Thursday, March 14, 2019

ANOMIA




No es un día parecido a los otros.
Ayer comencé a revivir los quince días transcurridos desde el inicio de nuestra internación.
Aterroriza pensar que estamos demasiado cerca de cumplir cuarenta y tres meses de tu desaparición física.
Desde ese instante tu alma empezó a tallarse en la mía.
Tal vez fue desde el día de tu advenimiento.
Somos demasiado idénticos.
El título de esta entrega tampoco fue generado por la casualidad.
De anomia padecieron y seguirán con esa enfermedad los individuos que supuestamente buscaban detener o en el mejor de los casos curar tu enfermedad.
¡Bárbaros!
¡Temerarios!
¿Por qué eligieron someterte a las peores humillaciones?
¿Nunca comprendieron el respeto que se le debe a un ser vulnerable?
¿Por qué el silencio?
¿Estuvieron jugando a prueba y error?
¿Dónde quedó el juramento hipocrático realizado en el instante que sus careras se consagraron?
¿Qué motivó tanto destrato al que adjuntaron ferocidad?
¿No es un insulto preguntar a una madre que nivel de estudios tenía, antes de emitir un parte médico?
¿De haber sido una mujer lega, pensaban mentir?
¿Dónde radica la diferencia entre una mamá con pocos conocimientos y otra instruida?
¿Cambia la calidad del amor?
¿Quiénes son esos entes que se arrogan el derecho de discriminar?
¿Por qué evitaban contactarse con esta mamá, huyendo por otro pasillo?
¿No tienen en su estructura un lugar para rasgos de humanidad?
¿Sienten placer al ver como se va despidiendo de la vida un paciente al que sometieron a daños anómalos?
¿Pensaron equivocadamente que el dolor ante la inminente partida de mi hijo, impediría
reaccionara, como una fiera protegiendo a su cría?
¿Conocieron o conocen la palabra ética?
¿Por qué lo pregunto?
Nunca antes había visto a personajes llamados médicos, portar en sus bolsillos marquillas de cigarrillos.
¿Está permitido exhibirlas con total impunidad?
¿Qué siento por Ustedes?
Nada, ni siquiera lástima o algo parecido.
Solo brilla su opacidad.
¿No son demasiado pobres los argumentos, al decirme hablara con mi hijo de otras historias para que se fuera en paz?
¿Por qué mintieron al prometerme no sufriría en su paso a la eternidad?
¿Era necesario persiguiera a los otros representantes de la medicina, para calmar el dolor del ser que más amo y amaré en la vida?
¿Son herejes de casacas blancas?
¿Pueden mirar a sus hijos después de tanta aberración?
Cielito por más que lo9 intente, no puedo olvidar la tortura pasada por ambos.
Jamás compararía tu padecer con el mío.
Sé de los denodados esfuerzos que llevás a cabo, con la intención de lograr olvide los estigmas que en tu cuerpo sembró la impiedad.
¿Cómo saber si estás bien?
Se hace imposible razonar cuando las dudas generan confusión.
Quisiera poder pensar que estás en el Paraíso que tan bien describió el poeta florentino Dante.
¿Cómo llegar a esa conclusión si hesitan mis razonamientos?
¿Por qué no nos dejaron más tiempo compartiendo la realidad?
La eternidad nunca será obstáculo para impedir siga creciendo el amor que nos prodigamos.
Te extraño sin vacilar.
Desearía verte corporizado un momento.
Escuchar nuevamente la sonoridad cristalina de tu voz, llamándome, má.
Preciso soñarte cada noche.
La soledad no es la mejor compañía.
No me alcanza tenerte alojado en mi mente.
Aterra pensar que en pocos meses se cumplirán cuatro años de tu muerte física.
¿Dónde estarás?
Tesoro de mi vida entera, nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=57HrRmw9RTA

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