Monday, March 28, 2011
LETRAS DE MADERA
Hace pocos meses se recibió de periodista, tardó un poco más que sus compañeros ya que debía trabajar para costear sus estudios.
Repartía el dinero que ganaba en la fábrica para sostenerse y enviar una parte a sus padres, residentes en el interior.
Alumno sobresaliente no solo por sus notas sino por las virtudes morales que le habían inculcado desde la cuna.
Ajustaba el presupuesto par cumplir con obligaciones que no eran propias de un joven que solo deseaba cristalizar sus sueños cimentados en el esfuerzo y el trabajo.
Muchas veces desistía de las salidas de los fines de semana.
No admitía que sus compañeros con los que compartía un pequeño departamento lo ayudaran en los gastos que imponía una noche de diversión.
Se conformaba mirando los recitales de sus artistas favoritos por televisión.
Imaginaba que estaba entre ellos en el concierto, saltando, batiendo palmas hasta que las manos quedaran rojas de tanto aplaudir.
Dejó su vida de operario cuando recibió la noticia, había sido elegido para realizar una pasantía en un diario de gran circulación.
Comenzaría su trabajo cubriendo eventos callejeros, siempre le contaba al fotógrafo que lo acompañaba que su mayor anhelo era estar en la redacción del periódico.
A los pocos meses de producido el ingreso fue convocado por el Director del medio.
Se había producido una vacante en la redacción de la revista dominical.
La tarea encomendada era escribir una nota basada en episodios cotidianos.
Las letras se enlazaban dejando volar la imaginación.
Entregó el borrador a su superior a las que había adjuntado imágenes.
El lenguaje coloquial llegaría a miles de lectores, sencillo,entendible, nostálgico, tierno.
Fue aprobado de inmediato.
Esa tarde jugaba su equipo de fútbol favorito, le habían regalado entradas para presenciar el evento, las repartió entre sus hermanos de la vida.
Quería estar presente en el proceso de impresión de la revista, sentir el calor de las hojas recién impresas le producía sentimientos incontrolables.
No sintió vergüenza cuando las lágrimas rodaban por el rostro, el sueño se haría realidad.
La radio anunciaba un bloqueo, se despidió de los trabajadores.
No pudo salir.
Afuera una manifestación impedía que salieran del edificio.
Los paquetes con los diarios y revistas envueltas en plástico no llegarían jamás a destino.
Un dolor fuerte en el pecho le indicó que las letras que con tanta pasión había escrito no las vería nadie.
Letras que se habían convertido en frágil madera, letras que se quebraban sin ver la luz.
Sueños que habían muerto antes de nacer.
El protagonista de esta historia espera que llegue el entendimiento, que se termine la violencia en todas sus formas.
No comprende por qué un solo hombre es capaz de limitar la creatividad.
No entiende por qué sus sueños son una utopía que quiere algún día se conviertan en realidad tangible.
Nunca entenderá por qué le cortaron las alas antes de aprender a volar.
http://www.youtube.com/watch?v=DpjoBuD0n0g&feature=related
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