DÉCIMA NAVIDAD

Aldana es una mujer joven, en la actualidad dirige una agencia de empleos reconocida a nivel mundial por la capacidad que tiene para elegir a quienes cubrirán distintos puestos de trabajo.
Esta situación le permite pasar largas temporadas fuera del país que la viera nacer.
El aeropuerto como siempre es tá poblado de pasajeros, todos quieren llegar al destino elegido para reunirse con la familia con el propósito de festejar las fiestas decembrinas.
Culminados los trámites migratorios un vehículo de porte mediano los acercará a la pista.
El pajáro de alas plateadas hace rugir las turbinas.
En minutos la panza que casi se posaba en el pavimento, cual ángel de acero comenzará a transportar la preciada carga de sueños cumplidos o se convertirá en paliativo para alejar los dolores del alma.
Vuelo tranquilo.
La primer escala será en Brasil, muchos turistas bajarán de la aeronave para pasear por el Shopping del aeropuerto.
Ella esperará en la butaca ensimismada en sus pensamientos.
No repara que el asiento antes vacío es ocupado por una hermosa muchacha de su edad, pese al bronceado sabe que es Gabriela.
El abrazo es interminable.
Tienen demasiado para contarse.
Gaby vuelve a Nueva York después de haber disfrutado de la playa y el mar.
Convence a su amiga, le pide desista de la reserva en los hoteles y se aloje en su departamento.
Vive sola en un piso con una vista increíblemente bella.
Ambas recuerdan el episodio que las separara.
La décima Navidad como siempre las amiguitas se visitaban antes de la cena, ello les permitía a los padres colocar los regalos al pie del árbol que presidiría el festejo.
Le dirían a las niñas que Santa Claus había pasado en el momento que estaban ausentes, era la única manera de seguir conservando la magia de fechas tan emotivas.
En el trayecto la pequeña Aldana reía, solo callaba para escuchar los villancicos que se entonaban en las casas de sus vecinos.
Llamó su atención que la puerta de entrada a la vivienda,estuviera semi abierta.
Saludó a las flores vestidas de rocío.
Ahogó el grito de dolor cuando vio a sus padres asesinados.
En un instante la inocencia había sido interrumpida.
Todos acompañaron a la niña sola.
Vendrían horas de infortunio, declaraciones, trámites interminables, siempre acompañada de los abuelos que llegaron ni bien recibieron la noticia.
Pasados unos meses de aquella noche trágica se celebró el juicio.
Había que encontrar un culpable de los crímenes.
Muchos testigos no aportaban nada para resolver el caso.
Los jueces por unanimidad condenaron a un inocente.
Las amigas ya instaladas en el amplio departamento recordaron las historias vividas.
Ambas eran profesionales de reconocida trayectoria.
Nada queda impune si se busca la verdad así lleve años encontrar la misma.
Se contactaron con un compatriota, Sergio se había retirado con honores de la entidad para la que prestaba servicios, ahora manejaba una agencia de detectives.
Los encuentros no tardaron en hacer nacer un romance tórrido entre Aldana y Sergio.
Ella quería saber la verdad, no importaba el precio que tuviera que pagar.
La investigación reabrió el caso a punto de prescribir.
Gabriela viajó para acompañar a su amiga del alma.
En pocas jornadas se acumularon pruebas.
Aldana esperaba el veredicto, Gaby su amiga de toda la vida en un instante de la declaración se quebró, asumió que en un momento de distracción desapareció de la casa, portaba el arma reglamentaria del padre, dos disparos certeros terminaron con la vida de los progenitores de Aldana.
Pidió perdón a su compañera de toda la vida, pocas palabras desanudaron los lazos de una amistad de años, solo pronunció: Era pequeña, quise mucho a mi amiga,el cariño enfermizo y obsesivo trajo la envidia, siempre había querido ser como ella, solo logrando la soledad de Aldana podía asemejarme a ella.
El juicio ha finalizado.
Aldana y el detective rehacerán sus vidas juntos, la tragedia los unió para siempre.

http://www.youtube.com/watch?v=snEBPzmfJ…