Saturday, September 10, 2016

POLICROMÍAS AUSENTES



Hijo querido necesito que me ayudes a encontrar los colores que tenía mi vida cuando estabas vos.
No serán los mismos pero como eras un amante del arte sé que de a poco esta existencia no deseada comenzará a ver pequeños matices tales como asoman en la paleta del pintor cuando comienza su obra.
Mi gran logro fuíste vos.
Aquí donde he quedado preguntándome para que los colores han desaparecido, los paisajes son de color plomizo, tan oscuro que entristece aún más el alma.
Aýn cuando lo sepas quiero contarte que los fines de semana son tediosos, cargados de desdicha solo puedo evocarte a en cada instante con una pasión desmesurada, pasión que se alimenta de cada día compartido entre una madre y su hijo amado.
Estas cuarenta y ocho horas que conforman los días de descanso para cualquier terrenal para mi son una tortura.
En esas horas compartíamos lo sucedido en la semana precedente y en la que estaba por venir.
Extraño nuestras charlas, muchas abundantes en palabras, otras silenciosas donde bastaba el lenguaje gestual para expresarnos.
Ninguno de los dos necesitaba escuchar al otro para saber qué pensaba, prevalecían las coincidencias que nacen en el amor que no se puede dimensionar entre madre e hijo.
En este año que ha pasado a la velocidad de la luz llegué a comprender que tu presencia era el pilar que fundamentaba mi existencia.
La soledad es terrible tanto que no se puede adjetivar.
Todo permanece en su lugar, no solo los objetos que eran de tu pertenencia sino aquello que corresponde al paisaje exterior.
Un exterior donde los colores de la vida se han esfumado lentamente con el propósito de imponer un estadío solitario que no es fácil de sobrellevar por más que te acompañe una multitud.
Afuera la primavera intenta florecer, los brotes de los árboles que antes tenían el color verde de la esperanza hoy han mutado a tenues grisáceos que no atraen la mirada, por el contrario logran que la tristeza de la ausencia se convierta en un abrazo de silicio que solo produce temor.
Los capullos de las flores son tan pálidos que sospecho que jamás se convertirán en fragante flor.
Hasta los pájaros han cambiado la alegría de sus trinos, sus gorjeos son apenas audibles ello aumenta el agobio de no tenerte cerca para abrazarte, contener entre mis brazos al hijo pródigo que se destacaba por sus virtudes.
Como todo ser humano no te libero de los errores que pudieras haber cometido, errores necesarios cuando se transita el camino del aprendizaje.
En tu caso apenas tuviste tiempo de terminar la recorrida que impone el simple hecho de vivir.
Estuvimos unidos en la alegría y en la adversidad que precede los misterios de la muerte aún cuando no haya sido convocada.
Lamentablemente su visita no obedece a ninguna invitación terrenal sino a los designios del destino que impone Dios.
Sé que los seres de luz son los elegidos para acompañarlo en el espacio celestial.
Pese a todo ese conocimiento previo que ha ido aunentando leyendo teorías diversas sobre la evolución de los espíritus, me niego aceptar que el hijo de mis entrañas ya no esté a mi lado.
Todos sabemos que cuando se sufre una pérdida de tamaña magnitud el alma es como un edificio comienza a compartimentarse para que cada habitante ocupe su lugar.
En mi caso no necesité enrejar cada espacio en particular.
El único morador de aquella serás vos.
Ninguna madre puede imaginarse la vida sin el ser que trajo al mundo con la idea que esa vida fuera plena, plagada de suelos logrados y no de utopías que mueren en la sin razón.
Algunos infieren que el estado de ánimo vestido de tristeza sin fin se corresponde al comienzo de la pérdida de la razón, nada más lejos de esa presunción exótica.
Quien no ha sufrido la tragedia de perder un hijo presume que el tiempo traerá la resignación, no es mi caso,
Para llegar a aquella primero debe asumirse o aceptarse la pérdida de un hijo.
Nunca, mientras me quede un hálito de vida aceptaré tu muerte.
Solo los que han pasado por instancias similares pueden comprender que las cenizas de un hijo estén resguardadas en una urna de noble madera.
Es una formalidad que se elige en el peor momento de la vida de una madre,.
Qyueri recordarte que para mi estás vivo en cada centímetro de mi ser.
No te asustes si algñun día no llegaras a encontrar mis letras.
Solo tendrás que hacer el camino inverso y descender los peldaños de esa escalera adornada con flores en sus barandas para encontrarme.
Imagino el momento sublime del reencuentro, no serán necesarias las palabras con tu mirada sabré que ha llegado el momento de comenzar a ascender esa escalera mágica que me llevará hacia vos para confundirnos en un abrazo eterno.
No desesperes mientras esperamos los designios del tiempo vuelvo a pedirte como siempre que jamás olvides cuanto te quiere tu mamá,



https://www.youtube.com/watch?v=ZpA0l2WB86E




No comments: