Thursday, March 17, 2011
FLORES DE CEREZO
Descorre los cortinados del salón de la casa.
La vista es una postal, el cielo diáfano aclara el color del mar, distintos tonos azulados aparecen en el espejo de agua, los más oscuros están en la línea que el océano abraza el cielo.
Coloridos ciclamen y pensamientos ornamentan los canteros, trémulos los pétalos se mueven al compás de la brisa, es el saludo que recibe cada mañana..
Antes de salir pasará por el cuarto de herramientas necesita saber si los protectores de las plantas soportarán la primera nevada que traerá el otoño.
Ajusta el cuello de la campera, hoy no caminará por la orilla de la playa.
Los últimos acontecimientos ocurridos a nivel mundial la llevarán a la iglesia a cielo abierto ubicada en el bosque cercano.
Camina ligero buscando paz y silencio.
Lentamente algunos árboles de la flora fueguina se han vestido de rojo, color que mutará al ocre intenso antes que el viento sacuda las ramas despojándolas de tan atractiva vestimenta.
Solo las lengas quedarán con algunas hojas en su copa, la nieve pronto recorrerá los cuerpos color canela de los más jóvenes, los otros muestran vetas grises en sus troncos, señal que por allí ha pasado implacable el tiempo.
Camina entre la hilera de bancos de noble madera, acaricia los nudos que se han formado en las mismas, se pregunta si esas marcas serán señales de la naturaleza.
Gramilla cortita cubre el suelo, algunas hojas crujen debajo de sus pisadas.
El Cristo con la corona de espinas preside un altar artesanal.
Los floreros contienen flores artificiales y naturales.
Siente la fragancia de azucenas recién cortadas.
Ha observado cada flor con detalle, nada escapa a su mirada.
Arrodillada en un reclinatorio orará por los seres que ama.
Sus rezos recordarán a todos los seres humanos que sufren en otros sitios del planeta.
Inesperadamente aparecen entre las azucenas, rosadas flores de cerezo.
Los pétalos de las flores son pálidos, pareciera que el dolor los ha convertido en blanco.
Una sola flor tiene pequeñas motas rojas, es la que está ubicada a los pies de la imagen.
Los clavos desaparecen.
No puede contener las lágrimas, sabe que allá en esa isla devastada, aún cuando profesen otros credos, su Dios será bien recibido.
La esperanza de un futuro mejor no conoce credos ni religiones, solo la oración será capaz de acompañar atemperando el daño inesperado.
Ruega que muchos se unan y la acompañen.
Después del desastre florecerán los cerezos.
http://www.youtube.com/watch?v=chwADnoFDng&feature=related
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