REMOLINOS DE AMOR

Hijo de mi alma, razón de mi existencia quiero decirte que me resisto a pensar que ha pasado un año y pocos días desde tu partida.
No quiero aceptar que se inicia otro año sin tenerte a mi lado, ignorando cuanto más deberán pasar para que se produzca el reencuentro que tanto anhelo.
Sos quien me ayuda a sobrevivir cada día, días que se extienden más de lo habitual hasta llegar a tu nueva morada.
No estás físicamente sin embargo puedo afirmar aún cuando parezca contradictorio que estás siempre porque te llevo tatuado en mi alma.
Estás presente en cada momento de mi existencia que indica que estoy viva, es una incongruencia sobrevivo por vos.
El paso del tiempo tal vez cure las heridas de quines te amaron, también puede ocurrir que el tiempo cubra con el manto del olvido las memorias de aquellos.
Este año signado por la tragedia de perderte también fue de un profundo aprendizaje.
Antes le otorgaba importancia a cualquier suceso.
Tu ausencia me enseñó que hay otras escalas de valores y adjudico interés solo a lo que trasciende más allá de la vida.
Es muy duro para una madre no poder abrazar a su hijo, llenarlo de caricias y besos.
Mis despertares son monótonos, me falta escuchar ese “hola mamá” al que me tenías acostumbrada, tengo la necesidad acuciante de tus abrazos de oso que me dejaban sin respiración.
Extraño mis pedidos que te cuidaras, tus corridas para que no llegaras tarde al lugar que fueras.
Añoro tu vos cantando, riendo por tus propias ocurrencias.
Daría mi vida por volver a verte aún cuando se me permitiera que solo fuera un instante, tiempo sagrado que aprovecharíamos para conversar a través de nuestras miradas.
Es doloroso y difícil enfrentar cada día sin tu presencia, sin tu calor.
Vida son situaciones tediosas, todos los días transcurren monótonos, ausentes del color que le otorgabas vos.
Sé que Dios te llevó a su lado para evitar el sufrimiento que padeciste durante tu enfermedad.
No me conforma percibir que estás mejor, no es una actitud egoísta sino el sentimiento de una madre desolada a la que le falta el pilar que la sostenía para seguir.
Hoy en soledad me pregunto ¿Seguir para qué?
A Dios le pido en mis oraciones como si fueras el mayor tesoro a sabiendas que también tiene que preservar la vida de miles de almas que habitan el espacio celestial.
Fuíste y serás mi remolino de amor, torbellino incansable que siempre estaba dispuesto a ayudar sin preguntar a quien ayudabas.
Muchachito solidario, amante de la naturaleza como pocos.
Un ser de luz que abría sorprendido los ojos cuando en su camino encontraba un ave que regalaba sus melodías meciéndose en las ramas de los árboles.
No descansabas hasta que descubrías de donde provenían los armoniosos gorjeos.
Tu pasión por los animales, tu enamoramiento por las tortugas, el dolor que te produjo la desaparición de una de ellas cuando murió la tuya, corriendo fuíste a pedirle a tu abuelo que plantara un jazmín para depositarla debajo de las raíces de tan bella flor.
Todos tus actos estaban plagados de amor debe ser esa la razón por la que fuiste elegido para ser un habitante más de la lejana eternidad.
Tan lejos y tan cerca de mi.
Vuelvo a repetirte mi obsesión es que el tiempo traiga el olvido.
Quizás por eso mis letras desordenadas siempre están dedicadas a vos.
No puedo abordar otros remas pese a que lo he intentado.
Muchos me piden que vuelva a escribir como antes,
Misión que no puedo cumplir `por la sencilla razón que tu ausencia abarca todos los espacios, pertenezcan al pasado reciente o al misterioso futuro.
No puedo pensar en un futuro en el que no estarás, el corazón prevalece sobre la razón.
Hijo querido, sé que en algún momento nos vamos a encontrar, no me resultará difícil encontrar tu espíritu entre los que te antecedieron en el camino hacia el Reino de los Cielos.
Tu luz será quien me guíe por el sendero correcto.
No sé cuanto tiempo más deba pasar, mientras se produce el reencuentro soñado te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=IuRkP__TwRQ

DESEO ESTAR A TU LADO

No me resultó difícil encontrarla.
Camina por la orilla de la costanera.
El mar se confunde en el horizonte con un cielo carente de nubes.
Me saluda con cariño.
No hace frío por lo tanto la invito a sentarnos en una de las escalinatas que llevan a la playa.
En principio la conversación será de carácter trivial.
Le comento que ayer al pasar por su casa, parecía deshabitada, pese a que conocía el motivo preferí me lo contara, sabía que ello la ayudaría a que pudiera desahogar el dolor que la acompaña desde que su pequeño partió.
No quise invadirla con preguntas que pudieran acrecentar las heridas que tiene el interior de su ser.
Habló de su noche de suelo interrumpido, me resultó impactante que el descanso nocturno se cortara en dos horas muy especiales para ella, las últimas horas que habñia pasado con su hijo.
A media mañana como lo hace casi diario se dedicó a escribirle al niño dueño de sus desvelos.
Jamás le diría a una mujer tan golpeada por la vida que deje de recordar.
Pese a la angustia que la embarga percibo que tiene ganas de hablar y yo de escucharla.
Con voz pausada, esas voces que envuelven con su sonido al interlocutor relata que quisiera recordar solo los momentos felices que le regaló su hijo.
Le pido que no se apure, en la universidad aprendí que el duelo en algunas personas demora más que otras.
Dice que no quiere ser la responsable o el motivo para que el alma de ese angelito no se eleve al Reino de los Cielos,
Hace más de un mes que leo su obra, no solo los últimos cuentos sino que salpico con otros de años anteriores.
El cambio es lógico y notorio, como ella misma expresara en sus letras antes jugaba con aquellas.
La tragedia logró que las mismas dieran un giro inesperado.
No soy mamá sin embargo puedo comprender el cambio.
Al observarla noto que dea cambiar, no para ser la misma de antes, eso es imposible sino que desea parecerse a la mujer que fue cuando estaba plena.
Respondo que ese cambio fluirá como la vida misma.
El golpe que le asestó el destino necesita tiempo para elaborar el duelo.
No es lo mismo que muera un ser querido que la muerte de un hijo.
Comenzamos el camino de regreso.
Esta tarde iré por primera vez a su casa, desea mostrarme fotos de todos los integrantes de su familia, invitación a la que accedo encantada.
El crepúsculo asoma por uno de los ventanales dando paso a la noche que se avecina.
Ahora estoy en mi casa, como instantáneas pasan las horas que hemos compartido.
Pese a su figura pequeña puedo afirmar que estuve en compañía de una mujer gigante que sabe lo que quiere y la manera de obtenerlo.
Aplaudo que haya evitado concurrir a un psiquiatra,
Pocos seres humaos se animan a transitar por la realidad sin la atadura a kos medicamentos.
Sé que de este abismo saldrá sola.
En mi retina guardo la imagen de su angelito, si algún día Dios me da la bendición de ser madre me encantaría que fuera como ese niño que desde cualquier fotografía irradia luz.
Muchachito no he tenido la dicha de conocerte en persona, te fuiste antes de que viniera a este lugar.
Soy consecuente lectora de quien te dio una vida que el Señor quiso fuera yan breve.
Comprendo más que nadie la necesidad de tu madre de estar con vos.
Por todo lo que viví hoy lo me animo después de mirar tu sonrisa, de observar las filmaciones que como un tesoro están guardadas en tu habitación, de haber tenido la posibilidad y deleite de escuchar tu voz en la magia de una computadora, repito me animo a pedirte que nunca te olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=wcX5i0xrj0A

TU ULTIMO VIAJE FUE EN SOLEDAD

Mi cielo adorado hoy se cumple el primer aniversario de tu partida prematura trayendo consigo el dolor más grande que existe entre los que habitamos el mundi de los terrenales.
Sentimiento que no se puede dimensionar con palabras.
Sentir que vence a quienes se ufanan de poseer un carácter fuerte.
Creí que lo tenía hasta que tu muerte logró que el mundo se me cayera encima.
Lentamente los escombros del pasado reciente me ocultaron hasta convertirme en un ser invisible a la vista de los demás.
Soy un despojo que sque transita la vida sin rumbo conocido. Pese a la compañía de quienes te amaron de verdad soy una sombra que solo acuna cada uno de los recuerdos compartidos.
Cada vivencia la guardo en mi corazón enrejado.
Corazón sangrante pese al cariño que me prodigan quienes me rodean.
Humanos gigantes que saben respetar mis deseos de estar en absoluta soledad.
Muchas veces la princesita me dice “no llores tía.
Sus manos sobre mis hombros intentan infundirme ánimos.
Qué decir de sus papás, dos gigantes que acompañan en piadoso silencio.
Trato de no llorar ante él sé que la tristeza no le hace bien.
Hubiera querido ser quien comandara la cápsula de cristal que te llevó a los pies de la escalera que lleva al reino de los cielos para estar un rato más a tu lado.
Ese transporte celestial tiene un solo lugar para que el pasajero que tendrá la dicha de estar cerca de Dios, pues este es sabio y sabe que en algún momento llegarán la resignación y la aceptación para quienes hemos quedado en la tierra.
Sñe que a tu arribo te esperaban los ángeles para ayudarte a subir cada peldaño.
Ellos conocían tu debilidad terrenal y tenían la misión sagrada de cumplirla hasta ek final del ascenso.
Mi querido he soñado muchas veces con esa escalara.
Me hubiera gustado estar a tu lado para que no tuvieras miedo, ese terror atroz que se apoderó de tu ser los últimos dñias que estarías a mi lado.
No pudo ser ese sitio es para los elegidos, seres de amor y luz que irradian aún cuando se han ido.
Anoche rogaba soñarte, no pudo ser.
Sin embargo quiero que sepas que curiosamente me desperté en dos ocasiones.
Pasada la primer hora de la madrugada mi sueño se interrumpió fue a la misma hora que una de las médicas me llevó fuera de la habitación para unformarme que si te inyectaba yb sedante no despertarías más.
Preferí tu suelo eterno antes que siguieras padeciendo.
Pasadas las cuatro de la mañana estaba nuevamente despierta.
Parecía que un ser imaginario quería recordarme que a esa hora pronunciaste con voz clara, serena y no exenta de ternura infinita tus tres últimas palabras, en ellas me nombrabas.
Conmueve sentir que hasta en el último pensamiento estuve presente en la fragilidad de tu mente.
Después sobrevino un silencio aterrador, comprendí que tu vida en cualquier momento podía extinguirse.
Dios me regaló más de cinco horas para que pudiera seguir sosteniendo tus manos, acariciarte para evitar el esfuerzo de intentar levantar tus piernas pesadas por la rigidez que antecede a la muerte.
Guardé mi llanto hasta el final.
Quería que supieras que tu mamá estaba fuerte, sabía que en estado de inconciencia hubieras percibido mis lágrimas.
Quiero que sepas que esta mañana muy temprano recibí un mensaje de texto del ser que más admirabas, entre muchas cosas me decía “Recuerde que a su hijo no le gustaba que llorara”
Otro ser angelado que te obsequió el cariño más puro.
Tuve mucho temor a que fueras cubierto por el manto del olvido, no fue así, ayer también me envió mensajes tu hermano de la vida.
Goy es un día que no se puede dimensionar con palabras.
Recuerdo con algo de esa paz tñimida que quiere abrazarme cuando estábamos juntos y levñantamos barreras imaginarias para conversar como lo hace una madre con su hijo.
Tenías muchos proyectos para cumplir, una vida entera para convertirlos en realidad tangible.
Siempre te decía que cuando nacemos somos como un libro con pocas letras en su inicio, el resto de las páginas en blanco es el destino quien se encarga de completarlas hasta que llega el fin y se cierran las tapas del valioso ejemplar de la vida.
El tuyo fue un libro tan breve como intenso, un libro que debiera haner continuado t fuera yo quien ocupara tu lugar.
El destino fijó otro derrotero.
Daría lo que no tengo para volver a darte un beso, un abrazo de oso, observar tu eterna sonrisa aún en la adversidad.
Contagiarme de tu optimismo innato, sé que no es posible cumplir el deseo de esta madre que te amó como a nadie en el mundo.
Te pido perdón si en algo fallé, disculpas si en algún momento no pude demstrarte la inmensidad de mi amor hacia vos.
Te agradezco los años de felicidad que me regalaste.
El tiempo es inexorable.
Me gustaría adelantar sus agujas para no tener que esperar para volver a verte.
Mientras todo eso pasa siempre te pediré que aún cuando la eternidad nos separe nunca te olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=DjE-b7ei0xE

