LIBERTAD

Desde el ventanal observa el paisaje.
El frío logra que todos se alejen de la playa.
Las nubes oscuras que cubren el firmamento son el preludio de una copiosa nevada.
La socióloga como si fuera un rito prepará aquello que necesita para encender la computadora.
El pocillo de café humeante está ubicado en la mesa auxiliar.
Tiene más espacio, hace tiempo que cambió el placer de fumar por una vida más sana.
Abre una página cualquiera, en pocos días deberá presentar un trabajo relacionado con el uso de la red.
Ríe con ganas, sus amigas participan en redes sociales, no llega a comprenderlas, para ella el contacto con los seres humanos debe ser piel a piel.
Las opiniones atrapan, de algunas aprende, otras es preferible olvidarlas.
Muchas son temerarias y muestran la opacidad de algunos seres humanos.
Tratará de ser objetiva, utilizará una balanza imaginaria, tomará de cada expresión aquello que le sirva para completar el trabajo que deberá exponer días después.
En medio de la lectura una ventana se abre, la invitan a registrarse para poder acceder a los contenidos, por ahora no son demasiados.
Prevalecen las descalificaciones.
No entiende a los que esgrimen la verdad absoluta.
Se detiene en una discusión.
El intercambio hasta se instante parecía agradable.
El ida y vuelta logra que sonría más de una vez.
La mayoría de los participantes vuelca sus opiniones en forma tranquila.
Un ser sin nombre que pareciera no saber guardar compostura para ubicarse en el mundo virtual comete los peores abusos, desnuda almas que tal vez, solo tal vez hubieran deseado permanecer en el anonimato.
Un simple click la ubicará en otro espacio, la historia se repite.
Los días pasan, nada le sirve para aportar a su ensayo sobre los encuentros en la red.
Todos giran sobre el mismo eje, degradar a los seres humanos que intentan compartir un instante de sus vidas.
Mañana deberá exponer sus conclusiones.
Necesita despejarse para llegar a una,sostenerla, fundamentarla.
Apaga los leños del hogar que le proporcionaban tibieza.
Buscará un abrigo para morigerar el frío que ha llegado sin previo aviso.
Se internará en el bosque cercano.
En la altura las ramas de los árboles se abrazan conformando una trama con nudos que oculta los colores del firmamento.
Más adelante está la capilla a cielo abierto.
Bancos de madera solitarios esperan que alguien los ocupe.
En el altar las flores mueven sus pétalos al compás de la brisa, antes suave, ahora viento.
El Cristo con espinas preside el sitio.
El crepúsculo traerá las primeras sombras.
Cielos morados, atardeceres púrpuras traerán paz a su alma.
El salón de la universidad está colmado.
A los costados del atril donde están los micrófonos, arreglos florales brindan majestuosidad y notas de color al claustro.
Escucha con atención a quienes la anteceden en el uso de la palabra.
Ha llegado su momento.
No es necesario que agregue mucho más a las exposiciones.
Con la dignidad que solo poseen los seres libres, agradece los aplausos.
Emocionada por el cálido recibimiento pedirá a los concurrentes un minuto de reflexión.
Solicitará que todos enciendan un alerta temprana.
No está en su ánimo brindar consejos, les contará de las experiencias vividas en la última semana.
Rogará a todos los asistentes no brinden datos personales, siempre en el camino hay seres oscuros, miserables que los pueden burlar.
Manchas que el destino es incapaz de eliminar con un simple click, cuando esos seres anónimos los han hecho objetivo de la mentira.
La ovación viene acompañada con un ramo de flores, el perfume de las azucenas indicará el sendero de la última oradora.
Camina libre.
Cual pájaro imaginario desplegará sus alas.
No existe en el mundo un ser que pueda anular las palabras que nacen en el alma.
Las redes jamás podrán atrapar a aquellos que han elegido la libertad como único derrotero.


http://www.youtube.com/watch?v=X7ZMA2i2VMs&feature=related