Pinceladas de momentos compartidos con absoluta felicidad y alegría traen de su mano los más bellos recuerdos.
¿Podrás recordar este ventanal?
Estaba orientado hacia la bahía donde amaraban variados navíos para emprender viajes de ensueño.
Sobre el dintel de la ventana dejé el libro que había comenzado a leer para ir en tu búsqueda.
Te encontré sentado sobre el césped observando el movimiento de las embarcaciones.
¿En cuál de ellas te hubiera gustado viajar?
Tu mirada a diferencia de otras veces estaba velada por la tristeza
¿Acaso presentiste en ese momento el abrupto final?
Como en otras ocasiones no hacían falta las palabras.
Solo mirarnos para comprender los sentimientos de cada uno.
¿Sabés que hubiera dado aquello que no poseo por retenerte a mi lado?
¿Por qué no pude oficiar de guía en tan traumática travesía?
¿No había espacio para esta madre que te ama más allá de la razón?
Como en otros eventos similares convoqué a mis musas.
Ellas me ayudarían a tejer nievas historias.
Historias que intentarían mitigar el dolor nacido en tu alma golpeada.
Quisiste regresar al lugar que nos alojábamos.
El libro que dejé cerca del ventanal, había perdido la mayoría de sus letras.
Recorrí las páginas en blanco, la trama que estaba leyendo desapareció.
Revisé las tapas del ejemplar.
Quería asegurarme que se tratara de aquel.
Los rasgos de tu letra inconfundible, estaban impresos en un nuevo título demasiado sugerente “Otra historia deberás escribir”
¿Por qué la vida se transformaría a partir de ese instante en un horror impensado?
Sabiendo el mal que te causaban mis lágrimas prometí no llorar.
Poco importaba si el llanto se anudaba en m garganta.
Menos la opresión en el corazón.
Decreté ser una mamá feliz.
La intención era evitar la tristeza que te había tomado como prisionero antes del fin.
En estado de vigilia permanente observabas cada uno de mis movimientos.
¿De dónde apreció esa fortaleza que nunca había tenido?
No tengo dudas que siempre la transferís vos.
De nuestras vidas desaparecieron los paisajes soñados para darle, lugar a otros que surgían de mi propia inventiva.
¿Pudiste creer en alguna de ellas?
¿Significaron un pequeño alivio para vos?
Jamás me acostumbraré a esta ausencia no imaginada.
Pese a que no te vea corporizado estás tallado en mi alma.
No escribiré una nueva historia en el libro apoyado en el ventanal.
En ese pequeño compendio volcaré cada una de estas conexiones mágicas que nos permiten estar más juntos aún.
En la retina quedarán para siempre los paisajes.
En la memoria cada uno de los recuerdos compartidos.
¿Te dije cuánto te amo?
¿Por qué a Cronos le cuesta tanto entender que el amor entre un hijo y su madre es incondicional?
¿Está poniéndome a prueba?
¿Aún no sabe que sos quien me otorga la fuerza para seguir en el mundo terrenal?
Su apatía es caótica.
Esperaré el anhelado reencuentro.
No se puede dilatar mucho más.
Tesoro mientras espero reitero mi pedido cotidiano, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=cbVHvbHu01I
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