TU MIRADA EN MI ALMA

Hijo adorado mañana se cumplirá el primer año de tu partida tan prematura para una madre es injusta aún cuando entienda que Dios te eligió para llevarte a su lado al ver que en la tierra era imposible mitigar los dolores físicos.
En el Reino de los Cielos el padecimiento terminaría para siempre.
Por ser como fuiste merecías integrar el conjunto de ángeles que lo acompañan en el universo celestial.
Si supieras mi pequeño os efuerzos que hago para recordarte en paz.
Paz que algún día no lejano me será otorgada como una bendición.
Ahora no es tiempo.
Desde que no estas mi cuerpo mi alma es una herida que sangra por un dolor que no se puede mitigar,
Hay médicos para todas las especialidades de las enfermedades que pueden aquejar a los seres terrenales.
No hay en este mundo profesionales que tengan una pócima para curar las llagas sangrantes que la ausencia del ser humano que más se amó.
Te traje a la vida para que aquella fuera plena, pletórica de momentos felices que te atydaran a crecer sin que nadie te lastimara.
Mi pequeño filósofo revivo a cada instante los momentos compartidos.
Tu pensamiento brillante lograba que tus pensamientos fueran más allá de la edad cronológica.
No puedo evitar la mueca de una sonrisa que no termina su cometido al evocar tu predilección por el mar.
Sonreían tus ojos al internarte en sus aguas.
En estado de alerta te advertía de los peligros que conllevan los espacios desconocidos.
Eras chico cuando pediste realizar clases de buceo, hoy sé que lo hacías pues eras un investigador nato y allí donde la vista no alcanza a mirar te divertías con nuevas experiencias.
Tus ojos de caramelo irradiaban luz cuando contabas la belleza de los bancos de corales, los peces haciéndote compañía como si fueran guías turísticospara enseñarte que en el fondo del océano pudieras encontrar la belleza que muchas veces no encontrabas en el mundo terrenal.
Sé que tu mirada aún cuando estés en las alturas también ha quedado allí.
No hay felicidad más grande para una madre que observar la alegría de su hijo adorado.
Eras precavido y nunca te alejarías más allá de donde tus fuerzas te lo permitieran.
Al salir airoso de esa travesía, extendías tu cuerpo sobre las arenas blancas para contarme tus andanzas acuáticas,
Con una sonrisa me decías, tranquilízate má, mirame estoy bien.
Como quisiera ser la dueña del tiempo para anclarlo en los días felices.
Nadie pensaba que en pocos años la alegría mutaría a la tristeza más dolorosa que es no tenerte conmigo.
Tenías una vida por vivir realizando viajes que te permitieran conocer otros modos de vida, otras culturas.
Nadie pensó que agazapada la muerte te esperaba.
Mujer misteriosa quelleva a los elegidos a la antesala de otros planos que alojan los espíritus como el tuyo para hermanarlos en un solo lugar.
A ella no le importaba el sufrimiento de los que quedaban en absoluta soledad,
Algún día no lo sé quizás entienda que ese es su trabajo.
Tengo infinidad de preguntas para formularle, es probable que la mayoría no tenga respuesta, sin embargo la seguiré esperando.
Mientras viva jamás podré olvidar una fría tarde de junio, por conocerte como te conozco sabía que algo te perturbaba y no te animabas a preguntar para no lastimarme.
Ty cuerpo comenzaba a mostrar diferencias, ya no eras el muchachito de rostro rozagante.
Tys facciones habían cambiado, tu cara mostraba signos de cansancio.
De manera imperceptible comenzaron a mostrarse ángulos en tu rostro que antes estaban ausentes.
Me dijiste que no me preocupara que te sentías bien, mentira piadosaqye una madre descubre en un instante.
Aparentemente buscabas un libro en la biblioteca de manera distraída.
Cerré el libro que me habías regalado.
Imtuí que algo queróas decir.
El silencio podía escucharse y de pronto sin asir ningún ejemplar me preguntaste sin anestesia ¿Ma que harías si re faltara?
La respuesta fue inmediata de dije que adonde fuera no irías solo, siempre estarías juntos.
Hoy puedo sentir el abrazo interminable que nos dimos.
Las lágrimas nos hermanaron querías huir del tema no estaba dispuesta a terminarlo son hablar.
Pese a que hiciste todos los intentos por tranquilizarme concerté una cita con el médico, curiosamente el cheque salió dentro de los valores normales.
Sin embargo la espina de la curiosidad siguió clavada en el fondo de mi alma.
Comenzaba el mes de julio.
Fuimos a ver a varios especialistas, casi todos coincidían en el cansancio propio de la altura del año.
;i intuición de mamá era más potente que la razón.
El siete de julio te vio otro médico diagnosticó una bronquitis, la respuesta desganada fue que con nebulizaciones el cuadro iría cediendo.
No ocurrió.
Sin querer escuchabas que comentabas con rus hermanos de la vida que no te sentías bien, también suspendiste las conversaciones por Skipe aduciendo que el servicio no funcionaba.
Meses después de tu partida supe que a todos les pedías que tuvieran cuidado con los Wasap pues tu mamá estaba cerca.
En agosto comenzó el peregrinar por distintas instituciones médicas, el diagnóstico terminó en la internación.
Horas antes que llegara la ambulancia había decido estar a tu lado.
Lloramos juntos como si fueramos dos chicos.
El resto es historia conocida.
No estaba sola cuando partiste yna mujer valerosa estaba junto a mi.
Los latidos de tu corazón eran cada vez más espaciados. Con la mano derecha sostenía tu mano la izquierda estaba apoyada en tu pecho.
Los latidos no se escucharon más, te abracé como nunca para devolverte a la vida.
No pudo ser.
Rompí la promesa de no llorar como un torbellino aparecieron las lágrimas, mi hijo querido había partido una soleada y fría mañana de agosto.
Tu belleza quieta hubiera deslumbrado alo mejor pintor.
Hjo me pregunto en qué fallé, que imití hacer.
Estuve a punto de fotografiar ty cuerpo inerte, eñ dolor le cedió el paso a la razín, esa imagen que ni en sueños hubiera querido ver esa guardada en mi corazón.
Una parte de mi se fue con vos, alí debe estar y no haré nada para traerla a mi lado.
Estuvimos juntos hasta el fin.
Mientras iva no olvidaré que en sueños producto de los calmantes djiste como si un duenda fantasmagórico te interrogara que vivías en determinado lugar.
Algo me animó a preguntarte con quien vivías la respuesta fue “ “Con mi mama”.
Tres palabras tan dulces como el néctar de las flores, tres palabras que son y serán la razón de mi existir.
Mi cielo, esta mujer que desde que no estás se ha convertido en una sombra nunca se cansará de repetir que mientras me esperas y se produce el anhelado reencuentro, no olvides cuanto te quiere tu mamá.


