Buenos días hijo de mi alma.
Te saludo en una calurosa mañana estival.
Preludio de altas
temperaturas que vendrán con el correr de las horas.
Ayer al atardecer fui a caminar por la ribera del río aprovechando la brisa del crepúsculo.
Sentada en unas piedras observaba ña vegetación a esa hora
se veía oscura.
Necesitaba rendirle un tributo a la luna, recién colgada del
cielo quien mantenía sus tonos rosados.
¿Por qué?
Quería ver si
aparecía tu figura entre las sombras de aquella con el propósito de enviarte
besos alados.
Conocía en fase
cuarto creciente no sería posible igual lo intenté, es un sueño que
deseo se cumpla a la brevedad.
Por otra parte como siempre quería pedirte aparezcas en mis
sueños para ampliarte la noticia de ayer.
Tengo la certeza estás al tanto de la misma.
Precisamos tu ayuda para que todo salga bien, también lo he
requerido a quienes te antecedieron y precedió en el camino.
Como le dije a tu prima pienso la cirugía será exitosa pues
es un ser de luz como vos.
Todo saldrá bien, esa es mi percepción, además de conocer al
equipo médico que la atiende es de excelencia.
Por ello solicito una mano generosa de los ángeles que te
acompañan.
Sentí paz al estar frente al río.
Dejé volar la imaginación transportándome s territorio de Poseidón, el dios de las
aguas.
Espacio que disfrutabas con mucho placer pese a mi terror al
agua y las profundidades.
No te rías, cambiaré en el momento que nos volvamos a
encontrar, promesa que he de cumplir.
Necesito la tibieza de tus abrazos.
No solo mamá le rinde tributo a la luna, existen otros
autores que lo hacen mejor que yo.
Dejo una muestra de ello aquí para compartir:
“PAÍS DE HADAS
Valles de sombra y aguas apagadas
y bosques como nubes,que ocultan su contorno
en un fluir de lágrimas.
Allí crecen y menguan unas enormes lunas,
una vez y otra vez, a cada instante,
en canto que la noche se desliza,
y avanzan siempre, inquietas,
y apagan el temblor de los luceros
con el aliento de su rostro blanco.
Cuando el reloj lunar señala medianoche,
una luna más fina y transparente
desciende, poco a poco,
con el centro en la cumbre
de una sierra elevada,
y de su vasto disco
se deslizan los velos dulcemente
sobre aldeas y estancias,
por doquier; sobre extrañas
florestas, sobre el mar
y sobre los espíritus que vuelan
y las cosas dormidas:
y todo lo sepultan
en un gran laberinto luminoso.
¡Ah, entonces! ¡Qué profunda
es la pasión que ponen en su sueño!
Despiertan con el día,
y sus lienzos de luna
se ciernen ya en el cielo,
con inquietas borrascas,
y a todo se parecen: más que nada
semejan un albatros amarillo.
Y aquella luna no les sirve nunca
para lo mismo: en tienda
se trocará otra vez, extravagante.
Pero ya sus pedazos pequeñitos
se tornan leve lluvia,
y aquellas mariposas de la Tierra
que vuelan, afanosas del celaje,
y bajan nuevamente,
sin contentarse nunca,
nos traen una muestra,
prendida de sus alas temblorosas.”
Autor del poema: Edgar Allan Poe
¿Querido, llega mi cariño a tu hábitat?
¿Has podido recordarme desde tu partida insuperable?
Anoche decía un psicólogo
que pese a lo horrible del dolor, se recuerda a los seres queridos que
partieron con amor.
Ello me llevó a pensar que pese a su sabiduría, no había
descubierto nada nuevo.
Para mí no sos un recuerdo, sino el ser que más amé, quien
decidió mudarse al centro de mi alma.
No existe un solo minuto donde no te recuerde con
desesperación por no poder verte corporizado.
Jamás renunciaré a mi búsqueda, en algún enclave podré encontrarte.
Esos pensamientos me ayudan a continuar en espacios que
producen hartazgo.
Mi querido hijo te
amo más que siempre por ello en estas conexiones, he de pedirte una vez más,
nunca olvides cuanto te quiere,
mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=Y2b233wtur
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