TRISTEZA INVERNAL

En el ayer no lejano nos atraía el invierno.
Tratábamos de viajar a lugares en las vacaciones invernales donde la nieve hiciera sy aparición.
La primer nevada nos sorprendió en la localidad de Nono, en la provincia de Córdoba.
Abrigados como esquinales salimos a caminar.
Los lugareños sorprendidos por la espesura del manto blanco se mostraban sorprendidos, hacía varios años que las nevadas pasaban sin dejar demasiada nieve acumulada.
Un espectáculo que cualquier cineasta hubiera querido filmar.
Por el camino de las altas cumbres se circulaba con cadenas en los neumáticos, para evitar accidentes.
Todo llamaba nuestra atención en ese pequeño paraje salido de un cuento.
Poblado de casas bajas.
Todas mirando al río.
Río que el frío había congelado.
Como siempre tu curiosidad pudo más que mis oraciones para que no pidieras transitar por allí.
No sabíamos la espesura del hielo.
Mi miedo era que se quebrara cual fino cristal
Las piedras que sobresalían del curso de agua, significaban una atracción para un espíritu inquieto como el tuyo.
Querías hacer todo a la vez.
Acordamos que si caminábamos unos pasos sobre el río congelado. No saltarías de roca en roca.
La propuesta no fue de tu agrado.
Pese a que querías disimularlo se notaba en tu carita, el desencanto.
Fue absolutamente necesario que me mostrara inflexible, para evitar males mayores.
Por suerte tu carácter hacía que tus enojos duraran poco.
Prometimos respetar lo pactado.
Te conformaste con caminar unos pocos pasos.
Agradecí al cielo cuando me pediste regresar.
No te gustó el suelo resbaloso.
Episodio que me trajo tranquilidad.
Para conformarte fuimos a un café, a tomar un chocolate caliente.
Tímido el sol quería ascender entre los árboles de ramas desnudas.
Algunos en sus nudos tenían copos de nieve.
Disfrutamos del paseo, como si ambos fuéramos de la misma edad.
La mayoría de los terrenales elige para vacacionar en invierno, sitios del sur de nuestro país.
Atestados por turistas locales y del exterior.
Deseaba que conocieras la nieve en un espacio tranquilo.
Visitado por turistas pero más tranquilo.
Más allá del lugar, la intención era pasar el mayor tiempo posible. juntos.
Ver reflejada en tu rostro la alegría de lo novedoso siempre fue mi pasión.
Hasta un ayer no lejano, el invierno era mi estación del año favorita.
No sentía la soledad pues te tenía físicamente a mi lado.
Compartimos juegos y entretenimientos.
Hoy mi realidad hace que sea la temporada que desearía no existiera.
Una gélida mañana de invierno partiste hacia otras dimensiones.
Pronto se cumplirá el tercer aniversario de ausencia.
Ausencia que provocó la partida de la mitad de mi ser.
Es difícil levantarse de una caída tan trágica como siniestra.
Lo intento a diario, sola no he podido lograrlo.
Si llegué hasta este estadío de mi vida, es porque recibo a diario tu energía.
Sé que no que te agrada verme vencida.
Trato de evitarlo más el peso de la soledad y la tristeza enorme de no tenerte pesan demasiado.
Juntos en nuestras vidas siempre brillaron los rayos del sol.
No creas que no intento, salir de estas tinieblas que arrasan el pensamiento.
Quisiera reír como antes, incorporar a mi vocabulario la palabra felicidad.
No es posible.
Estarán en mi mente en el momento que se produzca nuestro reencuentro.
Tesoro te amo más que ayer por ello siempre que conversamos por esta vía, te pido que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.


https://www.youtube.com/watch?v=Hmc3_pR8XKo