Estuve de visita en la editorial de la revista que dirigí
durante un buen tiempo.
Fui recibida con el cariño de siempre, con el respeto que
supe ganarme en los años que trabajé en un sitio soñado.
Sin horarios.
No estar pendiente de la tiranía del reloj propicia que la
imaginación vuele sin límites, pese a ello soy respetuosa de los horarios que
terceros deben cumplir.
El encargado de seguridad me recibió con alegría, cortó un
ciclamen para mi deleite, desde siempre todos supieron que una de mis
debilidades son las flores, la otra es sabido que contar o escribir jugando con
las letras.
La investigación, la búsqueda de una nota posibilitó que
conociera diversidad de paisajes.
Viajes que me llevaron a conocer otros mundos.
Viajes de trabajo en los que supe dividir el tiempo para
disfrutar de la majestuosa belleza de tantos lugares que he visitado.
Ríos caudalosos se llevaban con velocidad todos los
pensamientos que opacaban o por ,llo menos intentaban quitarle luz al alma.
Luz que fue mi compañera gran parte del trayecto.
Viajes en los que jamás hubiera imaginado utilizar una
balanza para pesar lo bueno y lo malo, la intuición logró que aún en los campos
más adversos encontrara algún detalle que los hiciera placenteros.
Sin quererlo conocí los sentimientos más bajos que acechan
al ser humano.
Sin quererlo lloré lágrimas ajenas, salí de todos esos
episodios fortalecida.
Fui guerrera de las palabras, impuse pausas cuando el desborde
de los otros intentaba aniquilarme.
Tuve siempre presente en la memoria el resurgir de las
cenizas del Ave Fénix.
Nada es tan malo ni nada es tan bueno como para opacar con
destellos fugaces la memoria.
Memoria que siempre está en estado de alerta, memoria que no
confía en las adulaciones que solo embriagan por un instante..
Instante que se pierde en caminos insondables cuando falta
una cuota de ecuanimidad de fortaleza, de aceptar la realidad aún cuando sea
una dolorosa experiencia.
Hoy muchos de mis ex compañeros están gozando de sus
merecidas vacaciones, los que esperan han podido llevar a sus hijos a la
editorial.
Mientras espero la hora del almuerzo para reunirme con mis
pares, admiro el paisaje, todos los días la naturaleza me brinda algo nuevo,
ello sirve para regar con conocimientos la memoria.
Dos niñas están conversando mientras juegan, no es mi intención
dispersarlas, me asombra el nivel que tienen para adecuar cualquier situación a
la edad que tienen, son nenas que para sus interrogantes siempre encuentran la
sencillez de una respuesta.
Tienen la sabiduría propia de todo aquel que no está contaminado
por hechos pasados, presentes o futuros.
Conversan sobre parásitos, al principio pensé en clases de
biología pendientes.
Nada de eso, se referían a los seres humanos que en lugar de
permanecer prefieren ser sin tener en cuenta quien queda en el camino.
Esas pequeñas no entienden la ternura de mi abrazo, en el
que va implícito mi agradecimiento, esas dos nenas sin quererlo ni proponérselo
me otorgaron una lección de vida.
Si quieres llegar y que te recuerden no olvides la palabra
sabia de los más chicos.
http://www.youtube.com/watch?v=BOCKYL8CNxc
No comments:
Post a Comment