CUENTO MUSICAL

Sábado invernal.
Necesita respirar oxígeno, alejarse por un rato de la familia que supo construir y tanto ama.
Con pasos lentos camina hacia la plaza.
Del ayer conserva poco y nada.
La remodelación la ha embellecido.
Juegos para niños que ríen en las hamacas.
Otros más intrépidos se lanzan a la aventura de volar, deslizándose por los nuevo toboganes.
Existe un espacio que no ha sido modificado.
La calesita gira trayendo sueños e ilusiones.
El protagonista de esta historia buscará el viejo árbol.
El tiempo ha dejado marcas en el tronco rugoso.
Quedan a la vista los nombres tallados de los enamorados encerrados en corazones.
Coloridas mayólicas adornan el cantero.
Sentado en el borde busca en el interior de la campera, allí está la foto del primer amor.
Cierra los ojos.
Como entonces la ve caminar hacia él.
Vestida con la ropa que se usaba en aquel momento.
Carpintero celeste, pese a lo holgado deja adivinar la belleza de sus formas.
La mirada de la joven lo encandila.
Siente que está transitando otro tiempo.
A su mente acude la canción que tanto les gustaba.
Sin saber cómo comienza a cantarla.


"Me dirás, basta ya y se ira de mi lado
Yo la vi junto a él, comprendí que había perdido
Sus ojos le gritaban que lo amaba
Como hace mucho que no hace conmigo
me miraba con pena porque sabe
que la amo locamente como ayer
Recuerdo aquella luna en su cuarto
El viento acariciándole en la cara
Cuando éramos felices de estar juntos
Y ahora otros sueños nos separan"



Imposible no recordar los momentos compartidos.
Luna mágica, destellos plateados colándose por la ventana.
Cuerpos que se recorren antes de la entrega, amarse sin límites.
Sueños que los unirán más allá del paso del tiempo.

"Lloraré, quizás si, quizás no
si no lloras tú
Escribiré, quizás si quizás no
si no escribes tú
Miénteme, no me importa creer lo que digas tu
Olvidaré, no te he visto con él si lo juras tu.
No ves que estoy llorando como un niño
Como un mendigo pido tu cariño
No tengo dignidad ni tengo orgullo
Porque te amo mucho más que eso
Como a Dios mismo, te estoy rogando
Tu eres mi vida, no me abandones."

La brisa se transforma en viento, siente frío en el alma.
Tenue la llovizna logra que no se noten las lágrimas.
Quizás el agua intente borrar la historia de amor vivida hace tantos años.
Sabe que ningún temporal por fuerte que sea, podrá arrancarle los recuerdos que lleva grabados en el corazón.
Quizás sí, quizás no, el destino permita un reencuentro.
Será el de dos adultos que pese a tener sus vidas conformadas no han podido olvidarse.
Los sueños no mueren cuando sabemos preservarlos.
Quizás si, quizás no, para esos dos seres que se amaron tanto exista un mañana.

http://www.youtube.com/watch?v=nrUYL5SROww&feature=related