https://www.youtube.com/watch?v=aXYtJB7Qslk

TU CIELO ES EL MÍO

Luz de ni vida no puedo evitar dedicarte mis letras, siempre fuiste el dueño de ellas aunque desde hace casi un año aquellas están encapsuladas en tu ausencia que trae nostalgia, dolor pesadumbre, agobio, angustia.
Hoy hace exactamente un año comenzabas a despedirte de la vida.
Un día aciago en el que tu valentía fue puesta a prueba de la forma más inhumana.
Aún siento tu vocecita rogándole a los médicos que hicieran todo lo posible por salvarte pues debías cuidar a tu mamá.
No pondré en duda su virtuosidad la que se esfumaba ante la falta de humanidad.
Estuvieron varias horas examinándote.
En silencio esperaba en una sala contigua.
Aún persiste en mi mente el alarido de dolor insoportable en un cuerpo dañado al que no dudaron en seguir hostigando sin importarles tu sufrimiento cuando ellos como vos y yo sabían que el horroroso final estaba más cerca.
Solo tengo agradecimiento hacia el profesional que notando que tu vida se extinguía hizo caso omiso al requerimiento del otro sanatorio que pedía una cama en terapia,
Sabio entendió que tus últimos días debías pasarlo en una habitación con el propósito que la muerte no te encontrara solo y aterrorizado ante la ausencia de tu mamá.
Esta mamá que muchas veces cuando me daban el part médico tuvo que recordarles que estaban hablando con la madre, de esa forma lograba que apareciera un pequelo rasgo de humanidad.
Recuerdo con amor infinito tu mirada cuando te dejaban tranquilo y veías que atravesaba la puerta.
Tu voz era inaudible, tenía que acercar mi rostro al tuyo para poder escucharte.
Momentos sublimes que aprovechábamos para abrazarnos, empalagarnos de besos, ambos sabíamos que serían los últimos aún cuando lo calláramos con el propósito de no profundizar las heridas del alma, heridas que dudo alguna vez cicatricen.
Quisiera recordar solo os momentos placenteros compartidos.
Agradezco a la vida que hayan sido tantos.
Nuestros viajes .
Ty asombro al ver esos pájaros negros que hacían sus nidos detrás de la cortina de agua de las Cataratas, después sabríamos que se llamaban vencejos, el guía nos contó a todos los turistas que elegían esos lugres inaccesibles a la mano del hombre para proteger a sus crías.
Eras incansable al llegar a la piscina del hotel te sumergías en sus aguas y no te cansabas de nadar.
Nuestras caminatas por la playa, tu visión quería abarcar la inmensidad del mar.
Eras demasiado adulto para ser tan chico.
Tu amor exacerbado a la naturaleza te hacía diferente.
Esos recuerdos placenteros son mi sostén cuando siento odio por despertar a un nuevo día sabiendo que no te tengo.
En esos momento recuerdo los nueve cielos que majestuosamente Dante en su obra más trascendente.
Imagino que como eras inquieto en este tiempo de ausencia los has recorrido todos.
Inevitablemente me pregunto en cual de esos cielos habita tu alma.
Percibo que has elegido aquel que te contacte con la naturaleza, un sitio celestial donde los capullos de rosas se abren mostrando al Reino de los Cieos su hermosura al abrir sus pétalos adornados con gotas de rocío celestial.
Me gustaría observar todo eso que podés apreciar.
Recorro los invernaderos buscando las más bellas para que perfumen tus lugares favoritos.
Me cuesta encontrarlas quizás esos capullos no abren con intensidad a la vida ante la presencia de una madre que aún porta el atuendo de la tristeza.
Estoy segura que si fuera de tu mano no dudarían en estallar pletóricas de colorido y fragancias.
Desde que no estás no escucho la armoniosa melodía de los pájaros quizas ellos también estén de duelo ante la imposibilidad de escuchar tu risa contagiosa.
No puedo hablarles como lo hacías vos.
Los veo por un instante y con la velocidad de un rayo que ilumina el Universo despliegan sus alas para tomar rumbos por mi desconocidos.
Qyuzás vuelen hacia tu nuevo hábitat para acompañarte con sus melodías.
Sé que el destino nos separó para que dejaras de padecer, eso me trae algo de consuelo.
Quiero que sepas que si sigo perteneciendo a este mundo es porque vos me sostenés.
Nada me gustaría más que Dios me concediera un instante para volver a verte. Abrazarte, decirte cuanto te quise y te seguiré queriendo.
Ningunos de los dos sabemos cuanto tiempo durará la espera, mientras aquella se aproxima con paso lento te vuelvo a pedir que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=aXYtJB7Qslk

EL SILENCIO DUELE

Hijo lindo no puedo evitar dedicarte cada letra que nace en mi alma lastimada por tu ausencia temprana e inexplicable.
Ambos sabemos que haríamos lo imposible por estar unos segundos juntos.
Abrazados como solo saben hacerlo las madres con sus hijos.
Abrazos perdidos en el camino de la eternidad desde aquella mañana de agosto en que Dios decidió llevarte para detener el sufrimiento que padecías.
Sufrimiento que acaparó todos mis sentidos cuando la realidad sin anestesia me hizo saber que no estarías nunca más a mi lado.
El primer abrazo fue de tu prima, no era habitual que adelantara su llegada para verte, la intuición la guió a nuestro lado.
Al notar que yo no deseaba aceptar los designios trágicos del destino, con suavidad apoyó una de sus manos en tu cuello, no escuchó sonido alguno que por débil que fuera me otorgara la ilusión de algún signo de vida.
Silencioso el final había llegado, ni un segundo se separó de mi lado y entre sus brazos cálidos intento transmitirme un soplo de vida que paliara la angustia que se siente ante la pérdida definitiva del hijo amado.
Trataba de detener mis lágrimas para que ellas no te mortificaran.
Tu cuerpo más hermoso que nunca reposaba por última vez en la cama,
Parecías dormido, la muerte fue benévola no tenías signos de dolor ni abatimiento, habías dejado de sufrir para siempre.
Estabas desplazado hacia el lugar donde estaba la silla que usaba siempre para que sintieras que más allá del padecimiento, mamá siempre estaría sentada acariciándote.
Varias horas antes de tu partida aun conciente preguntabas la hora.
Mentía para tranquilizarte.
En un momento dijiste que serías feliz si me recostara.
Conocías el cansancio que produce la espera de un milagro que no llegaría nunca.
Accedí a tu pedido sin dejar de mirarte.
Me dolía el alma cuando veía que intentabas recoger las piernas que comenzaban a estar rífidas ante la inminencia de la muerte.
No te hice caso, acariciaba tus piernas para que no te dieras cuenta que ya no podrías moverlas nunca más.
Solo en este tiempo he podido soñarte en dos ocasiones de forma muy breve.
Odié despertar y no encontrarte.
Tus amigos a quienes le rogaste “cuiden a mi mamá” están en la medida de sus posibilidades.
Respeto sus tiempos y obligaciones solo le pido al Altísimo que nunca te olviden en nombre del amor incondicional que les tuviste.
Sería doloroso para los dos que transcurrido un tiempo el olvido se hiciera dueño de los recuerdos compartidos que no fueron pocos.
Siento un orgullo primitivo cuando me cuentan de aquellos, cada palabra que pronuncian me acompaña en este abismo que se ha convertido en mi nuevo hábitat,
No creas que no quiero salir de este estadío, siento miedo a lo desconocido.
Generalmente los abismos tienen un fondo cenagoso, de aguas o arenas turbias.
Nadie conoce el espacio oscuro donde culminan.
Como se que te hubiera gustado trato de emerger de profundidades desconocidas, salir a la superficie para escuchar el tañido de las campanas que llaman a los feligreses para cumplir con sus oraciones.
No puedo, una mano imaginaria como poderosa con fuerza incalculable se posa sobre mi cabeza con el propósito que siga en el fondo de esa ciénaga que produce terror.
Quiero salir a la luz, poder admirar como antes los paisajes cotidianos.
Tener la posibilidad de observar extasiada los cambios de la naturaleza.
Sentir que la vida renace en los brotes que comienzan a adornar los árboles.
Escuchar la nitidez de la melodía de los pájaros que se apoyan en el dintel de las ventanas apenas el alba tiñe el cielo de colores rosados anunciando la aparición de los destellos dorados del sol que con magia cubren todos los espacios.
Me gustaría caminar por la arena de una playa solitaria tomada de tu mano.
Sueños, utopías que jamás se convertirán en realidad tangible.
Pese a que la vida me ha asestado el golpe más doloroso que pueda sentir una madre sigo pensando que todo es posible.
Percibo que estás bien, rodeado de ángeles para que no te sientas solo.
Imagino que con ellos juegas.
Pienso que en las noches cuando la soledad abarca todos los espacios, te sientas en las líneas de una estrella mirando el mundo terrenal.
No dejes de hacerlo siempre que no te venza el sueño, en un lugar tan lejano del cielo tu mamá te busca con la mirada.
Te extraño hijo querido, sería una hipocresía negarlo.
Abrigo la esperanza que Dios tiene preparada una sorpresa para mi.
La misma se producirá cuando tenga lugar el reencuentro anhelado.
No sé si deberé esperar mucho o poco.
El tiempo de los espacios celestiales difiere de los terrenales,
Por eso te pido hijo de mi vida que mientras esos acontecimientos se producen nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.



https://www.youtube.com/watch?v=zjpbIm33jQc

EL TIEMPO NO SE DETIENE

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Luz de un s ojos, puntal que me sostiene en los momentos más aciagos de esta vida que jamás imaginé transitar.
Hace un año cuando el crepúsculo llamaba a la luna que no podíamos ver desde la habitación donde estábamos internados, los médicos nos anunciaron que se produciría tu traslado a un centro de alta complejidad para tratar tu enfermedad.
El mismo se llevaría a cabo al día siguiente.
Habiendo perdido la noción del tiempo y el espacio pregunté a unos de los profesionales qué día era me respondió que transcurría el día veintitrés de agosto, coincidía con el cumpleaños de tu abuelo materno, me aferré a la fecha pensando que el amor que te tenía podía lograr un cambio favorable.
Ignoraba que el jefe de médicos del grupo que te atendía había solicitado una cama en terapia.
Seguramente ese detalle no me lo dieron a conocer pues en nuestras miradas se notaban signos de abatimiento, apenas unas chispitas de luz iluminaban la belleza de la tuya pensando que allí encontraríamos una pócima mágica que te devolviera la salud.
Ese día fue de preparativos, trasladar a un paciente es semejante a una mudanza puesto que había decidido no separarme un solo instante de tu lado.
Nos recibió un profesional al que suelo calificar de humanos, luego de examinarte y leer los informes médicos me llamó para informarme de la situación.
Dejé que hablara, que me explicara cada detalle de una revisación minuciosa a la que habías sido sometido.
Desde el inicio me hizo saber que el cuadro no era sencillo, esta mamá siempre había intuído el final.
Un profesional que además de virtuoso mostraba rasgos de humanidad, tan necesarios en casos críticos.
Con voz pausada me explicó que desde la otra institución habían requerido un lugar en terapia intensiva.
Al ver dibujado en mi rostro el horror con sabias palabras me tranquilizó comunicándome que quería darte una oportunidad y estuvieras en una habitación conmigo cerca.
Hoy que ha pasado el tiempo comprendo que de haberte llevado a terapia el final se hubiera adelantado unas horas.
Ese médico que seguramente era padre optó por dejarte a mi lado mientras se acercaba impiadoso el fin de tus días.
Por tus palabras y las minas entendió que debiámos estar juntos para que cuando tu espíritu ascendiera a otro plano tus manos estuvieran sostenidas por las mías.
Fue en ese instante que decidí inventar historias placenteras a sabiendas que jamás se convertirían en realidad.
Mi intuición de mamá me decía que el final estaba cada vez más cerca.
Contuve mis lágrimas de dolor pues sabía que conmovían tu preciosa alma.
Vos me dabas fuerzas para seguir de pie.
En mi vida hice muy pocas promesas, respeté a rajatablas que vieras en el rostro de tu mamá una sonrisa que te transmitiera un poquito de vida.
Siempre fuiste brillante, intuitivo.
Nuestra comunión espiritual no se podía dimensionar con palabras.
Pese a que los dos callábamos por causas parecidas,los dos sabíamos que la muerte esperaba impaciente detrás de la puerta de la habitación.
Prometí mostrarme como una mamá que tiene a su hijo en franca recuperación, una ilusión que tus ojitos de caramelo denotaban conocías el principio del fin..
Siempre nuestro amor fue incondicional, a pesar del tiempo transcurrido sé que no era necesario emitir una palabra para conocer el pensamiento igualitario de cada uno.
Reía cuando tenía ganas de llorar para que tu tránsito a la eternidad fuera en profunda paz.
Hoy que la vida se me cayó encima con la fuerza que irradiás desde tu nuevo hábitatt me levanto para seguir.
En mis tardes despojadas de luz siento el sonido de las llaves en la cerradura.
Programo mi mente para contarte las ocurrencias del día.
La puerta inánime me devuelve a la realidad, nunca han sonado las llaves de tu llavero, el latigazo de la soledad no tiene piedad.
No estás abriendo la puerta como quisiera.
La realidad me devuelve a mi estado habitual una angustia que no puedo superar.
Hijo de mi vida sabés que ni bajo los efectos del sedante más potente concurriría a una consulta psiquiatrita por la sencilla razón que utilizo el sentido común y me niego a vivir una realidad que no es la mía.
Quizás los narcóticos a otros terrenales le proporcionen un estado de aparente salud.
Mi realidad es ésta y no existen médicos que curen los dolores del alma.
Dicen que en el reino de los cielos la vida difiere mucho a la de aquí.
Me dicen que estás bien, acompañado por Dios y los ángeles que acunan tu sueño eterno.
Te envidio hijo mío en la tierra no encuentro un minuto de paz que me ayude a sobrellevar el dolor.
Sería ingrata si no recordara a quienes te amaron de verdad, gracias a ellos he podido avanzar.
Deploro las dos llamadas que realizaste antes de nuestra internación, recuerdo como si fuera hoy que anunciabas a un contestador que estabas enfermo y te internarían
Hijo querido esas dos llamadas no recibieron la respuesta que esperabas.
No les guardemos rencor, rencor que oscurece el alma.
A su debido tiempo será Nuestro Señor quien juzgue las miserias humas,
Te quiero tanto que en nombre de ese sentimiento tan noble solo te pido que jamás olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=zzLYUhnd4d0

