Wednesday, November 28, 2012

SIN FRONTERAS







En ocasiones es bueno viajar para distenderse, pasar varios días en lugares paradisíacos con el único propósito de admirar aquello que la naturaleza regala sin pedir nada a cambio.
El mar ejerce en mi una atracción increíble.
Playas tranquilas, aguas azules, tan azules como profundas, fina y blanca arena pareciera no tener fin, solo cambia de tonalidad cuando las olas deciden finalizar su vida coronadas de espuma que dejará vestigios en la playa.
El Caribe ofrece a la vista del turista paisajes majestuosos, el silencio de una playa solitaria solo es cortado por la melodía de los pájaros posados en flores de mil colores que les proporcionarán dulce néctar para continuar un viaje sin derrotero fijo.
Con un grupo de amigos decidimos realizar turismo aventura.
El jet privado nos depositaría en un aeropuerto privado de Roseau, capital de Dominica.
Nos alojaríamos en unas cabañas frente al mar, lugar donde las luces del alba se manifiestan en todo su esplendor.
Por unos días nos olvidaríamos de los horarios, la consigna era disfrutar de esa isla sin fronteras, donde termina la isla comienza el mar infinito, isla rodeada de agua cristalina, a veces tímidamente agitada por la brisa tropical.
Nuestra primera excursión sería a la selva, lugar donde los árboles se aprietan en un abrazo eterno hasta formar una pared difícil de atravesar si no es con la compañía de un guía del lugar.
Todas las orquídeas viven ajustando su delicada figura a los brazos de los árboles que las ciñen sin pudor.
El sendero permite el paso de una persona, en fila india caminábamos detrás de Ismael, un habitante afroamericano con perfecto dominio del idioma español.
Recorrimos la selva durante la mañana, el calor  hacía sentir su rigor.
Al regreso almorzamos en un pequeño restó cercano a la ribera, Ismael sería nuestro invitado de honor.
Por él supimos algo de la rica historia de la isla, hoy en plena etapa de migración.
Esa tarde nos internaríamos en el mar, imposible explicar con palabras la belleza de los bancos de coral que descansan en la profundidad.
Peces multicolores nos habían dado la bienvenida formando graciosos círculos alrededor de nuestras figuras.
Los últimos rayos de sol se despedían de los visitantes, era hora de emerger.
Rosados y púrpuras tiñeron el cielo anunciando el crepúsculo.
Queríamos disfrutar hasta el último minuto de un día glorioso.
El guía nos informó de la próxima excursión, temprano visitaríamos el desierto más grande de la isla, sitio que lleva a reflexionar.
Las cámaras fotográficas no se cansaban de capturar los detalles que pudieran escaparse a la mirada humana.
Ríos, cascadas y manantiales quedarían grabados en nuestras almas y retinas.
Antes de emprender el regreso visitaríamos las plantaciones de plátanos, alguna vez fueron sostén de la economía de la isla.
En el pequeño aeropuerto privado las turbinas del jet nos dicen que debemos abordar el vuelo, abrazos y lágrimas en el momento de despedirnos de Ismael, hemos prometido regresar a su isla, en invierno conocerá el sur de nuestro país.
Igual que Dominica nuestra amistad no tienes fronteras.

http://www.youtube.com/watch?v=-ozhfijOyCg

No comments: