se inclinaban como pidiendo perdón ante lo desconocido.
No puedo calcular cuanto tiempo fuimos presos del terror, las tejas de los techos se quebraban en las maderas que protegían los cristales de las viviendas.
En un instante la tempestad borró la alegría para instaurar el terror.
Tratamos de tranquilizar a los niños.
Con cuentos y canciones entrecortadas por la angustia logramos conciliaran el sueño.
Al día siguiente todo había pasado, Betina había descargado toda su furia, agradecimos estar vivos.
Los servicios de electricidad se fueron restableciendo con el correr de las horas, solo hubo una víctima fatal.
Iván, el hijo de un vecino decidió desafiar las olas con su tabla de surf, en la orilla aferrado a un árbol lo esperaba su hermano Marcelo.
Nunca recuperó la sonrisa, Marcelo vio como una gigantesca ola engullía a su hermano.
Una y mil veces contó a los medios que en el instante fatal, Iván entre la espuma furiosa le sonreía.
La búsqueda fue incansable.
Han pasado diez años de aquel episodio funesto, supimos que Marcelo recibió apoyo terapéutico a lo largo de muchos años.
Hoy enciendo la computadora, como siempre leo los diarios, por aquella zona idílica han pasado muchos huracanes.
Marcelo siempre se sintió responsable de la muerte de su hermano.
Pasó varios meses en un instituto para enfermos psiquiátricos.
Recibió la mejor atención médica.
Nadie puede explicar como escapó del lugar de internación.
La guardia costera encontró el cuerpo, Marcelo murió ahogado, en su rostro inerte se dibujaba la misma sonrisa que tenía su hermano al momento de ser atrapado por el agua.


http://www.youtube.com/watch?v=vIgX450Rd68

Friday, July 05, 2013

ESTRELLAS ESCONDIDAS



Es hora de emprender un viaje singular.
Como todos tiene su encanto.
Antes de partir paso por el bosque, sus moradores se protegen del frío del invierno en el hueco que la vejez marcó en el tronco de los árboles
Mis amigas las ardillas han ido en búsqueda de lugares más cálidos.
Hasta las flores silvestres que crecen entre la gramilla se han marchitado.
Por el sendero de piedras caminaré hasta el lago, bello, azul tan profundo como la mirada del hombre que amo.
Solo se siente el ruido de mis pisadas, sonidos que agiganta el silencio.
Saludo a un arrayán, generoso me muestra su piel canela, en la copa conserva algunas hojas no son suficientes para albergar los nidos de las aves que habitan en la primavera tan lejana.
Justo hoy necesitaba la compañía de un ruiseñor, no solo buscaba su compañía, quería que me enseñara a desplegar las alas para poder despegar sin sufrir daño alguno, ellos saben de vuelos, mucho más que yo que solo sé admirarlos.
Extraño la melodía de sus trinos, la compañía propiciaba que no le temiera a nada.
Debo reprimir la angustia, estoy segura que alguien podrá ofrecerme la ayuda que necesito sin derramar una sola lágrima..
Escucho un ruido seco, es la plomada que sostiene una caña de pescar interrumpiendo el sueño azul del lago.
Lo observaré a prudencial distancia, el sonido ha logrado que los flamencos rosados dispararan de la orilla.
¿Sabrá este ser terrenal que no es temporada de pesca deportiva?
¿Devolverá las piezas al agua?
No tengo tiempo real para detenerme, confío en que será respetuoso de las normas que impone la naturaleza.
El flamenco asustado viene hacia donde estoy, le cuento que mis amigos alados están ausentes.
Conocedor de vuelos, aún cuando no los practique habitualmente me da sabios consejos.
Me despido de ese paisaje soñado, iré al cerro de los castores, desde allí será más fácil lograr mi objetivo.
No haré cumbre, no es necesario, solo tendré que buscar una altura considerable para emprender el viaje.
Mis alas lentamente se despliegan, están intactas.
La sensación de libertad obnubila los sentidos.
Ignoro el horario, el sol se esconde detrás de las montañas,
Buen auspicio llegaré antes de lo previsto.
Nocturno glorioso iluminado por el fulgor de las estrellas.
Será difícil elegir una para depositar mi carga.
Lejos de los que muchos imaginan no optaré por las más brillantes, descansaré en el vértice de una estrella apagada, opaca a simple vista, llena de luz para quienes saben mirar con el alma.
Me contará que la condenaron al silencio, antes brillaba en el universo, era una de las más bellas.
La insensibilidad logró que su brillo desapareciera.
El silencio le produjo heridas letales.
Como siempre le busco el lado positivo a todos los episodios, le pido que siga en su lugar, que no baje los ángulos que se asemejan a brazos vacíos esperando una caricia que no llega.
Sabrá de mis esperas, conocerá que no todo el camino es árido, ni siquiera para ella.
Tendrá que esperar un tiempo prudencial para restablecer la armonía que la llevó a ese lugar del universo.
Utilizaré algún artilugio para borrar las máculas que trae la necedad.
A partir de ahora cuenta con mi compañía, solo me alejaré de ella en el preciso instante que comience a brillar con luz propia.
Ignoro cuanto tiempo demandará que recupere su esencia.
Ninguna de las dos estamos atadas a tiempos terrenos.
Avizoramos la llegada de un cometa.
Bello con su larga cabellera iluminada será el vehículo que nos llevará a conocer el resto del Universo.
No dudes estrella, en esta etapa estamos más unidas que nunca.
Juntas festejaremos cuando recuperes tu brillantez, juntas seremos testigos de eventos que despiertan pasiones, juntas celebraremos la llegada de la luz que viene acompañada por la tolerancia mutua.