EVOCANDO RECUERDOS

La encuentro sentada en una plaza alejada de la ciudad. Como todas las plazas de los poblados pequeños el lugar está rodeado por el municipio, algunos edificios públicos y al centro se erige una sencilla capilla de techos abovedados de color azul oscuro.
Eligió para pensar un baco que los lugareños conocen como La Alameda, se trata de un espacio donde los árboles aun cuando sus ramas estén desnudas se abrazan eternamente.
Para esta época variedad de aves consytuyen cuidadosamente los nidos que albergarán sus crías.
Una calandria perdida con su canto busca a los de su especie.
Prontamente será rodeada por otros pájaros que la guiarán al lugar que busca.
Es un deleite para todos los sentidos estar en contacto con la naturaleza que anuncia la llegada de la estación de las flores.
No deseo interrumpir sus pensamientos aún cuando sepa quien es el vector de los mismos.
Camino como si no si no hubiera reparado en ella.
Los sentimientos parecen un enjambre de contradicciones cuando escucho mi nombre.
El corazón me da un vuelco en el pecho, ella tiene deseos de hablar y yo de escucharla.
Nos saludamos como dos personas que hace mucho que no se ven.
Su mirada está fija en la cruz que corona la capilla pareciera que llí ve la imagen de su hijo adorado.
No deseo interrumpirla, me conformo con escuchar su voz pausada, les aseguro que cada palabra nacida en el fondo de su alma la tomo como aprendizaje para mi carrera de humanidades.
Me sorprende gratamente que su atuendo haya cambiado.
Cambió el negro de las sobras misteriosas por colores suaves a los que agregó un detalle colorido.
Me cuenta que a su chiquito le hubiera agradado esa vestimenta,
De su cuello pende una cadena, la medalla contiene una foto del joven,.
No deja de sorprenderme el parecido entre ambos, la misma mirada, el mismo color de ojos, la diferencia se nota en la opacidad de los de ellas y la brillantez de su hijo amado.
Quiero escucharla, solo responderé a sus preguntas.
Desde un profundo dolor me dice que sabe que de lejos la sigo.
No deseo importunarla respondiéndole que tiene razón.
No lo hago para perturbarla sino porque mi sano interés es tratar de morigerar su pena infínita.
Me cuenta de los estudios realizados que afortunadamente salieron bien.
Trata de explicarme que mientras estuvo inconciente soñó con su hijo, describe haberlo visto con nitidez, sin signos de haber sufrido hasta el final.
En ese instante fugaz su mirada adquiere un dejo de luz.
Evocar las vivencias compartidas con ese ser luminoso le otorga vida a esa mujer que cual Ave Fénix quiere renacer de los escombros y poder desplegar sus alas para estar junto al amor más puro, el amor de una madre a su hijo.
Percibo que quiere emerger de los abismos oscuros en los que se encuentra, no encuentro palabras para brindarle un poco de consuelo ante una pérdida atroz.
Hubiera querido preguntarle más, el sentido común me indicó que no es tiempo de invadirla atormentándola con preguntas que laceran un corazón estrujado por el dolor.
Poseo la paciencia milenaria de un Buda, las banalidades pueden esperar.
Me siento dichosa al haber compartido unos minutos con ella.
Tengo la certeza de haber traspasado esa barrera invisible con la que se protege.
Alma y cuerpo destruídos por el dolor requieren tiempo y paciencia para recomenzar.
Respeto que por ahora se encuentre en un laberinto sin salida.
Hoy pude acercarme un poco más.
Me hubiera gustado abrazarla para que sienta que en mi puede encontrar una amiga capaz de usar todos los artilugios que ofrece el destino para acercarle un poco de paz.
Debo esperar y así lo haré.
Ignoro si compartiremos momentos placenteros,
Por ahora me conforma estar a su lado para confortarla.
Quisiera convertirme en la base fundamental para sostener su cuerpo cansado.
Desearía llegar al fondo de su corazón para decirle que no está sola.
Hay muchos seres que la quieren de verdad, también puede haber otros que simulen una piedad que ella rechaza.
Niñp hermoso del ser que con amor te trajo a la vida sin pensar que sería efímera, te pido disculpas por mi atrevimiento, he leído todo lo que ella te escribe desde el más profundo dolor, en nombre de eso te ruego que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=CoHWBXAjVQE

EL DOLOR APLASTA

Hijo de mis entrañas no puedo pasar mucho tiempo sin escribirte debe ser porque sé que allí donde estás tenés la potestad de leer cada letra que te dedico.
No puedo abordar otros temas como antes, el dolor de la ausencia es un gigante que se hace presente cada mañana cuando despierto y no te encuentro.
Siempre creí que Dios me había encomendado la misión de formar una familia, ser bendecida por la llegada de un hijo tan hermoso como vos y cuando escribo ese adjetivo no hago referencia a los atributos físicos.
Eras tan transparente que se podía observar a simple vista la belleza interior.
Esa que solo pudieron palpar quienes te amaron y hoy tratan de hacer esfuerzos sobrehumanos para que salga de este pozo cenagoso en el que vivo desde tu partida tan prematura.
Como sabrás he tenido que realizarme algunos chequeos de rutina.
Uno de ellos requirió el uso de sedación suave.
Rechazo desde que no estás todo tipo de tratamientos pues mi vida carece de todo sentido desde tu ausencia.
Solo Dios conoce los misterios de la mente, ignoro cuanto tiempo estuve bajo los efectos de la anestesia.
Solo puedo afirmar que durante el período de inconciencia creo haber soñado con vos.
Puede que al entrar en aquel estado la mente humana solo tenga el último recuerdo, las últimas vivencias,
No tengo la respuesta a ese acontecer, solo puedo afirmar que en eso parecido a un sueño estabas vos.
Fue placentero observarte despojado de sufrimientos, tu imagen era demasiado nítida, en segundos logró que desaparecieran todos los miedos previos que son naturales ante lo desconocido.
Al despertar relaté al médico mi experiencia, no dijo nada, solo me devolvió una sonrisa cargada de ternura mientras sostenía mi mano.
Si así es el paso que antecede a la muerte una pincelada de paz infínita me aprisionó por unos segundos.
Asocié la diferencia con todos tus padecimientos la mayoría de las veces innecesarios.
Un Ser Superior decidió que partieras para evitar que tu cuerpo fuera objeto de más torturas a sabiendas que ninguna de ellas podría mantenerte con vida.
Tu destino estaba escrito,
La intuición de madre me hizo sentir en los días previos que el final estaba próximo.
Callé para que no sufrieras, cerré la canilla de las lágrimas que pugnaban por salir de mis ojos cual río caudaloso que desborda su cauce por el efecto de la furia del viento.
Prometí acorazar mis lágrimas para que no sufrieras más.
Inventaba historias de viajes que sabía no realizaríamos nunca.
Quería que tu tránsito al mundo celestial fuera tranquilo, despojado de agobios y angustias.
Apenas tenías fuerzas para responderme, solo acariciabas mi cabeza.
Fueron muchas veces las que me rogaste que no derramara una lágrima.
Hijo mientras duró la internación pude contenerlas.
Ahora no, cada recuerdo compartido las trae como un torrente.
Sé que te provocan tristeza porque te siento más cerca que nunca.
Quienes han pasado por circunstancias parecidas dicen que el tiempo cura las heridas.
Respeto cada postura sin embargo quienes me alientan y sostienen en forma constante hacen esfuerzos para que me sienta bien.
Es posible que el tiempo restañe las heridas, no lo niego ni lo afirmo.
Quizás cure las lastimaduras en forma superficial, tal vez se formen cicatrices, pero debajo de esta el dolor está en estado de ebullición constante para recordar aquello que mientras se tenga un hálito de vida jamás podrá olvidarse.
Quiero que sepas que para el momento que Dios decida nuestro reencuentro trataré que me veas como antes, sin livídeces en el rostro que te lleven a adivinar el calvario que significa no tenerte.
De todos los dolores imagino que un ser humano puede llegar a recuperarse.
La muerte de un hijo amado está fuera de esas proyecciones.
Muchas veces me asalta el desaliento cuando me veo privada de acariciarte, verte, sentir tu perfume, tu voz que añoro.
Es difícil que otros comprendan la angustia que se siente cuando se escucha la voz del quien ha partido hacia el reino de los cielos.
No sé si llamarlo suerte, la tecnología me permite escucharte cuando quiero.
No alcanza mi cielo mi anhelo es oír tu voz, dejar de acariciar el monitor de la computadora que me devuelve tu imagen.
Cada mañana, cada instante de mi vida si es que así puede denominarse acudo a las grabaciones que dejaste.
No puedo conformarme. Mi sueño es volver a verte tal cual eras, risueño, a veces serio, demasiado responsable para tu edad.
Pqueño gigante que desafiaba los designios del destino con una sonrisa.
In ser demasiado especial que con su mirada era capaz de arrancarle una sonrisa a las piedras.
Amante de la naturaleza, un humano que encontraba belleza en una tortuga.
Episodios que recuerdo con un amor incondicional y me hacen trazar un paralelismo con el gran escritor que fuera Cnrado Nalé Roxlo quien ante la presencia de un perro sin vida al que todos rechazaban encontró belleza en la muerte al comparar los dientes del animal con perlas preciadas.
Mi punto de partida es un círculo, que comienza y termina en tu recuerdo.
Escribir que te extraño como jamás lo hice con nadie es poco o nada comparado con la inmensidad del cariño que supiste ganarte.
No soy la dueña del tiempo daría mi vida por serlo.
Quisiera tener por un segundo la energía que me llevara a manipularlo.
No es posible, apenas lo tengo asumido.
Mientras con ansiedad espero que llegue el momento del reencuentro soñado vuelvo a pedirte como siempre, que jamás olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=DenOuREQSkw

