Friday, July 29, 2011

FRAGANCIA DE JAZMINES




Sergio es un joven de carácter fuerte, como consecuencia ha recibido varias amonestaciones en la escuela.
No quiere preocupar a su padre, trabaja desde que el amanecer pinta el cielo hasta que los colores del crepúsculo anuncian la llegada de la noche.
Raúl a la hora de emprender el regreso, todos los días recibe sorpresas diferentes.
Caos en el tránsito provocado por ciudadanos que cortan las calles para reclamar aquello que consideran justo.
Por el clima las ventanillas del micro permanecen cerradas.
Necesita despejarse, decide continuar el trayecto caminado.
Pasos cansados le permitirán observar el paisaje cotidiano.
Niños que se sueltan de las manos de los mayores para vivir la aventura de cruzar solos una calle.
Inocentes que no conocen el peligro de la acción.
Cruzando el parque podrá admirar la desnudez de los árboles en época invernal.
Flores de estación ornamentarán los canteros.
A mitad del espacio verde encuentra jovencitas, tan adolescentes que podrían ser sus hijas.
El frío no las inmuta, con escasa vestimenta ofrecen lo más valioso que tienen a los ocasionales automovilistas.
Promesas de amores rápidos que les permitirán sobrevivir en una ciudad enorme.
Promesas de mejores condiciones de vida que no dejarán de ser utopías.
En la casa reciben con alegría el regreso del jefe de familia.
En pocos minutos la mesa estará servida.
Cada uno comentará la experiencia vivida.
Sergio permanece callado, no dirá nada de las amonestaciones, cometió el error de falsificar la firma de su papá.
El preceptor nota las diferencias en la firma de la notificación, no le dirá nada al alumno.
Al día siguiente citarán al papá.
Para salvar a su hijo de una suspensión segura, expresa que la firma es suya, atribuye los leves cambios por haber utilizado distintas lapiceras , agregando que estaba apurado.
El viento gélido como un latigazo le arranca más de una lágrima, se mezclan con las que nacen producto de una mentira.
Utilizará la hora del almuerzo para encontrarse con su heredero.
Conversarán mucho.
Le dirá a Sergio que no vuelva a humillarlo acompañando una mentira.
El joven sabe que su papá es capaz de perdonar todo.
El abrazo sincero tranquilizará al muchacho, desde ese instante jamás volverá a realizar una acción que perjudique al ser que le dio la vida.
Apura el paso, siente frío en el alma, con suerte encontrará un poco de café que pueda entibiar los sentimientos vulnerados.
Necesita encender un cigarrillo, la oficina tiene un espacio para fumadores.
Elige un sillón ubicado cerca del ventanal.
Plantas cuidadas,pensamientos en los canteros,maceteros colgantes contienen helechos, cuyas hojas caen como cascadas.
Las volutas de humo le devuelven la imagen de su padre.
Extraña la presencia pese a que la relación no haya sido del todo buena.
Reconoce que por episodios que ocurren entre padres e hijos fue inflexible.
Hubiera querido ser más tolerante, entender que las advertencias recibidas tenían como propósito hacerle más liviano el camino de la vida.
Otra vez la angustia se instala en su corazón.
Recuerda las flores predilectas de su papá, jazmines de cabo.
Necesita respirar aire puro.
La planta de jazmín, fuera de temporada tiene un pimpollo, apenas asoman los pétalos blancos.
Percibe la sonrisa del ser querido.
No puede dejar de preguntarse por qué fue tan duro con su padre y tan diferente con las actitudes de su propio hijo.
Desde allá lejos, allí donde viven las estrellas, el viejo, como él lo llamaba, comprende.


http://www.youtube.com/watch?v=uhB0H2rja…

1 comment:

Devendra said...

muy cierto, al final mi madre siempre me dice lo mismo, espera a que tengas hijos y entenderas...