ENCAJES Y PUNTILLAS

Habito en cualquier sitio, soy parte de tu vida.
Mi nombre es Palabra, no me llevo demasiado bien con el Silencio pese a que lo respeto profundamente, es quien pone los límites necesarios para que no me desborde, algo que no ocurre habitualmente cuando entre los interlocutores está presente el sentido común y la sensatez.
Me gusta estar en este salón, es distinto al resto de la casa.
La moradora lo ha decorado con calidez, los grandes ventanales tienen cortinas terminadas con puntillas y encajes de hilo blanco, sé que son un regalo de su abuela, abuela de manos habilidosas y rápidas que con una sola aguja tejieron esta red maravillosa semejante a una telaraña que recorta el paisaje marítimo.
Pese a que llueve, ella no dudará en salir en búsqueda de nuevas historias para compartir.
La llovizna comienza a desvestir los árboles, el otoño se manifiesta, las veredas son imperceptibles, están cubiertas de hojas rojizas y doradas, el agua impide que crujan bajo los pies del caminante.
Estaré sin su compañía por unas horas, la ausencia logrará silencios que no deseo.
Aprovecharé el tiempo para repasar parte de mi vida, estuve en todos lados, lados que fueron propicios y otros que preferiría olvidar por su contenido.
De los primeros, recuerdo con una sonrisa amarga a los seres que me utilizaron en momentos inapropiados, he tenido el filo de una daga cuando a través mío intentaron dañar a seres inocentes.
También evoco con una lágrima a los que me reprodujeron hasta el cansancio vulnerando los derechos de los otros, me multiplicaron hasta el hartazgo sin pensar por un instante de que manera me ubicaban en un discurso o en la nota de un diario.
Pocos acuden al sentido común al momento de pronunciarme, no ignoran que los daños pueden ser irreversibles.
No creas que mi vida es una queja constante, estuve presente en los momentos en que me dedicaste al amor apasionado, instantes que quedarán grabados en el alma de los enamorados.
Soy feliz cuando me transforman en canción, melodía sin fronteras que a todos abraza aún cuando el lenguaje parezca diferente.
Mientras espero el regreso de la dueña de esta casa, por debajo de la puerta deslizan un papel, la letra ilegible indica que un médico quiere me presente a una consulta.
No asistiré sola.
Luego de una prolija revisación me dice que las heridas que me han provocado son profundas.
Nos despediremos con una sonrisa y con la certeza que en otras ocasiones he pasado por idénticas circunstancias, de todas las luchas he salido sin mayores secuelas.
Cuando entramos a la consulta llovía torrencialmente, muchas lágrimas representaba el agua.
Ahora el sol brilla en lo alto, todo adquiere vida, aleja la nostalgia.
Los ciclamen nos saludan, en los balcones los geranios se mueven con la brisa.
Tengo una sola certeza, mi vida continuará solo si tu lo quieres.
Finalmente te pido un favor empléame con precisión, como si fueras el bisturí que con maestría usa el cirujano para salvar vidas.
No importa si el fuego verbal me envuelve, saldré indemne si las causas que me convocaron han sido justas, de lo contrario estaré condenada al silencio.
De ti depende mi vida.


http://www.youtube.com/watch?v=CLfNXdycg…