Tuesday, October 31, 2006

UNA DULCE Y PELIGROSA MISION

Carolina y Axel vivían en una pequeña aldea, todos se conocían en ese lugar poblado de casas blancas con techos rojos.
Transitaron juntos buena parte de su infancia entre las hamacas y toboganes de la plaza.
Ese lugar era mágico para ellos, disfrutaban de los juegos y cuando el sol abrazaba sus cuerpos siempre tenían un refugio a la sombra de viejos árboles que descansaban al borde de un lago.
Pasó el tiempo y las relaciones cambiaron, Axel partió en búsqueda de su destino, quería trascender y ampliar sus conocimientos.
El día de la partida el cielo estaba plomizo, las primeras gotas de lluvia se mezclaban con las lágrimas de ella, desdibujando su rostro de porcelana e inundando sus ojos de cielo.
Ella se sentó en la playa para observar como el barco se alejaba, se quedó largo tiempo hasta que la embarcación fue un pequeño punto en el Universo.
Sola llegó a su casa, las paredes estaban desnudas como su alma, decidió encender el hogar para abrigarse un poco.
Las chispas de los leños le recordaban sus noches de amor y fuego.Se sentía mal, diferente,agobiada por la soledad.
Una tarde en que el sol se escondía detrás de los cerros para darle paso a la luna que teñía de plata el lago y con ella a las estrellas colgadas del cielo como luciérnagas, sintió que se quedaba sin fuerzas.
Rápidamente la llevaron al hospital de la aldea, la camilla corría por los pasillos gélidos, luego de unas horas entre tinieblas vió la imagen de una médica que intentaba tranquilizarla, su rostro angelado comenzaba a tener color estaba conciente cuando le anunciaron que otra vida crecía en sus entrañas.
Sus ojos se iluminaron otra vez en su cara se dibujó una sonrisa, ya repuesta pidió unas hojas de papel con ilusión hilvanó unas cuantas letras, el destinatario de ellas sería su dueño, en ese momento supo que la misión más peligrosa es traer vida a la vida.

No comments: