Monday, July 06, 2009

PIES DESCALZOS



En ese sitio los instrumentos de medición no existen.

La hora la señala la salida del sol o el gris del amanecer.

Encontré al niño toba tirando piedritas en el agua.

Su única distracción era ver los círculos que agitaban el espejo quieto, sucio.

El cabello desordenado asemejaba a un cepillo, esos que el pequeño quien sabe si alguna vez conocerá en su vida.

Me siento a su lado, conmovida miro los harapos que cubren su cuerpo.

Al principio no habla, los ojitos negros muestran desconfianza, hasta que por fin comienza a responderme.

Me cuenta que son muchos hermanos, las zapatillas rotas, enlodadas le quedaron chicas, serán la herencia deshilachada que reciban los más chicos.

Hace frío, caminamos hacia la casa que habita, paredes de lona, techos de paja, juguetes de la tormenta para dejarlos a la intemperie.

Dice que cada tanto el hombre blanco llega con una camioneta a entregarles algo para subsistir, alcanza solo para unos días, el resto del año le quitarán algún fruto al agua.

La madre acuna a un niño protegido con lo que alguna vez fue una frazada.

Ellos no saben de “la peste”, así la llaman, que azota las grandes ciudades.

Milagrosamente no ha llegado a ellos.

Creyentes le rezan a la tierra, adoran el sol que calienta los cuerpos casi desnudos.

No quiero que me vean llorando de impotencia, la rabia se ha transformado en lágrimas.

El monte no tiene caminos, añosos árboles los protegerán en verano.

Hojas perennes acompañarán el silbido del viento en el invierno.

Camino hasta llegar a un caserío con aspecto más humano, compro mercadería para llevarles.

Me reciben con los brazos abiertos.

Mañana cuando llegue a Buenos Aires golpearé las puertas de los funcionarios que pareciera desconocen que los tobas también son argentinos.

No aceptaré promesas, me quedaré en las lujosas oficinas donde todo huele a perfume importado, hasta que vea que una fila de camiones se dirige al Impenetrable con todo lo que se necesita para comenzar a paliar la miseria.

Tengo tiempo, ellos no.

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