Monday, February 13, 2017

SALIR PARA NO REGRESAR





El tiempo transcurre inexorable, a su paso arrasa las horas sin importar si aquellas fueron felices i las más aciagas de nuestras vidas.
En la madrugada de un día como hoy de hace un año y medio salíamos de casa.
El destino quiso que quince días después no regresara en tu adorada compañía sino ahogada por la angustia de haberte perdido esa gélida mañana de agosto,
Tu último viaje.
Viaje en soledad que los atávicos derroteros del destino no me permitieron acompañarte.
Mientras esperábamos la ambulancia lloramos abrazados allí comprendí que el final estaba más cerca de lo que pensábamos.
Lamentablemente vos lo presentías igual que yo.
Para desdramatizar esa situación horrenda me pedías números de teléfono para comunicarles a tus amigos que te internarías.
Solo un terrenal no atendió tu llamado, dejaste sendos mensajes en el celular y el teléfono de línea.
Nos dábamos fuerza mutuamente diciéndonos cuánto nos queríamos y que todo saldría bien.
El destino había tejido para nosotros otro final.
Enfrentaste el dolor con una valentía asombrosa.
En ese momento tan álgido volvimos a demostrarnos una y otra vez la comunión de nuestras almas.
Creo sin dudar fueron los días en que más utilizamos el lenguaje de las miradas.
Dos noches largas tu prima se fue a quedar con vos pues querías que volviera a casa y descansara.
No podía descansar ni un minuto pensando que vos estabas lejos de mí.
Esa madrugada hablamos por teléfono varias veces.
Nos extrañábamos como siempre, necesitábamos escuchar la voz del otro.
Fueron los quince días más trágicos que nos tocó vivir a ambos.
Dicen que con el paso del tiempo las heridas van cicatrizando puedo afirmar que no es verdad, el tiempo las profundiza.
No existe cura para las lastimaditas del alma.
Sabés que te extraño de manera desmesurada, me hace falta tu risa, tus vesos, abrazos.
Sobre todo extraño tu mirada, tan hermosa, antes chispeante, en los últimos tiempos velada por una gran tristeza.
La tristeza de quien fue elegido para irse.
Mi impotencia por no saber qué palabras utilizar para evitar que te dieras cuenta de todo.
Imposible inventar historias cuando los dos en silencio avizorábamos el final.
Sabés que te quiero y te seguiré amando mientras dure mi existencia.
No es bueno ignorar en qué momento me tocará partir para reencontrarme con vos.
Puedo esperar aún cuando no me gustaría que los tiempos se dilaten demasiado.
Te quiero y mientras escriba solo para vos no me voy a cansar de pedirte que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.

https://www.youtube.com/watch?v=9ahgQIBI6-Q



No comments: