ANAGRAMAS

Lentamente se despide el invierno, atrás quedarán los paisajes blancos, solo se mantendrán en la cúspide de los cerros.
Mi refugio de siempre aún cuando pueda estar en cualquier parte, donde menos te imagines aparezco para disipar la bruma que suele acompañar la tristeza.
Soy el Amor en todas sus manifestaciones, está en ti encontrarme, no debes hacer demasiado esfuerzo, anidaré en tu corazón siempre que tu lo desees y puedas despojarte de los sentimientos que lejos de ser nobles dañan al terrenal más compuesto.
Desde mi lugar te he visto infinidad de veces sentado en la arena, nunca supe por qué solo veía tu espalda.
Entiendo que nadie puede resistirse a la belleza de la danza continua que ofrece el mar, mar azul profundo parece un rey con sus coronas de espuma blanca.
He decidido bajar la cuesta sinuosa para llegar a tu lado, sé que la soledad te sume en depresiones que solo podrás salir si me tomas como compañero.
De nada sirven los objetos materiales si no los puedes compartir con la persona que sea capaz de arrancarte sonrisas.
No me ves por ahora, necesitarás abrir las rejas que ciñen tu alma.
Puedo mirarte aún en esas circunstancias por las que todos los humanos alguna vez pasan.
Conozco tu nombre es un anagrama del mío.
Omar no derrames lágrimas, te llevaré a un sitio que no conoces, allí encontrarás tu alma gemela.
Para concretar el viaje deberás dejar transportarte, desplegare mis alas, volaremos tan alto que no seremos perceptibles a la mirada humana.
Juntos atravesaremos ríos y mares que tu no conoces, no es necesario que lleves equipaje, regresaremos antes del tiempo que puedas imaginarte.
Roma nos recibe con los primeros colores ocres y dorados, el otoño se aleja para darle paso al gélido invierno.
No dudes de mis promesas, emprenderemos el regreso acompañado, antes que te encuentres con ella quiero que recuerdes que estoy presente en todos los actos de tu vida, quizás tu tristeza te ha impedido reconocerlos.
Estoy presente en el beso de una madre, en la caricia de un abuelo consagrado a cuidar a su nieto, en el abrazo de los hermanos.
Espera un poco, no podemos presentarnos ante ella sin un detalle deslumbrante, un ramo de flores será tu carta de presentación.
A pocos minutos de aquí se erige una casa de inigualable belleza, la mujer que la habita está sola por distintas circunstancias de la vida que ella te contará más adelante.
Mora camina por el cuidado parque, se detiene a mirar los últimos pimpollos de coloridos rosales.
El viento cambia el típico silbido por un rugido que no tiene que asustarte.
Intercambiarán la primera mirada, el resto será mi tarea.
Han pasado varios meses, suficientes para que el sentimiento que nació entre ambos sea indestructible.
Mañana Mora se convertirá en tu legítima esposa, ante los hombres y ante Dios en una pequeña Iglesia.
Consagrarán para siempre un amor inesperado.
Los llevaré al destino que Ustedes elijan para vivir en el futuro.
Recuerden las palabras del sacerdote, estoy seguro que el amor que se brindan será un sentimiento único, los mantendrá unido más allá de todos los tiempos.


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