BOSQUES EN LA CIUDAD DEL SOL

No podíamos terminar el recorrido antes de despedirnos de una ciudad en la que la naturaleza fijó su residencia sin conocer un bosque natural.
Es relativamente nuevo.
Tarea difícil para sus dueños crear espacios verdes y recreación en un lugar tan cálido.
No llega a la decena de años, para mantenerlo en condiciones se necesita paciencia, amor y sabiduría.
No quería irme de la Ciudad que adora al Astro Rey sin conocerlo.
Cuando se quieren obtener grandes resultados el hombre es capaz de enfrentar los más grandes desafíos.
No importa el tiempo invertido si por resultado se obtiene solo belleza que se suma a la natural del lugar.
Como área protegida se cuidan todos los detalles.
Riego por aspersión permite que la diversidad de flores se mantenga como si fuera un espacio de la selva, donde las lluvias son constantes logrando los follajes que serán admirados por todos.
En pocas hectáreas se ha recreado el corazón de aquella.
Los nudos de los árboles propiciarán el crecimiento de enormes ramas que culminarán en un abrazó eterno.
Variedad de pájaros regalan sus gorjeos a los visitantes.
Mariposas de alas blancas con pintas púrpuras duermen su sueño efímero en los hombros de los cuidadores.
Han recreado la belleza de sitios inexplorados por la mano del hombre.
La entrada al bosque de las flores es como cualquier parque.
Expertos guías llevarán por todos los senderos, responderán todas las preguntas.
Cuando el idioma no se entiende utilizarán el lenguaje universal de los gestos, no hay mucho que explicar cuando la belleza se manifiesta majestuosa.
No voy a detenerme en cuestiones administrativas.
Quiero que sepan qué chiquito se siente el ser humano ante la explosión de la hermosura.
Acuarios generosos contienen la diversidad de fauna marina.
Pero no es allí donde quiero ubicarme sino en el sitio donde las orquídeas crecen como si fueran una flor más, pétalos de mil colores, ondulados, suaves al tacto imaginario, el esplendor ha dicho presente.
Cualquier mujer desearía llevarse un recuerdo invaluable, no está permitido vulnerarlas.
En poco más de dos horas se recorre el bosque, no dudo que al atardecer hacen su aparición hadas, duendes y gnomos.
En el tronco ahuecado de un árbol puedo imaginar a las ardillas ejecutando acordes de violines.
Les aseguro que debe ser muy parecido al bosque de Faylinn.
A la salida, una confitería saciará la sed de los turistas, en sus recipientes naturales servirán dstintos jugos.
Los más chicos quieren regresar a ese lugar soñado.
Para los padres será el último día de permanencia en un lugar elegido por la mano de Dios.
Mañana regresarán al cemento, promesa de portarse bien con los abuelos y tíos.
Lágrimas en la temporal despedida, juntos recorrerán otros paisajes, solo deberán recordar estas vacaciones mágicas.

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