http://www.youtube.com/watch?v=RiqNjsCe1…

Wednesday, July 03, 2013

IMÁGENES EN EL ESPEJO







En cualquiera de sus versiones acompañas cada minuto de mi vida.
Estás al alcance de mi mano, reflejas mi preocupación cuando presurosa acudo al botiquín buscando un antiséptico que cure las heridas de mis niños.
Heridas que se producen en juegos bruscos, heridas que no tardan en cicatrizar.
Te llevo en el fondo de mi cartera, puedo acudir a vos en el momento que necesito retocar el maquillaje para verme mejor.
En cada lugar de la casas tienes un lugar preponderante, no necesito miar hacia fuera, basta con observarte para saber que el sol se ha colado por la ventana,.
Brillos dorados reflectan las luces, son como tibias estrellas que esperan pacientes en el interior de la habitación la llegada del crepúsculo.
Crepúsculo vestido de colores púrpuras, magentas que incitarían a cualquier artista plasmarlos en la tela virgen.
Óleo descansando en el atril, oleos blanquísimos esperando el primer trazo.
Trazos denotando angustia o alegría, trazos temblorosos o rígidos dependiendo de tu estado de ánimo, trazos irregulares como los latidos de quien padece arritmias, trazos tranquilos transmitiendo paz, paz que nace en los bosques que circundan la montaña, trazos violentos de aquel que se sabe descubierto ante maniobras inesperadas.
Hoy quiero detenerme en el espejo de la biblioteca, espejo reflejando los volúmenes en los estantes, estantes que a veces encuentro desordenados.
La prisa ha volcado algunos libros, los acomodo en su sitio, me acompañas expectante.
A vos no puedo ocultarte mis lágrimas, tengo los ojos hinchados de llorar en búsqueda de utopías que quizás nunca se conviertan en proyectos tangibles.
Has sido testigo de momentos importantes en mi vida, en todos los órdenes, como mujer, como madre y como aprendiz de escritora.
Sabés como nadie que ya no tengo más lágrimas, mis ojos lejos de ser un manantial de agua cristalina se han convertido en cuencos secos incapaces de de verter una más, no hace falta, sos mi cómplice por lo tanto no necesito brindarte demasiadas explicaciones.
A través tuyo observo majestuosos paisajes, con mi aliento trato de quitar una mancha que no había visto antes.
Pese al esfuerzo la mancha sigue en su lugar, se reproduce en casi toda tu superficie,.
Es necesario que así como resuelvo las lastimadura de los más pequeños encuentre quien te quite la heridas del tu alma de azogue.
Busco en el directorio a quien pueda reparar tus lastimaduras, alguien que sea capaz de borrar para siempre las cicatrices que impunemente laceraron tu esencia.
Prometo que no estaremos separados por mucho tiempo, te recibiré de vuelta en casa sin máculas.
Antes debes saber que a tu regreso si bien conservarás ese lugar privilegiado que te ganaste, que ambos seremos rectificados a nuevo.
A vos te quitarán las manchas que te afean, en mi caso no tendrán cabida las mordazas, mordazas que parecidas al agua que horada la piedra hasta desgastarla completamente, mordazas intentando dejarme en un estado comatoso que no aceptaré mientras pueda defenderme de la malicia que mora en algunos seres de mi especie..
No temas la separación es temporal, ambos necesitamos recomponer nuestros pensamientos, los tuyos de espejo desgastado por haber sido testigo de tanta intolerancia, los míos parecidos ante tanta abulia.
Cuando regreses habremos sanado nuestras propias penas, cuando regreses estaré esperándote con la misma ansiedad que tuve cuando te conocí.
Cuando regreses brindaremos por ello.
Somos artífices de nuestro propio destino, jamás dejaré que sientas el abrazo de la soledad que lastima.
Descartaremos de nuestras vidas la falta de sinceridad, nos necesitamos y por ello juro que si mis planes se vieran truncados, planes en los que sos el protagonista, te convertirás en astilla que recorra mis venas.

http://www.youtube.com/watch?v=j7TdHQ5Ck…

Monday, July 01, 2013

ENTRE LA PLAYA Y EL MAR, LOS SUEÑOS



Forman una pareja envidiada, están cerca de cumplir las tres décadas.
Profesionales exitosos concurrieron juntos a la misma universidad, elegir diferentes carreras los acercó.
Recuerdan con una sonrisa los momentos en que un profesor faltaba y se reunían en el corto espacio que queda entre una materia y otra, corto espacio de tiempo que les permitía compartir sueños, mientras se esperaban y sin importar el orden el que sufría la ausencia de un profesor en un cuaderno de apuntes garabateaba sueños.
Sueños que ignoraban si se cumpliría o simplemente quedarían resguardados en el alma.
Ambos conocieron la caricia del éxito, por su experiencia aún cuando fuera breve estaban presentes en charlas académicas.
Antes de partir a una de las exposiciones se prometieron viajar a un lugar paradisíaco con el único objetivo de engendrar al primer heredero.
Miradas cómplices en la última charla con sus pares, aplausos compartidos.
De vuelta en el hotel desplegaron un mapa, al azar elegirían el destino.
Solo avisarían a los familiares directos el lugar donde se encontrarían.
Por medio de un correo electrónico pidieron les cuidaran su refugio en la montaña.
Amantes del mar eligieron como destino Positano cerca de Nápoles.
Faltaba optar por el alojamiento, querían estar en un sitio alejado, un sitio que no los obligara a cumplir con horarios predeterminados.
Encontraron en la agencia de turismo un complejo de cabañas, cabañas cercanas al mar como ellos querían.
Cabañas confortables a la que no le faltaba ningún servicio, cabañas que otorgaban la intimidad necesaria para la pareja que no deseaba ser reconocida.
El viaje en avión fue placentero, arribar al lugar elegido, estar en un espacio soñado aumentó los sentimientos que se prodigaban.
Por ser el mes de junio la mayoría de las propiedades estaban deshabitadas, ellos y el mar, ellos y el amor inconmensurable para disfrutar durante dos semanas.
Dos semanas para estar juntos cumpliendo proyectos largamente añorados, proyectos en los que estaba incluido aumentar la familia, ansiaban por sobre todas las cosas tener un heredero.
Durante el día disfrutaban de la playa, los días nublados se acercaban caminado hasta el acantilado, rocas apenas cubierta por gramilla, gramilla que contenía flores silvestres de distintos colores.
Allí regía la prohibición de sumergirse en el agua, desde lo alto se podía observar los remolinos que hacía el agua.
Se pusieron un límite nadar hasta las dos boyas rectangulares, boyas indicando que más allá de ellas no se podía continuar nadando.
Infinidad de veces nadaron hasta el sitio, la claridad del agua les permitía ver el fondo, en los pilotes de cemento se aseguraban las cadenas de aquellas.
Esperaban la salida de las primeras estrellas para regresar a su refugio.
Pronto se enterarían que la cabaña en diagonal a la que ocupaban era habitada por una mujer adulta a quien acompañaba su hijo inválido.
En muchas ocasiones se saludaron con una inclinación de cabezas, por los asistentes de la limpieza se enteraron que se trataba de una mujer de inmensa fortuna, pasaba la temporada de verano junto a su hijo.
Esa mañana habían estado tomando sol en la superficie de las boyas, algo los hacía sentir incómodos,, un reflejo plateado se proyectaba en los cuerpos bronceados.
No dudaron en saber que desde la orilla el hombre sentado lograba reflejar los rayos del sol con los metales de la silla.
Decidieron regresar a la cabaña, ella prepararía las maletas, los días habían pasado sin que se dieran cuenta.
Por la tarde él decidió regresar a la playa, su esposa descansaba en el dormitorio.
El hombre de la silla tenía ganas de conversar, Ovidio se sentó a su lado, grande fue la sorpresa cuando le exhibió una navaja. De última generación, lo invitó a accionarla.
Ovidio accedió a ese simple pedido, inmediatamente después se dedicó a nadar.
Al regreso sorprendería a su esposa con un regalo.
Desde la boya observó movimientos extraños, nadó impulsado hasta la orilla.
En la cama estaba el cuerpo inerte de la única mujer que había amado en su vida.
Han pasado dos meses de aquel trágico episodio.
Todas las pruebas incriminan a Ovidio, en la navaja están sus huellas dactilares, será declarado culpable por un crimen que no cometió.

http://www.youtube.com/watch?v=RkuWXewG-…