TR LLRVO TALLADO EN MI ALMA

La encuentro sentada en un lugar tan solitario que es imposible no conmoverse.
No quiero interferir en sus pensamientos pese a que imagino que son los que la acompañan desde que su hijo no está.
Sé que ese muchachito era su vida entera cuando comienzo a retirarme ella me mira con los ojos más tristes que se puedan imaginar.
Algo la preocupa, mi deseo es ayudarla, estar cerca por si tuviera ganas de hablar.
Extiendo las manos sin emitir una sola palabra.
He aprendido a respetar sus silencios, esos tiempos que solo dedica a su hijo amado, todos los tiempos son para ese muchachito que era el eje de su vida.
Quisiera por un momento poseer la habilidad de pintar, plasmar en la tela con colores suaves la imagen perturbadora de la soledad que la mantiene prisionera.
Por fin la tengo a mi lado, la mirada ausente velada por lágrimas que intenta reprimir.
Caminamos juntas por un sendero de grabas.
Figura pequeña de andar inseguro.
El trino de los pájaros es delicado pareciera que esas aves de colorido plumaje han bajado el sonido de sus gorjeos adivinando la tristeza de esa mujer abatida por el dolor.
Nos acercamos a un banco que está ubicado debajo de un añoso árbol, en sus ramas desnudas comienzan a mostrarse pequeñitos brotes verdes anunciando el cambio de estación.
De su bolso saca una botellita de agua con el propósito de saciar su sed.
Me mantengo a su lado sin emitir una sola palabra, hablaré cuando ella tenga deseos de hacerlo,
Esboza la mueca de una sonrisa, entiendo que es su forma de agradecer mi compañía.
Siento impotencia cuando noto que sus lágrimas comienzan a rodar sin cesar.
Sujeto sus manos heladas quiero que comprenda que no está sola pese a la pérdida del ser que más amó en su vida,
Comienza a contarme con u voz pausada que a su muchachito lo necesita siempre, cuenta como en una letanía que ese deseo persistente hoy tiene un motivo especial.
Pese a sus pocos años el jovencito siempre acompañaba a su mamá al lugar que fuera necesario, era quien la sostenía dándole las fuerzas necesarias para enfrentar cualquier desafío.
Me cuenta que mañana le hubiera gustado tenerlo físicamente a su lado.
El destino eligió que no fuera así.
Relata que una integrante de su familia la acompañará como siempre agregando que no le alcanzará la vida para agradecerles la compañía.
Otra vez queda en silencio, silencio que duele, silencio que el más experto pintor no podría plasmar en una obra.
Intento cambiar el sentido de la conversación a sabiendas que no lograré devolverle por un instante algo de paz.
Paz necesaria para que pueda ir asimilando ese dolor inmenso que se ha convertido en su sombra desde hace casi un año.
Me recuerda algo que yo conozco pues he leído casi todos sus relatos y los últimos están dedicados a su cielo adorado.
Siento que por momentos quiere emerger del abismo en que está sumida.
Busco las palabras exactas para no lastimarla más de lo que está, le ofrezco acompañarla a un profesional con la intención de mitigar esa pena sobrecogedora que la aqueja.
Con firmeza expresa que no es su deseo vivir una realidad paralela, quiere elaborar el duelo sin ayuda como lo vino haciendo desde hace tantos meses.
La percibo tenaz, sabr lo que quiere y como transitar el camino correcto.
Musita que solo necesita tiempo.
En ese instante de la conversación noto que su mirada ya no está velada por el llanto.
Tengo la certeza que logrará su cometido sin prisa y sin pausas.
Reconforta saber que su desafío es encontrarse cada día un poquito mejor para que su hijo no sufra viéndola caer cual su fuera una hoja que arrastra un temporal.
Estamos cerca de su casa, no quisiera dejarla sola pese a que me he propuesto estar cuando ella lo desee.
Seguramente al ingresar a su casa repetirá el ritual de encender la computadora para ver el rostro de su hijo momento de los dos que no debo interrumpir.
Adivino que mientras acaricia el cristal con la imagen de su muchachito amado, musitará,
No importa cuan larga sea la espera para que se produzca el encuentro anhelado, solo te pido nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=MZwEqr73e2A

TUS ALAS ME PROTEGEN

Mi cielo todos los días me siento aprisionada por alas de acero, los fines de semana la opresión al dolor le agrega dolor y congoja dado que eran los días que podíamos compartir más tiempo juntos.
Unidos en comunión infínita y cómplice para contarnos nuestras cosas, ambos alimentábamos temores diferentes que suelen acosar a todos los terrenales.
Cuando ello ocurría optábamos por callar, las miradas eran el mejor medio de comunicación.
Eran segundos en que la obsesión de perdernos uno al otro nos agobiaba.
El abatimiento terminaba con tus abrazos de oso que hoy busco y no quiero aceptar que no tendré jamás.
Escribo para matar el tiempo, es una manera de estar allá donde ahora tienes tu hábitat.
El cuento nocturno lo escribí pues al dolor del alma se había sumado un dolor físico que tu ausencia añorada logró que los peores pensamientos me asaltaran produciendo un gran temor.
Buscaré las palabras para explicarlo mejor, mi sueño es estar a tu lado,
Soy conciente que no depende de mi, lo único que ruego es que el paso de un plano hacia el otro sea sin el sufrimiento que te vi padecer.
Cuando eso ocurre siento que tus alas se despliegan para protegerme y encuentro flashes de paz una paz que será duradera cuando Dios decida que también ha llegado el momento de dejar mi equipaje en la tierra y lentamente ascender cada peldaño de la escalera que lleva a los cielos.
Tengo la certeza que en el último escalón me estarás esperando para confundirnos en un abrazo tan cálido como eterno.
Será el tiempo de decirte sin que nada nos separe cuánto te amé y sigo amando.
Las hohas del calendario caen sin cesar cada una de ellas me indica el tiempo que no te tengo físicamente a mi lado.
Sabés que cual barco sin rumbo te llevo amarrado en mi alma, te has convertido en una parte de mi ser interior.
Cuando la angustia se transforma en gigante opresor hago algo que no te gustaba, mis lágrimas te conmovían tanto que no puedo encontrar las palabras exactas que definan esa sensación.
Fuíste el hijo amado aún cuando el destino haya decido interponer entre los dos una distancia inconmensurable, no ha podido limar el amor que nos tuvimos y nos seguimos teniendo.
La vida suele tener instancias incomprensibles, siento que la más terrible fue tu partida.
Cuando el dolor socava mis estructuras siento que tus alas me protegen, alas de colores suaves que me dan impulso para seguir aún cuando en muchas ocasiones me pregunta cual es el motivo para seguir.
Sabés que nuestra familia chiquita, tus amigos significan una contención permanente.
Creeo que sin ellos me hubiera dejado morir.
No me cansaré de repetir que los hijos no deben morir no solo es antinatural sino demencial.
Sé que donde estás no existe el sufrimiento terreno esp es un gran paliativo para la tristeza.
Los humanos siempre queremos un poco más, entiendo que tu padecimiento terminó y en ese instante de comprensión aparece la eterna contradicción y sabiendo que no es posible en el mundo terrenal tener todo, no puedo aceptar no tenerte.
Como siempre mientras esperás que llegue a tu lado formulo la misma petición, nunca te olvides cuanto te quiere tu mamá.


https://www.youtube.com/watch?v=9m0rCBAfMt4

ENTRE LAS ESTRELLAS TE BUSCARÉ

Hijo de mi alma nunca te escribí en este horario seguramente es porque faltan apenas unas horas para que se cumpla el primer paso de nuestro último viaje juntos.
Viaje que no fue placentero pues comenzaba tu camino hacia los misterios insondables de la eternidad.
Durante todo esta inmensidad de tiempo no querido he tratado de levantarme desde los despojos en que me convirtió ty ausencia.
Es injusto que mi hijo adorado sea un puñado de cenizas.
Cenizas dotadas de alas para volar al espacio celestial.
Es muy difícil erguirse cuando se siente sobre el cuerpo una montaña de escombros.
No estás para ayudarme y ello hace que la carga sea más pesada.
La tristeza no quiere abandonarme, tampoco tengo la certeza de dejarla ir.
Es un estadío diferente, las sensaciones son oscuras.
El pensamiento solo tiene un derrotero inalcanzable.
Sos vos mi cielo.
Nunca imaginé que tendría que despedirte-
Jamás boy a aceptar tu partida.
Me pregunto en qué fallé para transitar este calvario inmerso en un río de lágrimas.
Extraño tu risa, tu voz cantando o riendo.
Tu mirada tan profunda que no eran necesarias las palabras para entendernos.
Hoy la soledad es una enemiga extraña, estoy obligada a convivir con ella aún cuando perciba que estoy en el fondo de un abismo del que ignoro si deseo emerger.
Mi vida quiero que sepas que algún día no te escribiré.
No temas será en el preciso instante que Dios decida suprimir la lectura por conversación.
Siempre deseo que aquel te acune en sus brazos, que no sientas soledad, frío o temor.
Sé que no me resultará difícil encontrarte entre las estrellas del universo.
Serás el guía perfecto.
Extenderé las manos u recibiré después de mucho tiempo la tibieza de las tuyas.
El abrazo será atemporal.
Mi cielo mientras eso ocurre solo te ruego que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá



https://www.youtube.com/watch?v=jRGzYR-0sx8&list=RDjRGzYR-0sx8&index=1

EL TIEMPO DUELE SIN CESAR

Mi derrotero es arrancarle una sonrisa a esa mujer que posee la mirada más triste del mundo.
No será una misión fácil, les he contado que es una mujer reservada y sé por ella que son muy pocas las personas con las que comparte el dolor más grande del Universo como significa la pérdida de un hijo.
Comparto con ella que es antinatural y aún no existen el espacio terrenal medicinas que puedan paliar los dolores del alma.
Por suerte la convencí de encontrarnos en la plaza de la ciudad cercana al consultorio que visitó momentos antes del encuentro.
Pensé por un instante que el abatimiento propio de quen a perdido al ser más amado, ese pequeño que trajo a la vida la haría cambiar de opinión yy solo recibiría un saludo lejano, no fue así,
Ella necesitaba conversar y percibía que yo podía escucharla.
Nos sentamos en un banco de una plaza alejada del centro de la ciudad.
Frente a nosotras se encuentra una capilla de piedra gris imitando las construcciones de Gaudí que se encuentran en Barcelona, torres como afijas que apuntan al cielo.
Mientras conversábamos sobre la construcción su mirada estaba dirigida a la cruz mayor de la torre central
Luego de un largo silencio que bajo ninguna circunstancia pretendía interrumpir me contó qque ese sitio le otorgaba tranquilidad, hubiera preferido que la palabra fuera paz.
Al observar su mirada vidriosa entendí que no puede obtener ese estadío una mujer que a perdido al hijo amado..
Los árboles de ramas desnudas aún no mostraban los signos de la próxima estación.
Adivinó mis pensamientos y al pasar comentó que los brotes de aquellos tardarían en llegar, pese a que sus ramas mostraran un abrazo imaginario no se veín signos de vida.
Conversamos sobre un tema que la apasiona, la evolución del espíritu.
Ella sabe que su pequeño está en un plano mejor, un hábitat donde los ángeles que lo acompañan lo acunan con las melodías de sus liras.
Me cuenta que quisiera recordar al hijo muerto con pinceladas de paz, por ahora no puede pues el sufrimiento que vivieron le impide aceptar que esehijo que trajo a la vida con amor ya no esté.
Es cuasi imposible tratar de consolar a una madre que ha perdido una parte de su alma.
Intenté cambiar el giro de la conversación diciéndole que me gustaba que hubiera cambiado su vestimenta negra como una sombra por un traje de color gris al que agregó una chalina de seda con colores muy suaves.
Dejé que hablara sin interrumpirla, noté que necesitaba ser escuchada.
Sin anestesia me preguntó cuánto tiempo puede estar ima mamá sin abrazar a su hijo, sin darle un beso, abrazarlo, compartir silencios y risas.
Una madre a quien el destino le ha quitado su hijo necesita mucho tiempo para aceptar el destino que en ocasiones se manifiesta con crueldad inevitable para los seres humanos que trataron que su descendencia tuviera valores alejados del mundo material.
No puedo dejar de contarles que es una mujer menuda convertida en gigante cuando tuvo que enfrentar a los representantes de la ciencia que no encontraban cura para su hijo..
Me dice de los momentos de desamparo que ambos atravesaron unidos por actos de amor incondicional.
Ahora después de escucharla con atención sé que durante esos quince días atroces reprimió sus lágrimas, sabía que a su jijo le conmovía demasiado el llanto de su madre.
Estuvieron juntos hasta el final, ella acariciando su piernas rígidas para que no sufriera, su otra mano apoyada en el corazón de su heredero.
Corazoncito debilitado por el dolor que en un segundo dejó de latir.
¿Cómo no comprender el dolor que la supera?
¿Cómo asumir el recuerdo de su hijo en el final que pronuncia solo tres palabras?
A un ser imaginario parado en la delgada línea que separa la vida de la muerte ese muchachito respondió “Vivo con mi mamá”.
La recuperación de ella será lenta, aquí no se puede convocar a un mago para que elimine un pasado tan doloroso como inaudito.
No tengo deseos de apabullarla con mis palabras de consuelo.
Sé que necesita tiempo para levantarse de los escombros en que se ha convertido su vida.
Me je propuesto ayudarla sin invadirla.
Despertó en mi un afecto especial.
Si estubiera en circunstancias tan dolorosas y fuera escritora en el futuro le repetiría a ese hijo adorado que jamás olvide cuanto lo quiere su mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=wgjsiehIe30

TUS OJOS EN EL CIELO

Vida de mi alma hace exactamente un año comenzaba nuestre peregrinar visitando médicos que intentaran paliar la pseudos bronquitis que te afectaba.
Como siempre fuimos juntos.
Recuerdo que la tarde plomiza parecía que iba a volcar en la tierra todas las lágrimas de los ángeles que habitan en el espacio celeste.
Pese a querer disimularlo los dos teníamos un miedo inexplicable sin advertir que el destino estaba marcando el principio del fn más horrendo, tu final en la tierra.
A diferencia de aquel día tan ventoso y frío sé que hoy me regalaste un sol tibio apacible donde las hojas de los árboles permanecen en absoluta quietud con el propósito que los pájaros comiencen a formar sus nidos, nidos con la temperatura ideal para que nazcan sus crías.
Agosto del dos mil quince fue frío, ventoso, lluvioso, triste.
El tiempo se había puesto de acuerdo de acuerdo con nuestros ánimos, parecía que preanunciaban la tragedia cercana.
Sin decirlo los dos teníamos miedo a los desconocido.
Resultaba difícil comprender que ninguno de los profesionales que te atendieron buscara la causa de tu fiebre que iba en aumento.
El primero aseveró sin elementos que avalaran su diagnóstico que tenías una simple gripe que con unas nebulizaciones estarías bien.
Ambos le preguntamos por el estado febril, le restó importancia para ese ser indigno un nebulizador con agua destilada curaba todos los males.
Nos fuimos descontentos, su conclusión era un disparate que se comprobaría con el correr de los días..
Con el objetivo que me distendiera nos fuimos a cenar solos.
Ese siete de agosto marcaría la despedida que comenzaba a aparecer agazapada.
Vaminamos unas cuadras.
Tu preocupación era que hubiera olvidado la capucha de la campera.
Ni chiquito no quería que la tenue y gélida llovizna no se atreviera a salpicarme.
Mientras viva nunca olvidaré esa cena entre madre e hijo.
Mientras esperábamos el menú que habías elegido y sin saberlo comenzamos a despedirnos de manera coherente.
¿Por qué escribo coherente?
Porque los días que se sucedieon había momentos en que el dolor te hacía perder la lucidez que siempre había sido un signo que demostraba a quien te conociera un grado de adultez y conocmientos raramente compatibles con tu edad.
Elegiste algo que me gustaba, nos agradabaa los dos.
En absoluta soledad y complicidad pude decirte cuánto te amaba.
Eramos la imagen de un hijo y su madre que se quieren más allá de cualquier circunstancia.
Seguirían días de dolor pese a tus esfuerzos por mantenerte compuesto para evitar mi sufrimiento elegiste como atuendo una coraza de acero.
Los médicos venían a diario a nuestra casa, nadie afirmaba ni negaba nada.
Decidí llamar al médico de Emergencias médicas, fue el único que decidió que deberías ser tratado en un centro médico.
Mientras esperábamos el arribo de la ambulancia lloramos como dos chicos desamparados.
Realizaste varias llamadas, una de ellas jamás tubo respuesta pese a que anunciabas tu internación.
Armé con la velocidad de la luz un bolso, estaba decidido jamás me separaría de vos.
Fueron quince días de locura.
Las juntas médicas te onbservaban.
No dudaron en someterte a los tratamientos más dolorosos.
Siempre a tu lado trataba d darte fuerzas, fuerzas inexistentes pues la intuición de una madre jamñas falla.
Los dos sabíamos que el final se acercaba, los dos calamos para no lastimar al otro.
La familia chiquita apoyaba pese a que el final impiadoso se acercaba inexorablemente.
No huno humanismo de parte de quienes te atendieron.
Ye creí dormido cuando mis lágrimas comenzaron a rodar.
Sentí tu mano sobre mi cabeza pidiéndome que no lo hiciera.
Hijo querido tuve que mentirte, te dije que no estaba llorando, que la irritación de mis ojos obedecía a un producto que pasaban por el sitema de ventilación-
Gijo espero que entiendas tuve que elegir entre el sufrimiento y el silencio eterno, una decisión para nada fácil.
Quien te había traído con amor a la vida se veía obligada a pedir que terminaran con tu sufrimiento.
Ellos no sabían de nuestro amor incondicional, dijeron que el mediamento aplicado no te permitiría despertar.
Verdad a medias, de madrugada escuché tu voz.
Como si alguien te interrogara dijiste el lugar donde vivía, se me ocurrio preguntarcon quién viviás, la respuesta fue clara y contundente “Con mi mamá”
Esas palabras tan dulcemente pronunciadas me acompañaran hasta que Dios decida llevarme a tu lado.
Mientras ello ocurre, jamás olvides cuanto te quiere tu mamá.


https://www.youtube.com/watch?v=lwG3YD9e4zg

RETRATO DE LA TRISTEZA

Soy estudiante de humanidades.
Ayer la vida me sorprendió gratamente.
Concurrí a un consultorio oftalmológico, a los pocos minutos de llegar tuve la suerte que apareciera en el mismo lugar la mujer que casualmente había encontrado en el bosque solitario, la dueña del aljibe que linda con los fondos de mi propiedad.
Caminaba lentamente, su vestimenta era negra, detalles superficiales cuando su mirada se encontró con la mía.
Instante que no olvidaré jamás nunca había visto unos ojos apresados por la tristeza infinita de quien ha perdido el tesoro más preciado de su existencia.
No quise abordarla estaba inmersa en sus pensamientos, solo rogué que el cirujano no llegara en horario para poder estar a su lado.
Ignoro si el encuentro fue producto de la casualidad o la causalidad, me inclino por esa segunda opción.
Adiviné que es una mujer reservada que no abre su corazón a cualquiera.
Mientras otros pacientes hojeaban revistas decidí quedarme a su lado respetando el silencio.
La espera que para otros hubiera sido extensa para mi fue corta.
No le conté que tenía acceso a los cuentos que le dedicaba a diario a su hijo.
Una barrera invisible nos separaba.
En un instante se dirigió a mi diciéndome que le parecía haberme visto en alguna parte.
Comenté que éramos vecinas, relajada comenzó a relatar la historia de su pequeño que había partido hacía poco más de once meses.
La escuché con atención, no quise vulnerar la tristeza que cual manto la cubría diciéndole que había leído algunos textos de su producción literaria.
A cada momento evocaba recuerdos de su hijo adorado.
Sentí ternura cuando contó detalles de la vida del muchachito, ganas de abrazarla cuando sus ojos vidriados por las lágrimas ,
El retrato de una inmensa tristeza relataba con voz pausada y firme relataba el lazo especial que los unían.
Sentí impotencia y dolor al no poder contenerla cuando refirió con detalles la internación de ambos.
Supe que solo una madre puede soportar estoicamente quince días al lado de la cama de su pequeño gigante como ella lo llamó en algún momento,
Entendí su soledad hasta que la hice propia.
Comprendí que era una mujer a la que no la atraían los objetos materiales, su pasión era el hijo muerto de manera prematura.
No me sentía con la capacidad necesaria para interrumpir el relato con preguntas banales ante semejante infortunio.
El tiempo que duró la charla estuvo siempre con la presencia de la ausencia de su niño.
No es un juego de palabras sentía paz al oirla mencionar cada detalle. Traté de contener msu llanto al mirar a esa mujer meuda que decia intentaba armar el rompecabezas de su vida aún cuando en su interior sentía que no tenía sentido.
Comentó que concurría al cirujano pues abrihava la eterna intención de observar las fotos de su hoja sin distoriones.
Un latigazo helado recorrió mi espalada cuando expresó que a diario acaricia el monitor de su computadora ya que tiene como fondo de pantalla el rostro de su hijo.
No soy madre aún así entiendo que debe ser doloroso acariciar una foto sin recibir nada a cambio.
Por fin llegó el cirujano, escuché mi nombre agradeciendo estar primero que ella, algo que me permitiría esperarla.
La invité a tomar un café con delicadeza lo rechazó, intuí que quería estar en su casa para seguir venerando a su hijo amado.
Durante la espera puedo afirmar recibí la mejor clase de humanidad.
Le pedí me permitiera acompañarla las pocas cuadras que nos separaban de nuestros domicilios
Aceptó y sentí un pantallaza de paz cuando continuó relatando vivencias de un pasado reciente.
Ignoro si el destino me brindará la posibilidad de volver a verla pese a la cercanía.
Hoy comprendí que el dolor de una madre no se puede cuantificar con palabras.
No deseo ser impertinente ni perturbar el sentimiento de una madre vencida, sin embargo me tomo la licencia de pedirle a ese ángel que permanentemente vive en el recuerdo de quien lo trajo a la vida, a ese ser iluminado y a la vez elegido por Dios, que más allá del tiempo que falte para que se produzca el reencuentro de una madre con su hijo, le digo que ambos renacerán cuando el destino los junte y como dice ella en el final de cada cuento que jamás olvide cuanto lo quiere su mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=4MkVwZaJCF4

EL ALJIBE

He decidido seguir a la mujer del bosque solitario
La profunda tristeza reflejada en su mirada ha conmovido las fibras de mi ser.
En mi vida había visto a una mujer derramar tantas lágrimas.
Una mujer vencida por el dolor.
Soy madre y de solo pensar que podría perder a uno de ellos estaría igual que ella. Viviendo una vida sin sentido, sin razón de ser pues ha perdido a su primogénito a quien no tuve la dicha de conocer pues solo hace unos pocos meses que vivo muy cerca.
Ella cegada por un dolor que no se puede dimensionar no ha reparado en mi presencia.
Llegaron a mi pequeños fragmentos de su historia.
No puedo definirla físicamente, es tan grande el sufrimiento que la atraviesa que no habría adjetivos para ello.
Padece en soledad un dolor que imagino la acompaña a cualquier hora de sus días.
Solo una madre podría interpretar sus gestos lánguidos.
Suele estar acompañada algunas veces por otros humanos que pienso son parte de su familia.
Sin embargo su aura que he e visto tiene colores claros, tampoco matices coloridos que se corresponderían con las de un ser humano que en su camino vital ha tenido y tendrá momentos de paz y felicidad.
No piensen que me inspira piedad al contrario mi sentir es admiración al verla deambular por cualquier sendero dolorida pero a la vez erguida desparramando ternura y conmoción.
Ustedes saben que la conocí en un bosque solitario, un sitio cargado de belleza y magia.
No sé si pudo contemplar aquello que la rodeaba, estaba inmersa en la profundidad de sus pensamientos.
Cuando supe de ellos quedé en estado de conmoción, preguntándome como hace una mamá como yo para seguir su derrotero camina, a simple vista pareciera que lo hace sin rumbo.
He podido comprobar que su único derrotero es tener la posibilidad de encontrar a ese pequeño al que dio vida.
Aún no es tiempo de acercarme a ella, presumo es una persona muy dolida quiero ser su amiga y la comprendo.o.
Los jardines del fondo de su propiedad lindan con la mía.
En el medio de un cuidado jardín se erige in aljibe de ìedra.
Si bien la edificación es nueva el objeto que adorna el predio es una construcción que asemeja otros tiempos.
Me impactó cunado lo vi por primera vez.
Creo que allí recogería agua para saciar la sed de las plantas en la próxima primavera.
Se que a su hijo le gustaba acompañarla en esos quehaceres, cuidar las plantas y observar las mariposas de vida frágil por las que el muchachito tenia gudto semejante a su madre
Me levanté más temprano vi a la mujer del bosque solitario que al centro del aljibe arrojaba un líquido transparente como el alma, líquido contenido en un cuenco de cristal tan bello como el momento que disfruté.
Antes de arrojar esas aguas cristalinas dentro del aljibe ella musito las mismas palabras que dijera cuando emprendía el regreso, deseo repetirlas sin olvidarlas, entre sollozos que taladraban el alma le pedía a su hijo amado que nunca olvidara cuanto lo quería su mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=zjpbIm33jQc&list=RDcnbt7bODDHk&index=3

NADIE DETENDRÁ MI BÚSQOEDA

Motivo de mi existencia, desde que no estás he decidido que mis letras desordenadas solo sean dedicadas al hijo pródigo concebido con amor.
Te amo y te amé más que a nadie en el mundo.
Sé que Dios observaba tu crecimiento y eras tan especial, tan digno de estar en el espacio estelar que decidió llevarte con Él dejándome derrumbada, sin saber cual era el camino a tomar.
De a poco, muy lentamente voy recobrando las fuerzas, eso también te lo debo a vos.
Siempre fuiste el pilar donde podía apoyarme cuando necesitaba estar de pié para no hundirme en un abismo cuyo centro se desconoce.
Alejaste con sabiduría innata mis miedos.
Fuiste mi fanático increíble, fuente de inspiración inacabable.
Como un mago de de una galera imaginaria sacabas ideas para que escribiera aun cuando no tuviera deseos de hacerlo.
Ignoro si muchas madres tienen el grado de complicidad y amor que teníamos nosotros.
Dime hijo querido ¿ Por qu´r deno hablar en tiempo pasado al referirme a vos?
No me resigno a no tenerte, tu espçiritu abatido por el cansancio de la enfermedad reposa a mi lado, pese a ello no alcanza muchas veces je preguntado sin obtener respuestas ¿Cuánto tiempo puede estar una mamá sin besar a su hijo?
Es demoledor pensarte, sentirte dentro de mi alma y no tener la posibilidad de verte, darte un abrazo, acariciarte o solo sumergirme rn la profundidad de tu mirada,
Ahora que el tiempo está más benévolo suelo caminar en absoluta soledad.
Busco en el rostro de otros muchachitos de tu edad tus ojos.
Como si fuera un ritual al atardecer busco tu mirada en el cielo.
Adorábamos la magia del crepúsculo cuando el cielo se viste de colores violetas y magentas,
Abrazados buscábamos las estrellas más brillantes,
Reía ante los nombres con los que las denominabas, eran tus estrellas, serían tu futuro y prematuro hábitat.
Brillabas como ellas, estoy segura que aquellas sabían que pronto serías parte de esa constelación, tan lejos de mi.
Le ponías límites a los mimos, con risas decías que el exceso de ellos te hacían subir la glucemia.
Nunca dudé que al ser una ratita de biblioteca conocías todos los síntomas de la enfermedad, te amo y te amé con los sentimientos más profundos que una madre puede tener hacia su hijo adorado..
Sé que sos quien me sostiene, el único que puede sacarme de esta ciénaga en la que vivo desde hace once meses.
Vida no soy la dueña del tiempo, lo sabemos. Muchas veces ante la posible ausencia de uno u otro aparecían lágrimas imposibles de detener, todo estaba pensado en función de los dos.
Detesto cin la misma intensidad que te quiero esta realidad que nunca imaginé para nosotros.
Me pregunto su fui capaz de demostrarte todo mi amor.
Los virtuosos que te atendieron para salvarte la vida no pudieron retenerte a mi lado, tampoco pudieron evitar que nuestro amor filial fuera incondicional.
Te imploro que me esperes, que seas quien me reciba en ese mundo nuevo.
Vida no me cansaré de recordarte que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=puwNoSQvWqA

IM BOSQUE SOLITARIO

La encuentro caminando sin rumbo es en ese instante en que decido seguirla.
La tristeza de su mirada me invita a ello.
Hace mucho tiempo que no veía en mi camino una mujer tan angustiada.
Me interesa conocer el motivo de su rostro acongojado.
La luz es tenue pese a que el sol brilla en lo alto,
La estrella mayor del universo es incapaz de iluminar con sus destellos dorados el camino elegido por esa mujer tan singular.
La sigo a prudencial distancia, no es mi deseo interrumpir el eje de sus pensamientos.
La soledad que la viste conmueve hasta las piedras qye han detenido el cauce del río para que aquel con su canto que las desgasta n interrumpa el camino incierto de una mujer sola.
Puedo observar que en las manos lleva una especie de libreta de color verde oscuro con letras doradas.
La curiosidad logra que me acerque un poco más cuidando que ella no me vea.
No tardaré en adivinar que en sus manos porta un pasaporte.
Extraño.
No se necesita de se pasaporte para pasear por el bosque que hoy tiene un clima especial, tan silencioso que logra el corazón con sus latidos precipite su ritmo acompasado.
Ella no ha reparado en mi presencia tampoco es mi objetivo que al darse vuelta con el sonido de las hojas secas que crubren el suelo pueda verme.
Ha recorrido un largo trecho.
A simple vista podría afirmar que no escucha la melodía de los pájaros que a su paso trinan vigorosos.
Del interior de su saco saca un fino pañuelo, entiendo que quiere secar las lágrimas que incesantes ruedan por su rostro mostrando el desconsuelo.
Está llegando a la orilla del lago azul, a sy vera garzas y cisnes asemejan estatuas.
No temo al pensar que pueda internarse en las aguas.
Pareciera una mujer vencida por el dolor sin embargo pese a mis suposiciones ella trata de caminar erguida,
La imagen devuelve a quien la mira a una mujer de apariencia frágil y a la vez fuerte.
Fortaleza que le permite seguir caminado.
Noto que su figura está rodeada por un aura de colores suaves.
Jamás había visto algo tan diferente estudiando el comportamiento de las personas.
Pasará un tiempo para que ella misma pueda transmitir el motivo de tanta congoja.
Hace un rato largo que camina, pareciera no estar cansada.
Mi objetivo es seguirla para poder adivinar el motivo del dolor que trasunta su rostro.
Me detengo en el preciso instante que la mujer desconocida busca refugio en un árbol singular.
Una especie que solo existe en algunos bosques.
El tiempo ha tallado en el tronco el rostro de otra mujer sin edad.
AIDI parece salido de un cuento.
El lugar, el sonido de la melodía de los pájaros escondidos entre las ramas de árboles añosos.
Ante el árbol con ristro de mujer le contará una historia que desfaja el corazón del ser humano más fuerte.
Tomo precauciones para que no me vea.
Mi posición es estratégica, estoy tan cerca que puedo escuchar su voz quebrada por el llanto nacido en las profundidades de una mujer que ha sufrido una gran pérdida.
Puedo oírla.
Siento dolor cuando le cuenta a esa exótica especie que solo habita en ciertos paisajes, que su tristeza tiene un solo motivo.
El destno quiso llevarse como presa preciada a su hijo amado.
Cuenta todos los detalles de tan triste e inesperado evento.
El árbol toma vida, es ptra mujer que en parecidas circunstancias decidió no vivir .
Ke cuenta que no puedse explicarle cual fue la forma para convertirse en un árbol de características especiales, tampoco puede precisar cuando ocurrió semejante transformación.
Le pide que siga el camino de la vida que ese Ser Superior en quien cree aún cuando no lo haya visto corresponde a señales del destino que todos traemos al nacer.
Intenta otorgarle fuerzas para que siga de pie y no se sumerja en el abismo brumoso que trae un dolor muy grande que es difícil explicar con plabras que sean entendidas por el resto de los terrenales.
Es increíble como ese árbol tan singular extiende sus ramas para conformar un abrazo-
Ella emprende el regreso.
Pareciera haber conseguido en ese bosque encantado un poco de paz para su alma derrumbada.
Ka naturaleza con algo de magia realizó su trabajo, el resto depende del esfuerzo de esa mujer abatida por un dolor que no se puede dimensionar.
No intentaré interrumpir sus lágrimas, pude ver que en las manos llevaba el pasaporte de su hijo amado, único documento de su amor filial.
Mientras camina puedo escuchar que musita como si fuera una letanía una frase muy corta.
Entiendo que va dirigida al ser que le dio vida, a ese chiquillo le ruega que nunca, bajo ninguna circunstancia olvide cuanto lo quiere su mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=i_CsBKVkFjE

