Wednesday, April 04, 2012

PERLAS NEGRAS




Tesa fue una reconocida actriz, no solo se destacó por su belleza sino también por su talento innato.
Educada en la rigidez de una familia tradicional siempre era acompañada por sus padres a los sitios que concurría.
Las notas excelentes la ayudarían para convencer a sus padres de llevarla a un casting donde un novel director de cine buscaba la heroína para una próxima película.
El autoritarismo de la madre no le permitió que luciera un sencillo vestido, si quería participar de la prueba iría con el uniforme del colegio.
Al llegar al estudio se sintió intimidada, todas las participantes mostraban las redondeces de sus formas con vestimenta llamativa.
Sintió que el color rojo asomaba a sus mejillas, para ella era incómodo vestir la ropa de la escuela.
Todas debían recitar un parlamento en las amplias oficinas del director.
Tesa se destacaba por su hermosura, la que otorga la adolescencia y la naturaleza.
Nadie podía dudar que la naturaleza había sido pródiga con la muchacha, la piel blanca casi transparente estaba enmarcada por el manto ondulado de una renegrida cabellera.
El caminar erguido dejó sin habla a los asistentes del cineasta.
Le entregaron unas hojas, debía leer un breve parlamento.
Irradiaba su propia luz desde una mirada que estaba entre el verde de las esmeraldas y el gris de los cielos plomizos.
Moduló la voz como solo ella sabía hacerlo.
Las demás concursantes había salido con la promesa de una llamada telefónica, Tesa debería regresar al día siguiente.
Fiona, una de las secretarias le preguntó si podía asistir al día siguiente con el mismo atuendo, entregándole dos hojas que debía estudiar para la próxima prueba.
La mamá lejos de estimular a Tesa le decía que estaba perdiendo el tiempo por consiguiente también se lo hacía perder a ella.
La joven brilló en su exposición, sería la elegida.
El primer film tuvo repercusión inmediata, era reconocida a nivel mundial a través del mayor premio que puede recibir un artista.
Los éxitos se fueron sucediendo.
No dudó en regalarle a sus padres una casa más amplia, el padre administraba el dinero de su hija.
Con el primer sueldo adquirió un collar de perlas cultivadas, era el primer obsequio que se hacía.
Perlas de un blanco cremoso lucían perfectas en el escote de la artista.
Adicta a las joyas siempre compraba algunas, una caja de seguridad las protegería.
Han pasado veinte años de su primera película.
El amor llegó a su vida, junto a él recorrerán el mundo, el placer y el trabajo fueron amalgamados con maestría, su esposo la ama más que a nadie en el mundo, los identifican como la pareja perfecta, sanos, amorosos, lejos de los escándalos tan habituales en ese ambiente.
La confirmación de la maternidad la hace sentir plena, brindará con el amor de su vida por el advenimiento del primer hijo.
Se alejará del mundo artístico para disfrutar de la familia.
Ha decidido llevar sus joyas a la mansión que ocupa.
Visitará el banco con ropa informal, el único detalle será su amado collar de perlas.
Contratarán expertos en seguridad, serán los encargados de custodiarla.
En bolsas simples cargan las alhajas, no viajará en el auto blindado que le ofrece la compañía.
Un taxi la dejará en las puertas de la vivienda.
Hasta ese instante el operativo de traslado ha sido exitoso.
Un franco tirador está apostado en la copa de un árbol.
El movimiento certero provocará un disparo.
Los paramédicos intentan salvar dos vidas, las tareas de reanimación no tienen los resultados esperados.
Marcel sostiene en sus brazos a la mujer amada, a medida que se despide de la vida las perlas del collar se transforman en color negro.

http://www.youtube.com/watch?v=0kpi84S8K…

1 comment:

Devendra said...

Wow de nuevo con algo melancolico y tan triste... hermoso :)
besos