HISTORIA DE AMOR

Prepara las palabras para la inauguración de la calle que llevará el nombre del amor de su vida.
Será la principal oradora en una ceremonia a la que han sido convocados todos los que conocieron a su héroe anónimo.
Evento en el que recordarán la vida del hombre que la transformó en mujer, dueño de los ojos más lindos que cualquier mortal pueda imaginar, amante fogoso, tierno.
Conoció el amor en su patria eslava cuando Gustavo estaba de visita.
No necesitaron conocer el idioma de cada uno para intuir que ese amor sería soñado.
Al principio de la relación se comunicaban con señas, hasta que descubrieron el lenguaje de los sentimientos que perduran más allá del tiempo.
No tardaría en armar las maletas para seguir a su hombre.
Se instalaron en el sur del planeta, como conquistadores de un sitio de leyenda.
Irina no tenía nada que la atara a sus orígenes, solo recuerdos que no dudaba en compartir con ese muchacho que le había robado el corazón, solo él había cincelado su alma para quedarse para siempre.
Con esfuerzo compraron un terreno en la ladera de un lago, con amor infinito construyeron la casa que albergaría la lucha de dos jóvenes en búsqueda de su destino.
La vivienda se ampliaba a medida que llegaban los hijos.
Ruiseñores los despertaban con su melodía cada mañana.
El contacto con la naturaleza los haría crecer como personas.
En el momento que Irina traía al mundo al tercer hijo, un frío telegrama comunicaba a Gustavo que la empresa para la que trabajaba había decido mudarse a otras tierras.
Nada significaba un escollo para ellos, trabajaban mientras los niños dormían, así lograron comprar una moto de alta cilindrada, Gustavo se convertiría en mensajero.
Jamás debería preguntar el contenido de los envíos.
Trabajaría en silencio sin conocer a sus empleadores.
Las despedidas producían lágrimas, jamás lograrían disolver la pareja.
Gustavo atravesó todos los caminos, conoció lugares que aún no habían sido explorados por el hombre.
Lloró en los desiertos, intentó que su llanto regara la tierra árida.
Se estremecía al ver en la nada cuevas inexploradas, allí reinaban las estalactictas filosas, transparentes se adentraban en las entrañas de la tierra.
La inmensidad lo encontraba solo, extrañaba a su familia.
Tenía que llegar, en el bolsillo de la campera guardaba un tesoro.
Ignoraba que allí estaba contenida la fórmula que salvaría a la humanidad toda.
Nadie sabe si Gustavo pudo cumplir con su misión.
Irina presiente que su hombre llegó a tiempo para entregar el sobre que traería calma a todos los sitios del planeta.
En medio de la disertación su nieto más pequeño le pide: Volvamos a la casa abuela, quiero conocer más historias de vida.
Irina responde, mi pequeño puedes encontrar imágenes de tu abuelo en cada rincón de esta tierra bendita.
Perfuma cada flor que contienen los canteros, no te detengas, el abuelo, el gran amor de mi vida vive en nuestros recuerdos.
Pronto subiré los peldaños de cristal que lleva al centro del universo.

http://www.youtube.com/watch?v=xaaiwLhehss