Tuesday, November 13, 2018

OTRA FLOR PARA TU CIELO





Luna de cara rojiza, se apoyó en el agua, no para mirar su belleza encantada sino para rendirle tributo a la flor blanca posada sobre una margen del espejo de agua.
¿Cuál de las dos es más hermosa?
Ambas.
Cada una en su estilo, define atracciones diferentes.
¿Pueden convivir juntas sin sentir celos?
Sí, las dos brillan de manera diferente.
¿Por qué se han encontrado a la orilla del lago?
En determinado momento juntas ascenderán a la esfera celeste.
¿Qué motivo genera ese viaje a un destino eterno?
La primera seguirá agregando destellos a tu propia luminosidad.
La flor te llevará exquisitas fragancias generadas en mis recuerdos.
En muchas ocasiones no sé que puedo enviarte para que me tengas presente.
En esos instantes donde las dudas son más que las certezas, convoco a mis musas.
¿Sabés que me piden en forma continua?
Evocar cada recuerdo compartido.
¿Podrías acompañarme en este viaje donde la mente puede transportarnos sin importar nuestro estado?
¿Acordás que el sur de nuestro país en el lugar más indicado para que se produzca el encuentro de nuestras emociones?
¿Tus ojos siguen tan bellos como en el ayer no tan lejano?
Te invito a cerrarlos.
Nuestro viaje será más rápido y placentero.
¡Hemos llegado!
Para nuestra sorpresa los turistas que descienden de un bus, con fascinación contemplan un cantero repleto de rosas de distintos colores.
El tamaño no se encuentra en los comercios de las grandes urbes.
La diferencia radica en que en esa zona la tierra se mezcla con cenizas volcánicas.
Sedimento que les otorga un tamaño inusual.
¿Recordás tu primera reacción?
Hiciste caso omiso al cartel que pedía no cortar ninguna flor o pimpollo.
Como de costumbre deseaste agasajarme y cortaste una flor de color prístino.
Con cuidado, la guardaste en tu mochila.
Tu miraba brillaba como las estrellas.
Habías logrado tu objetivo sin que nadie te viera.
Cuando llegamos a nuestro hospedaje, me la entregaste con el mayor de los cariños reflejado en la profundidad de tu mirada.
A la acción sobrevino una larga charla.
Comentaste que no te gustaban las flores cortadas de las plantas.
¿Contradictorio?
Tal vez.
Agregaste que pese a ese detalle, jamás te gustaría recibir flores.
¿Acaso sabías que en un futuro cercano las llevaría en mis manos hasta donde se guardan tus cenizas?
Confieso que algunas especies te he llevado desoyendo tus deseos.
¿Qué podría llevar a un sitio tan triste como injusto?
La certidumbre me dice que no estás allí.
Es solo un símbolo.
Tu alma está por siempre enlazada a la mía.
Tu esencia se elevó como lo hará en instantes la luna rojiza y la flor, de la orilla.
Es traumático para una madre no poder satisfacer las necesidades básicas.
¿Podés comprender mis ansias de depositar en tu mejilla el beso cotidiano que por ahora no tiene destino?
¿Cuánto más larga será la tediosa espera?
Siento frío.
Debemos regresar de este viaje imaginario.
¿Por qué no puedo visualizarte si hace un momento compartimos deliciosos recuerdos?
La brisa suave se convierte en viento intempestivo.
Gélido.
Sin pudor lastima el rostro.
Logra con movimientos desenfrenados arrancar las lágrimas.
¿Podrás ignorar mi llanto?
Sé cuanto te conmociona, pese a ello no puedo evitarlo.
Con premura me dirijo a la orilla del lago.
La oscuridad de la noche produce temor.
La luna casi roja ha desaparecido.
Tampoco está la rosa blanca.
Lejos de atormentarme, siento tranquilidad.
Hermanadas, han comenzado el ascenso hacia tu cielo.
¿Por qué la realidad nuevamente me muestra su peor cara?
¿Es necesario que siga viviendo entre tinieblas?
¿Para qué?
Tesoro de mi existencia, debo seguir esperando el sin sentido.
Quiero verte, abrazarte, llenarte de caricias.
¿No existe un ser capaz de comprender el dolor que provoca la ausencia del hijo amado?
Por favor nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.


https://www.youtube.com/watch?v=GJ75TUsRE-w

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