HISTORIAS PARA VOS

Mi cielo adorado ésta aprendiz de escritora ha decidido dedicarte todas sus letras, por la sencilla razón que siempre fuiste y serás quien le otorgue razón a mi existir.
Antes de proyectar que vendrías a la vida apareció un sueño, con el tiempo se convertiría en la más bella realidad.
En los sitios fríos ciertas especies florales como las rosas se conservan en invernaderos para protegerlas de las inclemencias del tiempo.
No pensaba encontrarme en aquel lugar con pequeñas crisálidas que en poco tiempo se convertirían en aladas mariposas para alegrar la vista del mundo terrenal.
Sin saber que serían admiradas por vos aún cuando su vida fuera efímera quise comprar una para tenerla conmigo eternamente.
El dueño del lugar me informó que no estaban en venta que su presencia allí obedecía a su pasión por las mariposas y las coleccionaba para luego ya sin vida conservarlas en diferentes vitrinas con el objeto que esa especie de tan corta vida fuera admirada por los visitantes del sitio.
En un segundo entendí que ciertos objetos no se pueden comprar ni con una montaña de dinero, lo material deja de existir ante la magnificencia de la naturaleza.
Mostrando la desilusión en la mirada me retiré de lugar.
Ese hombre cuyo nombre jamás conocí me siguió hasta la perta de entrada.
En sus manos portaba una caja de fino cristal, en su interior contenía una mariposa inerte, la más bella que hubiera imaginado ver jamás.
Me explicó que el motivo de ese obsequio obedecía a su intuición.
Percibía que al regalármela estaría en las mejores manos, según sus propios dichos mi mirada transmitía paz , ternura y una gran dosis de amor.
No pasaría mucho tiempo para que recibiera la mejor noticia que una mujer puede recibir, en pocos meses nacería el niño más hermoso del mundo terrenal.
Estoy segura que pensarás que para una madre todos los hijos con los cuales es bendecida son los más hermosos del mundo, puede que sea así, pero ese ser desconocido tuvo la presunción que yo sería quien tuviera la felicidad suprema de traerte a la vida.
Una vida plena de alegrías por tus virtudes que se agigantarían con el correr de unos pocos años para que fueras un ser humano único e irrepetible, un nño que brillaba no solo por sus virtudes sino por sus conocimientos prematuros que lo destacaban de otros de su misma edad.
Puedo asegurarte que todos los que te conocieron entre quienes mi incluyo supimos ver más allá del envase que resguardaba cual crisálida la profundidad de tus pensamientos, tu manera de reaccionar ante episodios de la vida.
Es así que un gélido día de agosto Dios le comunicó a sus ángeles que necesitaba uno más àra completar el coro que había conformado.
Pese al gran dolor que me causó tu partida no pude oponerme a los designios de ese Ser Superior.
Ser que conoce de mi no reconocimiento a tu vida fugaz.
La impotencia que produjo tu pérdida calló cualquier reclamo que no tuviera sentido terrenal.
Él te eligió por tus virtudes innatas no pude oponerme al doloroso final.
Pronto se cumplirá un año de tu ausencia física, te confieso que el paso del tiempo solo sirve para agrandar la dimensión de una pérdida de la que jamás me voy a reponer.
Quizás el egoísmo propio de los terrenales no sirva para entender que no se puede luchar cuando el derrotero de la vida tiene principio y final.
Hubiera querido tenerte para siempre a mi lado, que fueras vos quien despidieras a tu mamá.
El destino es un caleidoscopio nunca sabremos más allá de los sucesos de hoy.
Para mi el futuro no tiene razón de ser.
Con amor y siempre al borde del llanto que no puedo evitar quisiera a sabiendas que no puedo detenerme en el ayer.
Pasado reciente donde el único verbo que existía era el compartir.
La soledad duele, el dolor aumenta cuando el recuero arremolinado en la mente sacude cual tempestad.
Sé que con la ayuda de Dios pudiste ascender la escalera que lleva a la inmensidad de los cielos.
Tengo la certezas que en tu nuevo hábitat no hay cabida para el dolor o la mezquindad casi tan natural entre los que habitamos este plano.
Te prometo que jamás te sentirás tan solo como yo, en el espacio celestial seguramente te acompañan los sonidos de las liras con los cuales te deleitan los ángeles, ángeles de los que has tomad su esencia desde el momento en que tu corazón dejó de latir para la ciencia sin darse cuenta que a partir del momento más amargo de mi vida, el tuyo y el mío latirían juntos sin importar el transcurso del tiempo.
El tiempo para esta madre se detuvo en en preciso instante en que tu alma comenzó a elevarse.
No tengas miedo siempre estaré a tu lado aún cuando no me CEAS, solo hace falta que ambos tengamos el mismo sentir y yo te siento hijo adorado más cerca que nunca.
Estás presente en cada instante de esto que llaman vida, tu presencia es el fundamento de mi existir.
Jamás me cansaré de decirte cuanto te quise.
Jamás entenderé qué me falto hacer para que estuvieras siempre físicamente a mi lado.
Jamás ocultaré la intensidad de mi cariño a un ser humano lleno de luz que era mi hijo adorado.
Por ello tampoco jamás olvidaré repetir que siempre recuerdes cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=oMoqBt6-O4U

EL TIEMPO, ENEMIGO FEROZ

Mi vida quisiera tener el poder de detener el tiempo de girar sus agujas en sentido alterarlas y dejarlas quietas inverso para siempre en la época que te tenía a mi lado.
Es difícil comprender el dolor de una madre cuando pierde al ser al que dio vida para amarlo y venerarlo,
Ni en un sueño utópico este martirio se hubiera convertido en esta realidad que golpea hasta hacerme perder las fuerzas, fuerzas que se necesitan para despertar día a día sabiendo que nunca estarás a mi lado.
Nunca es una palabra trágica, nunca es el final de todos los proyectos.
Nunca podría representar el dolor de la ausencia añorada.
Quizás si fuera poseedora de algo de poder arrancaría con la fuerza que tiene la tempestad de todos los almanaques el mes de agosto.
Agosto sin sol, agosto ventoso, frio, implacable desde tu partida tan abrupta como inesperada.
Algunos seres humanos ante la inclemencia del tiempo buscan refugio para protegerse en im caso es imposible mi refugio eras vos, mi cómplice, compañero de viajes y aventuras.
El hijo que toda madre hubiera querido tener, no solo por su belleza física sino por la otra que es más importante, la hermosura interior que alojaba al corazón más solidario y comprensivo.
Un ser luminoso que se desprendía de todo sin pedir nada a cambio.
Los recuerdos del pasado afloran en mi mente aún aquellos que permanecían dormidos.
Recuerdo el día que fuimos a inscribir tu nacimiento, eras tan inquieto que te llevamos a esa oficina, era un día soleado de octubre tu vestimenta era blanca, los piecitos descalzos lograban te asemejaras a un pequeño angelito.
Mientras esperábamos en los jardines de la oficina para ingresar observé a una mujer bellísima, su mirada del color del cielo trasuntaba una soledad infinita.
Ingresamos a un salón en el que los escritorios estaban muy cerca unos de otros.
No puede evitar escuchar cuando le preguntaron que trámite realizaría, con voz pausada le anunció al empleado que debía anotar las defunciones de su esposo y su hijo.
Ironías del destino nosotros registraríamos vida.
Ese instante demoledor permaneció sepultado en mi espíritu, hace pocos días se lo comenté a alguien que gozaba de la inmensidad de tu cariño, me dijo “tenés que escribirlo para que no fuera nuevamente una presa del olvido temporal”
Vida y muerte tan cercanas, jamás olvidaré la mirada de esa mujer solitaria, sus ojos pedían ayuda para superar un dolor que no se puede cuantificar.
No tuve que pasar por esas instancias, hoy son terceros quienes realizan los trámites que desgarran el alma.
En mi caso solo tuve que reconocer el cuerpo inerte segundos que no olvidaré mientras viva.
Los hijos no deben morir.
Ty desaparición física es el motor para que te escriba casi a diario.
Tu alma estará siempre junto a la mía.
Escribir es una manera de estar más cerca de ti.
La soledad pesa de una manera que no se puede describir con palabras.
No contemplo la posibilidad de conocer a otras personas, sé que así me acompañara una muchedumbre faltarías vos.
No es tiempo de compartir mi dolor.
Tengo conciencia que no debo transmitir mi angustia a seres que recién conocería, solo comparto la soledad que duele con mi familia chiquita
Transitar este agosto será tortuoso.
Me encantaría solo por un instante tener la posibilidad de abrazarnos como dos osos, embriagarte de caricias, sumergirme en la profundidad de tu mirada tan especial.
Son muchos los deseos que tengo a sabiendas que ninguno se convertirá en realidad.
Te amo hijo pese a la distancia celestial.
Esa distancia desaparece cuando en silencio te siento tan cerca que cerrando los ojos puedo ver tu sonrisa, escuchar el sonido de tu risa, saber que estás aún cuando extiendo las manos buscándote y no encuentro nada.
Tu recuerdo perpetuo estará siempre en mi pensamiento, tatuado tu nombre en mi alma.
No sufras mi amor, tu espíritu me sostiene y así será hasta que Dios disponga el momento del reencuentro, mientras ello ocurre jamás olvides cuanto te quiere tu mamá.



https://www.youtube.com/watch?v=hvOHISBckw8