LA SORPRESA

Viviana y Griselda como muchos amigos se conocieron a través de la red.
Ambas cuentan con diez días de licencia que quieren aprovechar para conocer a un amigo en común.
El primer encuentro se producirá en el Aeroparque Metropolitano.
No necesitan reconocerse mediante carteles que anuncien la llegada, la amistad sincera logra milagros.
El abrazo se extiende son idénticas a las fotos que han intercambiado.
Ninguna de las dos reside en Buenos Aires, Viviana se alojará en casa de familiares de su amiga.
Los paseos se repiten tienen tiempo de visitar un famoso casino, la suerte las acompaña.
Nunca viene mal una ayuda extra, las ganancias serán convertidas en euros.
Ambas tienen diez días disponibles para visitar España.
El operador turístico de una reconocida agencia internacional les arma un paquete de siete días y sus noches, solo piden que el pasaje de regreso sea abierto, ellas pagarán el excedente por no regresar con el resto del pasaje.
Buenos Aires ha sido presa de una ola de calor, a los turistas que esperan abordar sus vuelos en Ezeiza, no les extraña el abrigo que llevan las jóvenes.
En vuelo y con la complicidad de la esposa de Iván tramarán la sorpresa que se producirá días después.
Fuera del aeropuerto de Barajas s respira tranquilidad, el frío sumado a la emoción hace que las lágrimas rueden sin pudor.
Esta noche al abrigo del hogar en un coqueto salón del hotel en el que se alojan, tendrán la primera reunión con el guía turístico.
A todos aconseja vistan ropa cómoda, a las mujeres les pide eviten los tacos altos, mañana visitarán varios museos.
Asombradas observan las obras de los más famosos pintores, coinciden que les hubiera gustado viajar en el tiempo y ser las musas inspiradoras de tanta excelencia.
Madrid es hermoso de día o de noche.
El palacio real las hace soñar, ellas serán princesas de un sueño a cumplir.
Han conocido mucho, para despistar siguen contestando a dúo los mensajes de Iván.
Cuentan con la complicidad de la esposa de aquel, para concretar un sueño esperado.
Se despiden de sus compañeros de viaje.
Temprano abordarán un bus que las dejará en el norte de España.
La autovía es una delicia, en perfecto estado de conservación, a los costados las luces del alba despiertan a los ruiseñores.
Los copos de nieve se derriten con los primeros rayos de sol.
Para Iván es un día como cualquier otro, saliendo del trabajo cruzará un bosque de pinos.
Entra a una conocida sidrería, el plan está en marcha.
Ubicado a espaldas del ventanal no puede observar aquello que sucede en el exterior, las amigas lo abrazan, la sorpresa no se puede describir con palabras.
En medio del encuentro se produce un incidente entre un anciano y una patrulla policial.
Pese a que no los ve Iván decide intervenir, los efectivos quieren detener al señor de la tercera edad sin motivos.
Alejada la patrulla, Iván lo tranquiliza.
Brevemente el abuelo le cuenta que en su juventud estuvo detenido en un campo de concentración, tiene terror a los uniformados.
Viviana y Griselda se suman a consolar al anciano, la nieve ha comenzado a caer, el frío atraviesa los huesos, las lágrimas no tardan en brotar ante los latigazos del viento.
Nuestro amigo ofrece acompañar al anciano a tomar un taxi.
Más tranquilo dice que viajará a su hogar en micro, Iván entiende que no está en condiciones de viajar.
Un taxi lo llevará a su casa, paga por anticipado, quiere que el abuelo llegue bien a destino.
Las viajeras han comprendido que su amigo es un ser excepcional.
Quien quiera desatar los lazos de amistad que los unen perderá su tiempo.
La vida quiso que fueran hermanos virtuales, hoy han podido concretar su amistad.
El brindis sellará el sentimiento más lindo que habita en el alma de tres elegidos para compartir.

http://www.youtube.com/watch?v=4HagtsfaR…