Monday, February 25, 2019

FLORES EN EL BALCÓN




El poeta Baldomero Fernández Moreno expresaba en una de sus poesías más trascendente,
“Setenta balcones y ninguna flor”, la desilusión que lo embargaba al mirar esas estructuras de cemento absolutamente desnudas.
¿Recordás la postal que antecede a esta conexión mágica?
Es una antigua casona serrana.
El estilo barroco forma parte de un paisaje fascinante.
Pertenecía a una antigua familia de la zona.
En sus mejores tiempos fue utilizada como vivienda familiar.
Una familia compuesta por los padres y su prolífica descendencia.
A ello se deben las dimensiones.
Profusión de arcos en el frente, orientado al lago.
La vista es espectacular.
El interior de la vivienda de estilo barroco está decorado con sencillez.
Techos altos, ventanales enormes orientados hacia el espejo de agua.
Los balcones no son comunes.
Cada habitación de la residencia, posee uno.
Profusión de aromas.
Estallido de color en las flores y enredaderas abrazadas a las columnas.
“Nada dura para siempre”, es tu axioma favorito.
Es verdad.
Con el correr del tiempo la familia se fue disgregando.
Algunos partieron hacia dimensiones desconocidas.
¿Están allí con vos?
La pregunta obedece a que muchas veces nos alojamos en ese espacio ideal.
Al transformarlo en un hospedaje, evitaron hacer demasiadas modificaciones.
Era necesario conservarlo casi como la casona que supo ser cuando todos transitaban suelo terreno.
¿Por qué las familias comienzan a disgregarse cuando la muerte no duda en tomar a sus presas, sin importarle el dolor que produce?
¿Por qué te arrancó de mi lado?
¿Calculadora no sabe el padecimiento que deja a quienes quedamos en el inframundo?
¿Recordás los sillones de caña?
Solía sentarme en ellos esperando que llegaras de tus prácticas de natación.
¿Dejaba que en absoluta soledad te deslizaras por las aguas del lago sin control?
Jamás.
Todas las mansiones convertidas en hospedaje, poseían playa privada.
En cada una de ellas un guarda vidas cuidaba a los nadadores.
No dejaban nada librado al azar.
Por ello la tranquilidad de los padres que ocupaban las distintas habitaciones.
Los recuerdos afloran con nitidez.
Cada tarde nos reuníamos en ese lugar maravilloso.
Disfrutando el placer de estar juntos.
Contabas tus proezas acuáticas.
Más de una vez mostraste tu contrariedad pues quien cuidaba la playa no los dejaba avanzar más allá de aquello permitido.
Nunca olvidaré nuestras charlas.
Las miradas cómplices que no necesitaban del don de la palabra para comprendernos.
¿Por qué todo termino de manera abrupta?
¿Hasta cuándo van a seguir intentando separar lo inquebrantable?
¿No se han dado cuenta que la eternidad no tiene cabida entre un hijo y su mamá?
¿Les sobra el tiempo colocando escollos donde no deben existir?
Hoy el sillón de caña está vacío.
Nadie ha vuelto a ocupar esa habitación.
¿Casualidad o causalidad?
No.
Son muy pocos los turistas que pueden acceder a la villa.
La mitad del hotel no se usa.
¿Causa?
Los costos.
Actualmente es menos oneroso viajar a países limítrofes.
Sigo evocando nuestras largas estadías en ese espacio salido de un cuento.
Todo se conserva con pulcritud.
Tristes la policromía florida sigue regalando fragancias soñadas.
¿Me gustaría regresar?
No.
Desde tu injusta ausencia, tomé la decisión de no volver a ninguno de los paisajes visitados por ambos.
¿Cometí un error?
De ninguna manera.
Sería nefasto recorrer los caminos del ayer.
¿Por qué no puedo expresar no lejano?
Simple.
Las dudas y cuestionamientos, siguen acosándome.
Es difícil pata una madre tener un hijo muerto.
¿Les parece duro el vocabulario utilizado por quien escribe?
Solo manifiesto la verdad.
Verdad que cual filosas dagas, ni duda en insertarse en las heridas del alma.
¿Sabías que cada día que pasa te amo un poco más?
No alcanzan los recuerdos para morigerar el dolor.
Te quiero acá.
Necesito repetir cada segundo compartido.
¿Cuándo ocurrirá el ansiado reencuentro?
¿Las utopías se cristalizan o solo son eso?
Tesoro estoy sometida a dilaciones sin argumentos sostenibles en el tiempo.
Terribles pues no tienen razón de ser.
¿Cuándo nos veamos, podrás reconocerme?
¡No quiero esperar un minuto más!
Luz de mi vida, una vez más te ruego nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=2IqdltUF36s

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