LAS LLAVES DEL CORAZÓN

Marcia ha regresado de sus vacaciones, está instalada en otro sitio donde su compañero por los próximos años también será el mar.
Talismán transparente, majestuoso e inmenso del que no podrá separarse.
Otras aguas más tranquilas y profundas conducirán el velero de sus sueños.
Ha tenido tiempo de visitar el nuevo lugar de residencia.
Hasta donde pudo caminó descalza por la superficie de un fiordo.
Erguido, elegante, sus largas piernas de piedras, se internaban en la profundidad del océano.
Cuando aquella aparece majestuosa, huelgan las palabras.
Temprano se comunicó con Griselda, es quien la reemplaza en la revista que dirigió por más de una década.
La novel directora le comenta su ansiedad, la revista llegará a los lectores en la primera semana de febrero.
Los espacios han sido cubiertos, en un año debe tener muchas editoriales, la inseguridad la acosa, Marcia la tranquiliza.
Griselda está a punto de concretar un amor diferente.
Reiniciarán la conversación en la noche.
Marcia repasa sus diez años en la revista, sonríe al recordar varias anécdotas.
Esta noche transmitirá algunas a Griselda.
Por ahora disfruta del paisaje, pese a ser una zona de escasas lluvias, denominada por los expertos como semiárida, hoy ha llovido.
Las gotas chocaban con el suelo resquebrajado, heridas que solo el líquido sería capaz de unir y convertirlas en un vergel como antaño.
No le importa mojarse, tampoco que la lluvia como una caricia no recibida y no por ello menos esperada marque su figura.
Está sola frente a un paisaje soñado.
Cuando el crepúsculo diga presente aparecerán las primeras brumas, brumas que traerán sombras, dotarán a los árboles con distintos matices de verde, algunos mutarán a negro.
Busca reparo en la cueva natural formada en un acantilado.
El rumor del mar intenta adormecerla, cerrará los ojos.
Como en una película se sucederán las imágenes.
Desbordarán las lágrimas cautivas, los suspiros contenidos.
Nuevamente en sus oídos resonarán las palabras pronunciadas en aquel casting en el que buscaban un personaje diferente para una nota.
Horacio le regalará palabras bonitas, el instinto femenino hará que no crea en historias tan ricas como poco creíbles.
En ellas siempre hay mujeres, no importa su procedencia si él cree que ha llegado al objetivo.
La figura de Horacio es de apariencia mansa.
Vestido con jean, campera de lana negra para atemperar el frío, botas de gamuza haciendo juego, en lo informal se destaca, tanto como un llavero que porta en el cinturón, llaves antiguas sostenidas por una especie de corazón rodeado de pinchos de plata.
Metales duros con los que encierra el que late en su pecho.
Parco y misterioso.
Marcia sabe que no es un ser común.
La entrevista ha sido exitosa.
Contó con algunas reservas partes de su vida
No fue difícil adivinar que tenía una familia conformada, la amaba a su manera, algún factor determinante auspiciaba el contacto con otras féminas.
El resultado era incierto, tanto como la personalidad de un hombre al que le costaba entregarse, sus propios miedos eran aceptables, no la coraza con la que intentaba ocultar los sentimientos.
Marcia siente la calidez del apretón de manos de la despedida, el beso cercano a la comisura de los labios.
Un personaje que está en la continua búsqueda de sensaciones que lamentablemente no encuentra en la vida real.
Marcia no sabe cuanto tiempo ha pasado desde que buscara refugio en la cueva del acantilado, es hora de emprender el regreso, el murmullo de las olas la acompañará.
Esta noche le pasará un adjunto a Griselda para que sea publicada como colaboración especial en algún número de la revista.
En la posdata le dice que busque al dueño del llavero que abre los corazones.

http://www.youtube.com/watch?v=HGCawUVCutc