Buenos días querido hijo.
Te saludo en una mañana diáfana, donde Helios muestra su
belleza en plenitud.
Mientras establezco esta conexión que nos acerca un poco más
estoy escuchando un concierto de un músico muy especial.
Lo he visto en la ciudad apoyado en un farol ejecutando un
instrumento de viento.
Viste traje como si fuera a brindar un concierto en el
teatro más grande de la ciudad y el que tiene mejor acústica, hago referencia
al Teatro Colón
de la, Ciudad de
Buenos Aires donde celebran conciertos para soñar.
Son embargo como es un amante de la libertad y el arte,
siempre elige la misma esquina para tocar las más hermosas canciones que puedas
imaginar.
Antes de comenzar su concierto de música solitaria, ata a su perro, quien lo mira con
atención.
Posteriormente, apoyado en la farola, la luz tenue del farol
ilumina las notas musicales, generadas en su tuba.
He podido observarlo más de una vez y ello permitió
observara con atención como desde el
instrumento salen todas las notas
conformando canciones para soñar.
A quienes nos agradan los tonos musicales, decidimos no
interrumpir su soledad, escuchándolo desde la vereda opuesta.
Notas aladas intentando llegar al espacio donde se
encuentran las almas como la tuya.
¿Has podido escuchar alguna canción?
¿A quién estarán dedicadas sus melodías conmovedoras?
¿A un gran amor?
¿A un ser querido que no está en suelo terrenal?
Cuando veo las notas musicales, elevándose, en cada una de
ellas te envío el beso postergado que no puedo depositar en tus rosadas
mejillas.
En algún instante de mi tránsito por la vida podré
cristalizar esa utopía que deseo salga del espacio de las entelequias para
convertirse en realidad.
La música solitaria es el mejor vehículo para transportar los sueños frágiles.
Deseo legue prontamente ese momento y por ello solicito tu
ayuda de manera cotidiana.
¿Cuánto falta para acariciar esa realidad que roba mis
sueños?
¿Cuándo vendrás a visitarme?
De manera permanente, evoco tu estadía junto a mí.
No alcanza con escuchar la música que tanto amabas vos.
Quiero tenerte a mi lado por toda la eternidad.
Hoy seleccioné un poema de un autor francés de otro siglo
para colocar aquí.
¿Leemos?
“LA MÚSICA
Autor: Charles Baudelaire
La música, a menudo ¡me lleva como un mar!
hacia mi pálida estrella,
bajo un techo de bruma o dentro de un extenso firmamento,
me pongo a navegar;
el pecho por delante y los pulmones hinchados
como lienzo,
trepo por la espalda de las olas amontonadas
porque la noche me protege;
siento vibrar en mí todas las pasiones
de un navío que sufre;
el buen viento, la tempestad y sus convulsiones
sobre el inmenso abismo
me mecen. Otras veces, quietud, gran espejo
¡de mi desesperación!”
Pluma elegante para describir grandes momentos de la vida.
Te extraño.
Imposible pasarte al terreno de los recuerdos.
¿Por qué?
Simple.
Estás alojado en mi alma desde el instante trágico de tu
partida.
Anoche hablamos largamente con tu hermano de la vida.
Es tan correcto, produce confort charlar con él.
Colocó en su página un saludo por las fiestas decembrinas.
Siento que algunas reflexiones son demasiado parecidas a las
mías.
Ahora comprendo porque se eligieron para tener una amistad
que tu ausencia pasó a mí.
Un ser luminoso, te recuerda con el mismo cariño de siempre.
No fue maculado ni manipulado para cambiar su esencia.
Los valores son dignos de admirar.
Lo contrario produce rechazo, sobre todo cuando en el medio
hay interés.
Tiene sano el corazón.
No es un humano al que se pueda colocar en el terreno de la
no existencia.
Tanto vos como él son
dorados destellos de Helios.
Amigo fiel e incondicional.
Gracias por hacer nos conociéramos, primero como profesional
y ahora como amigo leal.
No prometió jamás, aquello que no fuera a cumplir.
Si tuviera que definirlo no podría utilizar una sola
palabra.
Sensible a cualquier problema que llegue hasta él.
Risueño cuando le cuento de mis cruces de palabras con quien
sea.
Respetando los cargos, a quienes interpelo, lo hago con la
verdad, debe ser por ello que pocas veces me han negado o rechazado una
solicitud.
Probablemente ocurra por las pequeñas dosis de sarcasmo que
utilizo en mis correos.
A nadie le temo si esgrimo verdades.
No solo me ayudan a mí, sino que ciertas cosas quedan para
el usufructo de otros.
Te amo querido hijo.
Quiero verte en estado onírico para transmitírtelo.
No tengo otra alternativa que esperar mi momento.
Está un poco demorado.
¿Cuándo arribará?
Mientras espero quiero reiterar mi pedido de siempre, por
favor, nunca olvides cuanto te quiere,
mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=30RlKrQMDCU
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