Wednesday, December 14, 2011

PINTANDO SONRISAS





Los comercios de la zona está atiborrados de personas, hay que tener paciencia.
Mientras se espera a la cajera que embolsa las compras, un niño suelta la mano de su mamá.
Sabe que no puede salir del negocio, utilizará ese instante mágico para recorrer las distintas góndolas.
Las hermanas lo imitan un poco por curiosidad y otra para vigilarlo, en ocasiones desborda inquietud.
El changuito está repleto de juguetes para repartir o colocar al pie del árbol navideño.
Los pequeños desde que tienen uso de razón han aprendido a compartir.
Días atrás, en forma prolija, en cajas de cartón acomodaron juguetes que no utilizaban.
La consigna era colocar aquellos que estuvieran enteros, de nada valía una muñeca a la que le faltaba el vestido o una mano traviesa le hubiera arrancado un brazo.
Todos ayudaban, en tiempo de vacaciones no necesariamente los niños deben jugar, también es el momento de acopiar valores.
Las nenas con retazos de tela renovaron el atuendo de las muñecas.
Más de una vez la madre sonrió cuando una puntada desvió el camino logrando que la aguja apenas rozara un dedito, un beso y a seguir con la tarea.
El resultado fue sorprendente.
Hoy están en la juguetería acompañando a su mamá.
No habrá excesos, los límites han sido fijados.
Mientras ella espera para abonar la compra ,el varoncito se acerca con una tarjeta.
Asombrado dice: Son idénticas a las que pusiste en el árbol, sé que debo llevarla a su lugar, quería mostrarte ésta, se parece a las que recuerdan a tus amigos imaginarios o reales, no me acuerdo como los llamaste, solo nos dijiste que viven en tu corazón.
Es un niño como cualquier otro, vaya a saber por qué algo lo diferencia, se perfila como un aspirante a escritor, pese a su edad sabe coordinar frases enteras.
Las niñas no agregarán nada a la compra original.
Regresa otra vez el protagonista de esta historia, quiere saber si puede agregar una caja con fibras multicolores.
El pedido es aceptado sin ninguna pregunta, los otros clientes esperan continuar con la rutina diaria.
Esta tarde llevarán los juguetes en forma anónima a un instituto que alberga menores.
El pequeño no se despegará del estuche que contiene los marcadores.
Mientras viajan hacia el sitio elegido escuchan el gorjeo de los ruiseñores.
El niño comenta que esos objetos le servirán para pintar sonrisas en las caritas tristes de los nenes en soledad, dibujar líneas que permitan ver miradas alegres, terminado su cometido los guardará para otro año.
Sabe que siempre hay un chiquito para abrazar, un pequeño a quien regalarle un momento de luz.
Guardará los marcadores para pintar sonrisas en la próxima Navidad.
Felicidades a todos.

http://www.youtube.com/watch?v=rs8sbXlse…

No comments: