ARCHIPIÉLAGO ENCANTADO

En la Ciudad del Sol, mágica ,brillante, bella con sitios que aún no han sido explorados por el hombre surge la naturaleza con toda su exuberancia.
Pocas veces Febo se toma descanso, entiendo que lo hace para que los turistas conozcan otros sitios.
A los niños siempre hay que buscarles nuevas actividades, no todos son días de sol y playa.
La familia decidió hacer una excursión para conocer un archipiélago encantado.
Podrían haber viajado en los autos que habían alquilado, en la agencia le sugirieron que lo hicieran en una combi, de esa forma unirían experiencias, reflexionarían todos juntos ante la magnificencia que ofrecía el lugar elegido para pasar el día.
Puntual llegó al piso que ocupaban un vehículo con ventanas panorámicas, el simpático chofer se comunicaba con ellos en el clásico portuñol, prestando la debida atención, así no hubiera hablado ese giro idiomático, se habrían entendido perfectamente.
Les contó que el viaje durararía no más de cuatro horas para llegar al archipiélago de Fernando de Noronha.
No llevaban equipaje, solo cámaras fotográficas, filmadoras,una heladera con jugos para compartir.
El camino costero tiene una belleza difícil de explicar con palabras.
En ocasiones el mar se esconde detrás de dunas gigantes, las inmovilizan las plantas que crecen en ese espacio casi desértico.
En el recorrido las hojas de las palmeras movidas por la brisa suave parecieran saludarlos.
Están contentos después de un año de mucho trabajo, felices de haberse reencontrado en ese sitio maravilloso.
Tres islas emergen del agua, asemejan vigías custodiando el océano.
Un ser superior ha sido pródigo al desparramar tanta belleza, allí cerquita de las manos.
Paisajes que quedarán grabados para siempre en las almas inquietas que el destino unió para siempre.
Difícil comprender el significado de siempre cuando la vida es un cúmulo de muchos instantes.
Un aperitivo precederá el almuerzo.
Flores frescas por doquier adornarán con su colorido, cabellos, cinturas o tobillos, a los hombres le entregarán collares multicolores, fragantes.
Pétalos destacados sobre blancos atuendos.
En el archipiélago se cuentan historias fantásticas, todos escuchan con suma atención que alguna vez ese espacio albergó a aquellos que luchaban por sus ideales y eran encarcelados.
Hoy se respira un clima de libertad y bonanza.
Recorrerán las islas en lancha.
Aguas transparentes dejarán ver multiplicidad de coloridos peces.
Jamás habían estado en contacto ante semejante belleza natural.
El silencio es cómplice.
Las islas que conforman ese archipiélago a la que ella le cambia el nombre parecen separadas, solo son así en la superficie.
En el fondo del océano donde las estrellas son los bancos de corales, están encadenadas.
Durante los últimos años las letras propiciaron que conociera diversidad de personajes, cálidos o gélidos.
Tomó a todos con su bagaje.
De todos y cada uno aprendió aún de aquellos que estaban peleados con la vida.
Todos y cada uno sumaron experiencias.
La inmensidad y la belleza del sitio le indicarán con cual de ellos desea permanecer para siempre.
Sabe que descartará eternamente todo aquello que reste.
La vida ha sido pródiga con ella y su familia, esa que eligió sin que espacios o tiempos determinen su duración.
Es humana, pasible a errores o equivocaciones.
La lancha regresa al puerto.
Cantan las caracolas.
Gorjean los ruiseñores, aletean las mariposas.
Es hora de desmalezar el horizonte, empleará lo aprendido delante de la naturaleza para descartar todo aquello que puede dañar, la vida es demasiado bella, no vale un instante, no tiene sentido derramar esa lágrima que la necedad trae.

http://www.youtube.com/watch?v=XlFOpw8tG7Y