Thursday, January 20, 2011

KAYRÓS




Al nacer fue bautizado con un nombre que significaba la oportunidad, el momento justo en que deben transcurrir los episodios de la vida.
Desde la cuna Kayrós mostró carácter e inteligencia
Cronos estaba pendiente de los avances de su hijo, descendiente de los primeros titanes hijos de Gea compartiría con el pequeño sabiduría.
Al cumplir siete años viajaron solos a una isla alejada, ubicada a orillas del mar Egeo.
Las aguas azules y transparentes del océano serían una gran ayuda para transmitirle conocimientos.
Eligieron una gruta natural, aún no era momento de contarle a su hijo que él había visto durante mucho tiempo la danza infinita del agua socavando las rocas.
No debía confundirlo al inculcarle conceptos.
El proceso duraría un tiempo sin medida.
Al amanecer oraban a las distintas deidades griegas.
Los juegos tenían un espacio importante.
Sumergirse en las aguas era parte del plan, conocer el vuelo de las aves.
Saber encontrar en el agua y en el bosque el alimento diario.
El crepúsculo teñía con hermosos colores el firmamento, poco faltaba para que una a una encendidas y titilantes se colgaran las estrellas.
Cronos admiraba la belleza innata del pequeño.
La luz propia mostraba los rizos iguales a los rayos de Febo, la mirada transparente e inquisidora lo asemejaba a los ángeles que aparecían en antiguas ilustraciones.
Las charlas se extendían hasta que un manto oscuro daba paso a las sombras.
Lloró junto al niño cuando le habló de la eternidad que los Dioses le habían conferido.
Kayrós quería ser como sus amigos, jugar con ellos, crecer juntos compartiendo todas las horas del día, de la vida.
La fragilidad de la mente de un niño no concebía la vida eterna, a sus escasos años lo tomaba como una carga.
Si le conferían la gracia de ser eterno perdería no solo a sus amigos, también a los seres que amaba.
Jamás había pensado en la posibilidad de quedarse solo.
Como solo los sabios saben hacerlo, el padre tranquilizó a su hijo.
Le dijo: Siempre estaré a tu lado, nada me detendrá, viviré para acompañarte, cuidarte.
Debes comprender que el tiempo para nosotros no tiene medida.
Debes entender que jamás seré viejo.
Es hora que sepas hijo mío que a ti se te ha concedido la gracia de la oportunidad.
Confundido el niño le preguntó ¿Cómo sabré a quién debo entregarla?
Sonriendo Cronos le contestó, el destino te dará pautas, comprobarás quien es acreedor a ella.
Las oportunidades no se encuentran siempre, te ayudaré en una elección que al principio no será fácil.
Busca a los que tienen ilusiones, encuentra a los desposeídos, ve por el camino que transitan los que entregan en cada letra parte de su alma, otórgale a un huérfano la posibilidad de encontrar una familia que lo ame.
Desparrama oportunidades en aquellos que alguna vez se han sentido solos.
Dentro de muchos años se inventarán los relojes.
No te detengas a observarlos, objetos inanimados que no podrán alcanzarnos.
Hijo, acude a calmar la ansiedad de todos los que esperan.
Tu tienes el don de la oportunidad, yo, tu padre ayudaré para que cada sueño se haga realidad.
Cronos y Kayrós viven en un plano celestial, desde allí controlan todos los movimientos terrenos.
A ti que está leyendo estas letras no desesperes, con buena voluntad las dificultades se han sorteado siempre.

http://www.youtube.com/watch?v=svwqHhTQC5E&feature=related

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