La mitología griega es la más rica de todas en cuanto a mitos y leyendas se refiere.
Pese a tener pensamientos divergentes como los tenemos los terrenales encontraban en algún punto coincidencias que enriquecían a todos los que se reunían en los templos o en sitios sin determinar con el único propósito de pensar y llegar a conclusiones que fueran de utilidad para quienes los precedieran en el camino.
No creían en el pensamiento único sino en la diversidad.
Admiro a Sófocles por haber sido un poeta magistral que también siendo adolescente fue nombrado gobernador para resolver estrategias de las guerras que se desarrollaban en épocas ancestrales.
Quien ha leído a Homero no puede dejar de conmoverse con las verdades vertidas en la más grande obra universal como La Ilíada y la Odisea.
No puedo dejar de mencionar a Hesíodo que siempre confrontaba con el pensamiento de sus iguales.
Sería injusto no citar a la diosa Gea por haber representado a la madre tierra.
A Palas Atenea de apariencia débil y a la vez aportante de las estrategias de la guerra de Triya.
Mi deidad preferida es Eos consagrada diosa del ocaso,
Tuvo cuatro hijos unos de los cuales fue asesinado.
Ocurrido ese doloroso episodio decidió morar en el cielo para estar cerca de su heredero.
Dicen que sus lágrimas al llegar a la tierra se convertían en gotas de rocío para convocar al amanecer.
Todos esos mitos y leyendas me atrapan de una manera muy especial.
Comprendo el dolor de Eos.
También lloro a un hijo muerto con la diferencia que a ella le quedaron otros tres por quienes preocuparse.
Sabia conocía que un hijo no puede reemplazar a otro.
Quien partió es único e irrepetible, nadie puede ocupar su lugar.
Con respeto tengo diferencias con algunas deidades que niegan el pensamiento único.
Si pudieran viajar al tiempo del hoy y aquí conocerían a una mujer a la que sin ser escritora le apasiona escribir.
Escribir cuentos para su hijo amado al que un día la muerte arrebató de su lado.
Después de unos meses logré comprender que esa dama misteriosa cumplía el mandato de Dios.
Comprender no significa aceptar.
Tu ausencia prematura no la aceptaré jamás.
No soy egoista , puedo llegar a entender que partieras para dejar atrás los padecimientos de la enfermedad, ello no implica que lo justifique.
A diferencia de las deidades griegas puedo afirmar con el sustento que otorga el dolor que mi pensamiento único siempre serás vos y en ese concepto me quedo pues me trae algo de tranquilidad.
Excelsos poetas describieron el paraíso celestial como el mejor lugar de paz.
Puede ser que así sea pese a ello ninguna madre estaría dispuesta para colaborar con ese estadío sabiendo que nunca más podrá ver reír a su hijo, mirarlo a los ojos para entablar una conversación sin utilizar el don de la palabra, abrazarlo hasta que duela o simplemente darle un beso al despertar.
Todo eso convierte el alma de esta mujer en flamígeras llamas que arderá mientras dure su existencia terrenal.
Creí tocar el cielo con las manos el día de tu nacimiento,
En ese instante supremo e indescriptible el firmamento estaba cerca de los dos.
Hoy nos separa temporalmente la eternidad y por más que extienda los brazo para tocar con la punta de mis dedos ese cielo azul que te recibió no puedo llegar a tu lado.
Seguramente Dos en algún momento decidirá el momento de nuestro reencuentro para no separarnos nunca jamás.
Tu luz será quien guíe mis pasos para encontrarte y poder fundirnos en un abrazo interminable.
Sé que debo esperar sin saber cuando ocurrirá ese episodio que me devolverá la sonrisa de antes.
Te amo más que siempre por ello te ruego que nunca olvides cuanto te quiere tu mamá.
https://www.youtube.com/watch?v=rLRCdamydjo
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