AVENTURAS DE PORCELANA

El transbordador nos dejará en el continente.
El mar encrespado salpica a los turistas que pese a la baja temperatura no quieren perderse los colores del amanecer.
Cielo prístino, bóveda semi oscura va mutando al anaranjado que le obsequian los primeros rayos de sol.
La cinta plateada del asfalto se pierde entre los bosques de pinos y alerces.
Tranquilas las aves emprenden un vuelo infinito.
Nada las sobresalta, ellas conocen su destino, el hombre solo observa la belleza, figuras etéreas invitan a soñar.
Pocas horas de viaje los separan de un lugar especial.
Los próximos días el refugio será una cabaña de noble madera.
Las tejuelas del techo a dos aguas permitirán que la nieve se deslice como si fuera un enorme tobogán.
Los ventanales ofrecen un paisaje espectacular, inmenso.
Otro océano baña las costas, espuma danzante dejará una estela blanca sobre la arena.
Atizan el fuego del hogar.
El crepitar de los leños regala un sonido singular.
Lentamente las luces se van apagando indican la hora del descanso.
Solo quedarán encendidas las estrellas,el titilar acompaña los destellos plateados de la luna.
Noche de magia y encuentros.
El vino estalla rojizo en las copas, propiciando la celebración.
La aventura de porcelana comenzó.
Bagaje de sueños nuevos se transformarán en nueva compañía.
Otro amanecer diáfano los sorprende en el puerto, en pocos minutos embarcarán.
Todos preparan cámaras fotográficas y filmadoras.
El capitán recibe a los pasajeros.
Ávidos todos escuchan la explicación.
Navegarán por las aguas del Pacífico hasta donde los andes nevados se precipitan al mar.
Los delfines regalan piruetas.
El barco fondeará en una pequeña bahía.
Los fiordos extienden sus brazos de piedra hasta llegar a las profundidades del agua, allí donde la mirada del hombre no llega, esos gigantes anclarán, entre arrecifes de arena y coral.
Tendrán que atravesar un tupido bosque para llegar a las Termas de Porcelana.
Sendero finito y zigzagueante capaz de contener los suspiros enamorados.
La risa de los niños, seres maravillados ante tanto esplendor.
Cascadas colgantes entonan su canto a las piedras.
La vegetación frondosa, el clima riguroso hace impensable que allí encuentren piletas naturales de agua caliente.
Al elevarse el vapor produce una bruma intensa logrando que el verde de los árboles se transforme en lánguidas hojas de color negro.
Cielo rojizo oculto detrás del follaje.
Disfrute para la vista, sosiego para el corazón.
Baños termales relajan mente y alma.
Es momento de regresar a la embarcación.
Recibirán el atardecer en una pequeña isla, habitantes hospitalarios mostrarán las costumbres del lugar.
La aventura está llegando a su fin.
La cabaña espera a sus ocupantes, se renueva el fuego del hogar.
La computadora personal comienza a capturar las imágenes obtenidas.
Risas y abrazos coronan un día especial.
Hoy los sueños se hicieron realidad.
Por siempre recordarán ese paraíso terrenal.


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