REENCUENTRO

Finalizadas las vacaciones, la editorial comienza a preparar el número de febrero.
La revista mensual es un éxito en todos los ámbitos.
El edificio que alberga a todos los integrantes de la empresa, quiere despertar del sueño propiciado por el descanso veraniego de cada empleado.
Pareciera dormido con las persianas bajas.
Semanalmente el jardinero concurre al lugar para mantener los espacios verdes que rodean la mole de piedra.
El también extraña la presencia de los trabajadores, el saludo diario.
La conversación ligera interrumpida por el reloj de aquellos que llegan al límite del horario.
Es uno más en la empresa, desde el dueño al último empleado respetan la consigna de igualdad entre todos, más allá del cargo que ocupen.
Mientras el escardillo rompe los terrones de tierra, recuerda el brindis de fin de año, en esa ocasión fue presentada la nueva directora de la revista.
El vuelo efímero de una mariposa distrae sus pensamientos, orgullosa bate las coloridas alas al posarse en las flores.
Debe apurar el trabajo antes que el Astro Rey inunde todos los rincones del jardín.
Pondrá en marcha los aspersores de riego, tenue llovizna saciará la sed de las plantas.
Suave brisa hace balancear el agua, el líquido forma dibujos, asemejan una danza.
Buscará la sombra de un árbol, el tronco rugoso, áspero, indicará los años del ejemplar.
Encenderá un cigarrillo, volutas de humo se desvanecen en el aire, en ese instante recuerda la figura grácil de ella.
Pocas veces en su vida había visto unos ojos tan bellos como tristes.
Conoció parte de la historia de la mujer que roba sus sueños.
Sabe que amó, sabe también que el destino eligió para ella la soledad, soledad no buscada.
Vertiginosas las imágenes se precipitan en su mente, el corazón cabalga en su pecho.
Mañana se producirá el regreso.
En horas volverá a verla.
Abrazos y besos en el reencuentro de los compañeros, risas contagiosas.
Ella apura el paso, al saludarlo le regala una amplia sonrisa.
Boca insinuante, quisiera ser el dueño de esos labios tan parecidos a los rubíes.
Turbado le regala una rosa, ella apoya su mano cincelada por un escultor en el hombro del jardinero, siente la tibieza de los dedos largos muy cerca del cuello.
Quizás mañana o un día cualquiera pueda decirle cuanto la ama.
Tal vez los sueños se conviertan en realidad.
Como las flores del jardín de la editorial, perfumada nacerá una esperanza.

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