Tuesday, March 22, 2011

BLANCO Y NEGRO




La casa de los poetas permanece deshabitada.
La tecnología intentó poner límites a la creatividad conteniéndola en unos pocos caracteres.
Amargo como la hiel fue el momento no solo los unía la pasión por las letras sino también los sentimientos.
Espacios en blanco y negro para colmarlos de letras, letras que llevaban distintos mensajes.
Hubo amor, leyendas históricas, investigación constante para rendirles tributo a los Dioses de la mitología.
Playas inconmensurables para que los enamorados concretaran pasiones en la orilla de playas muy parecidas al mágico edén.
Días nublados que precipitaban gotas semejantes al rocío nocturno cuando el amanecer despierta las flores.
Nocturnos y llanto ante la desaparición de aquel amigo que había decido subir los peldaños de cristal con el propósito de acercarse al Universo despoblado de estrellas.
Inquietud y cadenas de oración cuando el aspirante a escritor no pasaba su mejor momento.
Blanco el espacio, negro el color que anunciaba el fin de un lustro compartido.
Nada se parecía a los cuadros nacidos en la mente de pintores famosos.
Un manchón negro con forma de letras conmovía hasta las lágrimas, de haber sido escrito con tinta el contenido estaría alterado.
Festejos que se perdieron en el espacio cibernético, alegrías ante el advenimiento de nuevas vidas.
Silencio.
Muchos buscaron refugio en otros sitios, no sería lo mismo.
Las mismas letras que los habían unido, hace poco conformaron la frase más temida, se cerraba un espacio literario para dar cabida a los negocios.
De nada sirvieron los reclamos para mantener ese rincón colorido.
Ciudadanos del mundo gustaban o no de la pluma de los escritores.
Todos habían nacido en la misma casa que había albergado infinidad de sueños.
¿Sabrán los hombres que manejan los números con excelencia que existe un mundo donde todo es mágico?
La casa de los poetas está ubicada a orillas de una playa o a la vera de un río de aguas cristalinas o en la ladera de una montaña coronada por nieves eternas.
En el salón principal, debajo de una araña con caireles que reflejan la luz del sol, las computadoras duermen.
Se resisten a ser manipuladas por seres sin sentimientos.
Blanco es el gabinete, negras son las fundas que las protegen del tiempo.
Algunos escritores buscaron otros destinos, no es lo mismo.
Nada se parece al sitio donde por primera vez aparecieron las musas.
Causa tristeza que prevalezcan los intereses antes que la escritura.
Un ser superior logrará que los escritores y los aspirantes a serlo vuelvan a reunirse en una casa común que sea capaz de contenerlos.

http://www.youtube.com/watch?v=6rtgEsMAmFE&feature=related

1 comment:

Rolando Pituti Correa said...

Acabo de leer este relato que habla de una arbitraria medida tomada a contramano de la cultura de una sociedad. Aún no puedo entender cómo un diario como La Nación que por largas décadas se destacó por sus valiosos aportes culturales pudo haber decidido el cierre del Foro de Cuentos Tradicional, dejando a cambio un espacio absolutamente indecoroso, tirando por la borda valiosos aportes de muchos escritores. Pero, tal como decís, la llama no se apagará, solamente buscará y encontrará el lugar donde seguirá alumbrando.
Lo has expresado de una manera muy artística.
Cariños y sigamos adelante.

Rolando