Friday, January 12, 2007

ANIVERSARIO

Remando durante días llegamos a la Isla del Encanto, Ezequiel había planeado este viaje desde hacía varios meses en los que trabajó duramente para poder adquirir la lancha.
Todos los días me hablaba de una sorpresa, inquieta le preguntaba de que se trataba y allí era el momento en que su sonora carcajada ponía melodía a nuestra casa.
Decidimos vivir juntos en el invierno pasado, construimos nuestro nido en la ladera de la montaña, en un paisaje soñado donde el verde de los cerros terminaba en picos de piedra que cual flechas apuntaban al cielo.
Nuestro despertador era mágico, nos despertaba el trino de los pájaros, luego del desayuno él tomaba su bicicleta y recorría los kilómetros que lo llevaban a su trabajo.
Sin su presencia el día se hacía eterno, para matizar la espera cuidaba mi jardín, la primavera estallaba en los brotes de las plantas, algunas rosas tímidas asomaban para alegrar la vista.
En mi tiempo libre, sin que Ezequiel lo supiera me recluía en un espacio de la casa que le estaba vedado y jugaba a ser pintora, quería sorprenderlo en nuestro aniversario, ese día tan especial de nuestras vidas recibiría un cuadro.
Desconociendo la sorpresa que me tenía preparada comencé darle vida a una lancha, sus colores debían ser fuertes, para que fuera como una flor que se deslizaba por las aguas azules del lago, para el cielo elegí tonos rosas y morados iguales a los del crepúsculo que antecede la salida de las estrellas, detrás del follaje en diferentes tonos de verde, pinté una cara de la luna, no podía faltar quien había sido testigo de tantas noches de amor y fuego.
Cuando la obra estuvo terminada la cubrí con un lienzo y cerré la puerta para que no pudiera verla hasta el día indicado.
Esa mañana el sol jugaba a esconderse dentro del agua, con manos imaginarias despejaba las nubes que intentaban cubrirlo y teñía todo de oro.
Había llegado el momento de intercambiar los regalos, cubrí sus ojos con mis manos y de un tirón corrí la tela que escondía la pintura, delante suyo apareció la imagen del barco,sentí su asombro, sus brazos fuertes rodearon mi cintura y me regaló el más dulce de los besos.De la mano, salimos de la casa, la noche estaba fresca, perlas de rocío vestían las flores, detrás de nuestra casa estaba amarrado mi regalo, era una lancha idéntica a la que había pintado.
Hoy disfrutamos el viaje a esta isla soñada, sus aguas color esmeralda serán nuestra compañía, en sus blancas arenas con caracoles dibujaremos nuestros nombres, una ola traviesa los depositará en el fondo del océano, una vez más en ese lugar paradisíaco nos juraremos amor eterno.

No comments: