SEPTIEMBRE

Vulnerable,en el hemisferio norte la brisa se convertirá en viento capaz de desnudar a los árboles.
Algunos animalitos preparan sus escondites para pasar el invierno.
La llegada del otoño cubrirá todos los espacios con colores ocres y dorados.
El cielo comenzará a vestirse de gris.
Tibio, Febo optará por esconderse entre las nubes.
Los rayos dorados que posibilitaban que las flores lucieran su hermosura se mudarán a otros espacios.
La proximidad del otoño traerá otros paisajes.
Tranquilos.
Tristes como la época gris.
Vendavales no esperados destruirán todo a su paso.
Playas desiertas.
Mar embravecido logrará que algunos recuerden los amores del verano que se aleja.
Llovizna.
Fría se confundirá con la lágrimas de aquellos amantes que supieron caminar por la playa.
Seres casi desnudos buscaron el refugio de las rocas horadadas por el agua para entregarse sin límites.
Besos encendidos como las estrellas morirán en cada alma.
En el sur el panorama es distinto.
Pequeños brotes comienzan a vestir las ramas de los árboles.
Algunos no estarán de acuerdo con la extensión de la luz diurna, otros celebrarán la vida.
Un ruiseñor aparecerá en escena.
El blanco de las azucenas lo invitará a beber el néctar de las flores.
Más de una pareja celebrará el estallido de colores y fragancias.
Caminarán por las playas poco concurridas con el único propósito de jurarse amor eterno.
Época de viajes.
Concretarán ilusiones.
Tiempo cálido mostrará cuerpos esbeltos.
Los más intrépidos dejarán que el agua moje las piernas.
Gotas saladas como perlas se quedarán adheridas a las pieles.
Tiempo de renovar promesas.
Tiempo de pronunciar los te quiero que dormían plácidamente en las almas.
Tiempo de dejar fluir cada sentimiento.
Tiempo de abrazos renovados.
El pintor de esta historia calmará sus ansias.
Sus trazos serán guiados por el amor que siente.
Tela blanca que recibirá coloridas pinceladas.
Mientras dibuja el contorno del florero que contenerá las flores más bellas, escucha la melodía de los pájaros.
No son negros como los pensamientos que anidan en su corazón atormentado.
Trazos desprolijos para pintar cada girasol.
No sabe que dentro de unos años esa pintura será la más codiciada.
Está excitado por el paisaje majestuoso.
La recuerda a ella.
Hermosa con su vestido etéreo.
Gasas celestes como el cielo no pueden ocultar la belleza de sus formas.
La quiere así ,blanca, pura.
Una sombrilla rosada atemperará el calor del sol.
Desea conservar para siempre la figura de esa mujer amada e inalcanzable.
Pies descalzos apenas apoyados en la dorada gramilla.
Sabe que a su cuadro le falta algo.
Mirada brillante, casi a punto de derramar el primer llanto.
Boca roja como los rubíes.
Cuánto bebió de esos labios.
Cubrirá las manos que ya no regalan caricias con guantes inmaculados.
Ellos podrán contener a esos pájaros inmóviles que antes le daban calor a su cuerpo.
La desea.
Claude Monet aparece en escena.
Le comenta que al cuadro le falta algo.
No es movimiento, no puede indicarle el faltante.
Vincent como otras veces ha bebido para ahogar las penas.
Ruega, implora que su amigo de tantos años le diga como plasmar en la tela el desprecio.



http://www.youtube.com/watch?v=KzwnY8ejk2w